FINAL

267 28 1
                                    

Leonardo San Juan festejaba junto a su familia y sus amigos espectrales el día de muertos.

Cantando y comiendo mucho pan de muerto.

Cómo siempre, Dionisia contando sus chistes malos.

Don Andrés intentando matar a todo mundo, las calaveritas haciendo algunas travesuras.

Teodora con sus frases todas fresas.

Alebrije burlándose de Don Andrés.

Xochitl intentando calmar a Teodora mientras de vez en cuando se hechaba su atolito.

La abuela simplemente sonriendo y siendo la más feliz.

Nando todo desmayado en el piso.

Y por último, Raquel y Leo disfrutando de el uno al otro.

Claro, no podría ser nada más lindo que el amor de dos niños. Demasiado infantil, sincero y sobre todo, muy inocente.

Bueno, todo termino cuando un séptimo fantasma apareció en el cuarto.

Justamente Nando ya había despertado, pero al ver la aparición, se puso pálido, muy muy pálido y le dió la garrotera.

—¿Quien es?—pregunta Alebrije mientras ve a el hombre encapuchado.

—soy yo, chabal, Godofredo—comenta mientras se quita la capucha y demuestra que si es el.

Leo corrió a abrazarlo, bastante feliz de su visita.

—Fray Godofredo, ¿Gusta un panecito?—ofece mientras le extiende una charola con pan dulce, como a él le gustaba.

—me gustaría mucho Leo, pero ahora no puedo. Solo vengo a avisar sobre otro suceso en Xochimilco…—empieza.

—¿Pero ahora que paso?—pregunta Raquel mientras muerde un poco de pan.

—La Llorona a estado aterrorizando Xochimilco, y necesitan su ayuda—responde mientras ve deleitado el pan.

—¡¿Pues que esperamos?!¡Vamos!—exclama Leo con decisión.

El Fray estuvo apunto de tomar un pan, pero al ver que Leo alejo la charola no alcanzo.

—eh, si, si, si—dice el mientras ve por última vez su amado pan dulce.

.

.

.

.

.

Fue así como, Leo, Raquel, Don Andrés, Alebrije y las calaveritas, emprendieron su viaje a Xochimilco.

Raquel y Leo tuvieron que usar una ropa más cómoda, pues, la que traían puesta era demasiado urbana, y irían a un lugar demasiado Rural.

—¡Llegaré para el desayuno!—avisa Leo mientras se despide de su abuela desde el globo aerostático.

—¡Adiós!—se despiden todos.

.

.

.

.

.

¡HAY MIS HIJOS!

.

.

.

.

.

EL INICIO DE UNA AVENTURA ( Libro I Las Leyendas )[ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora