el amor duele

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0 días antes:

Jungkook se ve mejor y dice estarlo, pero lo dudo por la forma en la que mira, por lo que sus ojos reflejan, sus emociones posiblemente están como las mías, sin ningún camino, están yendo al azar del destino. Sigo atrapada en un laberinto sin salida, camino y vuelvo al mismo lugar, no logro encontrar una respuesta, solo sé qué quiero llegar a su corazón, es lo único que deseo; mi mente se mueve en diferentes direcciones, y mi corazón solo está estático viendo a Jungkook pero, también a Moonbin mientras los días siguen avanzando. 

No puedo controlar mis sentimientos, a pesar de que el tiempo continua y trato de alejarme del amor que tanto anhelo, no puedo zafarme de la realidad, dejé que mi corazón siguiese hablando, no pude escucharlo a tiempo y ahora estoy rota. Sinceramente comprendo porque no me dieron el papel, no sabía lo que estaba sintiendo y no me refiero a la obra, y lo refleje tal cual, sí tan solo lo hubiese comprendido antes, nada de esto hubiera pasado.

Me miro en el espejo mientras cepillo mis dientes, miré el reloj, son las seis con treinta de la noche, el partido está por comenzar, Jungkook tuvo que irse dos horas antes: use un momjean, tenis negros y una sudadera holgada de la universidad para apoyar el equipo, al final, salí de casa a las siete, el cielo cruje, parece que lloverá, tome un respiro fuerte, amo los días nublados pero hoy, no era más que un día más en el año, uno de esos que perdió el sentido.

Al llegar la mayoría de los estudiantes de la universidad contrincante y la local ya están aquí, el estadio universitario se pinta de muchos colores, música, puestos de comida, bebidas, la luna se asoma curiosa al igual que la gente que no ha comprado sus entradas para el partido y se amontona en la taquilla, el viento es fresco, se armoniza a la perfección con el ambiente del partido. 

Me reuní con Sungwoon en dónde acordamos vernos con otras compañeras entre ellas Soyeon, ella abriría el partido con el himno nacional.

Caminamos a las gradas para tener una buena visión del evento y los chicos, los nervios vibraron en mi interior. Treinta minutos más tarde, siendo las ocho de la noche, él partido de futbol americano dio inicio, la euforia poseía a todos los que estamos ahí, gritamos y animamos hasta casi quedar afónicas; finalmente al ser las nueve con quince minutos, el pitido final se hizo escuchar en la chancha marcando el final, el partido quedo 20- 17 favor a la universidad local, es decir, la nuestra, el equipo de mi mejor amigo gano. El jubilo se notaba en la cara de los chicos, brincan de un lado a otro sin parar, ahora solo queda una cosa y esa es la fiesta tradicional en casa de uno de los jugadores, la cual toca, en casa de Jimin.

Esperé a que Moonbin se diese una ducha y cambiase al igual que todos los demás jugadores para poder irnos, algunos se adelantaron según salían. Él no solía tardar, pero ahora parecía una eternidad, nerviosa por esperar golpe el piso con mi pie derecho, miré el reloj, decidí entrar a buscarlo, pero en eso Jk salió antes, chocamos, mi cara quedo en su torso, puse mis manos en su pecho, lo observe conteniendo el aire, ya no puedo mirarlo sin que mis piernas flaqueen y me sonroje peor que un tomate.

—Ya viene —rio advirtiendo —no seas tan desesperada —carcajeo acomodando su maleta deportiva

—Creí que te habías ido ya pero veo que sigues aquí de chismoso —bromee

—No soy tú —pellizco mi nariz con dulzura

—eres peor —carcajeamos juntos

—Lo que digas —me jalo para darme un beso en la frente, hace días que no hacia eso, todo en mi entorno se detuvo. Cuanto extraño, cuanto le necesito y me odio por no haberlo visto antes —bueno, te veo allá —me guiño el ojo, está volviendo a ser el mismo de siempre. 

Bad Decisions // Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora