Shooting Star //Choi Beomgyu [FINALIZADA]

《06》

- ¡Bienvenida a tu nuevo empleo! – Chilla Soobin abriendo la puerta de la enfermería con entusiasmo pegadizo.

Katherine mira directamente al chico sobre la cama. Soobin le había contado sobre su hermano en el camino ¿Cómo es que no tenía suficiente energía para despertar? Era tan raro y antinatural que Soo no lograba encontrar la respuesta para despertarlo.

- Es horrible.

Katherine soltó sus pensamientos en voz alta. No podía ni imaginarse como era estar en un sueño interminable.

- Es lo que tenemos – El pelinegro alza los hombros mirando el lugar – ¿Podrías ayudarme a limpiarlo? Esto parece un marranero. Tal vez quitando esas cajas de ahí se vea mejor.

Ella voltea hacía Bin con un mohín.

- ¿Qué? – Inquiere él.

- No me gustan las agujas.

El chico ante la afirmación suelta una carcajada.

- Me encanta tu compañía pero ciertamente ibas mejor con los expedicionarios.

- ¿Qué son los expedicionarios?

- Taehyun, Yeonjun y...  – Dudo un momento mirando hacia la cama – Beomgyu. Ellos se encargan de salir a la superficie y traer provisiones. Son los que corren más riesgos. No todos podemos respirar el asfixiante como tú – Se volteó para sonreírle.

Entonces, en la cabecita de nuestra protagonista, hubo un cortocircuito.

- ¿Qué es... asfixiante?

El pelinegro suspiró profundamente como si el tema a tratar fuera súper largo.

- Sienta en mi escritorio. Esto es para un rato.

Kath obedeció, se sentó en el lugar que Bin le indicó con el brazo y observó al chico mientras salía por la puerta. Repicó con sus uñas la madera del escritorio una y otra vez. Al cabo de un rato, Soobin volvió aparecer, pero, está vez con la laptop entre sus brazos.
Le sonrió a Kath, puso a reposar el equipo sobre la mesa y lo abrió. La encendida pantalla reflejaba un dibujo animado de un grupo de árboles bien frondosos.

- ¿Recuerdas cuando en el año dos mil quince salieron a la luz los árboles oximás?

La chica asintió ¿Cómo olvidarlo? Todos los canales se llenaron de noticias sobre esos árboles que reproducían el quíntuplo del oxígeno que los normales.

- Ese fue el principio del fin – Exhaló – Ese cambio genético era simplemente perfecto pero antinatural. Como sabrás, esos árboles los empezaron a cultivar en todo el mundo y marchaba totalmente bien. El mundo se llenaba más y más de oxígeno a diario. Los árboles empezaron a procrear por sí solos y... ahí comenzó este problema. Los nuevos rebrotes absorbían más el calor que los otros. Eso era muy crítico pues cuando absorbían demasiado, en vez de secarse, explotaban dióxido de carbono al aire para su autodefensa al calor. Aunque, no eran suficientes ni para matar a una persona, y en un tiempo relativamente corto los oximás volvían a la normalidad cuando enfriaban ¿Has escuchado que las enfermedades son el mecanismo de defensa de la naturaleza para protegerse del hombre? Sino la has escuchado, necesito que te graves eso para la próxima explicación... Los árboles nuevos ya no eran perfectos, la nueva evolución de los árboles que crecían en los suelo y venían del rebrote de los oximás, comenzó a ser defectuosa. La genética en ellos cambió, el mundo se llenó de oximás, empezaron a aparecer por todos lados, en los parques, las escuelas, los centros recreativos, los bosques, y, sin darnos cuenta, los humanos nos encontrábamos en una cápsula altamente peligrosa que estaba a punto de estallar.

Soo pulsó con su índice la flechita en el teclado del ordenador. La pantalla ahora reflejaba la visión del cometa del dos mil diecinueve en el espacio. Ella recordaba esa fotografía ¿Cómo olvidar lo último que vio la humanidad? Esa foto en específica salía en los diarios donde el subtítulo decía «El Satélite ruso número 57 es el primer satélite que fotografía al cometa más extraordinario del milenio».

- ¿Recuerdas a ésta preciosidad? – Inquirió con un acentito de burla.

- Cometa57... – Murmuró.

Le nombraron igual que el primer satélite que lo fotografió.

- Cómo olvidar esa lindura, ¿no?

Ella asintió. El chico apuntó con su índice la pantalla y habló:

- 57 fue él que desató el caos.

Katherine lo miró shokeada. En sus teorías siempre estuvo esa, sin embargo, lo creía tonto ¿Cómo un cometa que no tocó tierra desató ese caos? Era imposible.

- ¿Has escuchado la historia de la “caza de brujas”?

La chica negó con su cabeza.

- La historia importante que te cuento comienza antes de que compensará la caza. Cuando un cometa desprendió una energía hacía las mujeres que luego se convirtieron en brujas. La historia de Haloween.

Cambió la foto a una animación donde se vía ese cometa pasando por el cielo y unas mujeres «brujas» agonizando en las hogueras mientras eran quemadas.

- No entiendo...

- La cosa es, Katherine, que nuestro precioso 57 también desprendió esa energía por su paso en el cielo.

- Y tuvo contacto con los oximás... – Dedujo ella.

Soo sonrió orgulloso. Le gustaba eso de hacerse el inteligente. Pulsó nuevamente la flechita y se detuvo en una foto de 57 recorriendo el cielo mientras en la parte baja de la foto se podía apreciar un grupo de árboles.

- Exactamente, Katherine, ocurrió eso.

- Pero, ¿qué paso? ¿qué tiene eso que ver con el fin del mundo?

- ¿Nunca te has hecho la pregunta de porque si nada respira, los árboles sí?

De hecho, sí.

- Eso es porque esa cosa, sea lo que sea, la absorbieron esos árboles y comenzaron a desprender a sobremanera el dióxido de carbono...

- ¿Qué?

- Cuando el cometa salió de la tierra, ya había tanto dióxido de carbono en la atmósfera, que era imposible respirar.

La castaña llevó las manos a su cabeza y palpó el dolor en ella. Ya le dolía. Era demasiada información.

- ¿Entonces cuando dicen que puedo respirar el asfixiante, se refieren...?

- Sí, Kath. Es humanamente imposible, pero sí. Tú puedes respirar el dióxido de carbono.