El azabache despertó brutalmente, sorprendiéndola, Katherine dio un respingo en su cama mientras lo miraba. Intuitivamente se echó para detrás atrayendo sus rodillas al pecho.
El chico se sentó sobre su cama y clavó la mirada sobre nuestra protagonista. Compartieron una mirada sorprendida y desconcertada.- ¿Eres la número uno, verdad? – Inquirió mirando su pulsera.
Ella asintió en respuesta.
- Aquí soy el número dos – Hizo una mueca de disgusto.
Así era como los llamaban en ese lugar a ellos, además de «“rotones de laboratorios”». Todos los experimentos – Ellos – eran nombrados por los números de sus pulseras.
- Pero no me llames así... – Le sonrió genuinamente – Mi nombre es Beomgyu ¿Entiendes mi idoma? – Inquirió en inglés.
- Sí.
Él sonrió con la afirmación.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Katherine.
- Es lindo, pero demasiado largo ¿Cómo te llaman tus amigos? A mí me llaman Beom.
- Kath – Respondió retraída desde su lugar.
- Umhh... – Llevó la mano a su barbilla mientras pensaba – ¿Todos te llamaban así? – La chica asintió y el chico negó con la cabeza – Para mí vas a ser Kathy.
Katherine miraba expectante al muchacho. Antes no había sido una chica tímida, sin embargo, desde que empezaron a tratarla como un experimento humano se había olvidado como era entablar una conversación con alguien. O como era ser una humana. Beomgyu era un alienígena para ella. Él no parecía callarse mientras hablaba – Y eso que hablaba de absolutamente todo –.
Las hojas con los formularios diarios llegaron a sus manos. Hoy eran cuatro. Dos para cada uno.
- ¿Cuánto llevas aquí? – Le preguntó mientras ambos se hayaban en el suelo.
A unos metros de distancia el uno del otro, se encontraban cada uno con una hoja de formularios y un lapicero en sus manos. El suelo era el único lugar donde podían apoyarse para responder sin dañar la hoja. Kath principalmente no quería saber qué pasaría si se dañaba el papel.
- Dos años – Respondió la moracha contestando «Sí» en la pregunta de sí tenía más apetito.
- Joder, Kathy – La miró con lástima – Yo apenas llevo una semana y creo que me volveré loco en cualquier momento.
- ¡¿Una semana?! – Chilló sorprendida mirándolo.
Beomgyu se apiadó de la chica y se lo transmitió con la mirada. Él ni se imaginaba que Kath era tan ¿rara? por esa razón. Beom había notado que a ella le costaba reaccionar a las emociones ¡Llevaba dos horas con ella y ni siquiera la había hecho sonreír! La chica solo hablaba cuando era necesario y siempre ponía un espacio prudencial entre ellos. Se preguntaba cómo la habían tratado en ese lugar. Él solo lleva una semana, tiempo suficiente para notar que ellos eran simplemente unas ratas de laboratorio en ese lugar. Sí morían eran solamente un experimento fallido y una causa estudiar a otra persona. Más nada. Sus vidas eran algo sin importancia.
- ¿Cómo llegaste a aquí? – Le preguntó detenidamente. No la quería incordiar para nada.
- Mi mamá me vendió... – Contestó con la voz apagada – ¿Y tú?
- Mi padre trabaja para esta gente. Me metió sin autorización. Un día me acosté en mi cama y al otro desperté en un cubículo blanco de cuatro paredes.
- Sé lo que se siente...
Oh, sí que lo sabía más que nadie. Le había ocurrido lo mismo. Ambos se sentían traicionados por las personas en que más confiaban.
Miradas empáticas se compartieron. Sin saber que algún día, gracias a esta forma inhumana en que eran tratados, que sólo ellos sabían cómo se sentía, y compartían ese sentimiento... Los llevaría a compartir un sentimiento aún más grande e humano.
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La puerta de la enfermería fue abierta por todos sus compañeros. Soobin les había explicado en el camino la forma en que lograría despertar a su hermano.Así fue la sorpresa de los chicos al ver como Beomgyu apasionadamente besaba a Katherine. El choque de labios que compartían era más que un primer beso. Su beso era doloroso y agridulce. Un beso que para Beomgyu sabía a “te he extrañado”.
Cuando Beom se separó, todos vieron boquiabiertos como el azabache cuidadosamente la ponía a reposar en la cama.
- ¡Lo he recordado absolutamente todo! – Les dijo a todos sus compañeros.
Quizás fue el shok o la adrenalina lo que los detuvo por unos instantes mientras se miraban los unos a los otros ¿Era extraño haberlo extrañado tanto? Taehyun fue el primero en correr a abrazar a su mejor amigo.
- ¡Eres un gran estúpido! – Reprendió Soo corriendo a unirse al abrazo.
- ¡Nos preocupaste muchísimo, memo! – Le reprochó Yeonjun uniéndose a ellos, no sin dejar de proporcionarle un buen golpe en la cabeza al Choi menor.
- ¡Acabas de matar las pocas neuronas que me quedaban! – Chilló Beom sobando el lugar del golpe.
- Dudo mucho que te hayas vuelto más burro de lo que eres... Es que es imposible – Desmiente el peligris.
- ¿Ahora qué harás? - Inquiere Soo.
- Voy a desmentir todo lo que creemos. Voy a enfrentar a Tom - Fue su respuesta.
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Shooting Star //Choi Beomgyu [FINALIZADA]
FanfictionSiempre se creyó que iba a ser el ser humano quien destruiría el mundo. La contaminación. El cambio climático. El debilitamiento a la capa de ozono. Todo por causas antrópicas. Pero no fue así... ¿Cómo es posible que lo más hermoso que se ha visto...