Día 2 - Movies

791 68 4
                                    

-Serian 4 dólares- Leí el precio.

Recibí el dinero y le entregué el disco al cliente, el cual me miró con ligera molestia probablemente no le gustaba que lo atendiera con los auriculares puestos, la gente normalmente se quejaba de eso, sentían que no les ponía atención o que era algún tipo de emo, la verdad es que no me interesaba escuchar a los demás.

La gente generalmente solo hablaba a espaldas de otros, críticas, burlas y gritos, no me gustaba en absoluto además no era bueno expresándome después de la perdida de mi hermano y el distanciamiento de mis demás familiares el único refugio que tuve fue la música.

Día, tarde y noche, termine teniendo los auriculares puestos incluso dormido siendo protegido por las melodías de mi playlist era casi mágico la manera en como los artistas lograban que las palabras, insultos o susurros sonarán tan armoniosos comunicando sus sentir o pensar a través de su música.

Quizás por esa fascinación y el hecho de que fue lo único que me mantuvo a floto durante toda mi adolescencia y actual adultez que acabe abriendo una tienda de música, claro que mi padre no estuvo de acuerdo con eso siendo ahora el hermano mayor me presionó con ser el ejemplo de Tommy y ir a la universidad para estudiar alguna carrera donde pagarán bien.

Al final logré abrir mi tienda con la excusa de ahorrar para la universidad ya que quería pagarla yo mismo. Claro que era mentira, si iba a la universidad sería para estudiar alguna carrera relacionada a la música no derecho o contabilidad.

-Uh...- Mire a un chico que había estado mirando de manera nerviosa los discos por un rato. -Hey nece...-

Como si lo hubiera atrapado en el acto el chico salió corriendo con unos cuantos discos escondidos bajo su sudadera, alarmado corrí detrás de él.

-¡Detente! ¡Hey ladrón!- Gritaba mientras corría lo más rápido que podía.

El chico no parecía que fuera a hacerme caso y estaba pensando que no lo atraparía cuando al dar una vuelta choco con alguien, no tarde en lanzarme sobre el ladrón y así terminamos tres personas amontonadas.

-Ah ¡No!- Para mí mala suerte el ladrón se logró safar y estuvo apunto de salir corriendo de nuevo si no fuera por un ágil movimiento que hizo el tercer chico con el que chocamos.

Se levantó del suelo con un salto y dió una patada baja haciendo que el ladrón cayera de nuevo contra el suelo, para finalmente sujetarlo con más manos en la espalda, sentía que acababa de encontrarme con algún justiciero entrenado en artes marciales.

-¡Muchas gracias!- Me incline ligeramente para ver a mi héroe.

Parecía ser un poco más bajo que yo, sudadera negra, jeans rotos, cabello castaño rebelde probablemente por los movimientos que hizo y ojos... Bicolor uno escarlata y el otro negro; me quedé como un estúpido viendolo durante unos minutos que fueron como segundos para mí.

-Por favor perdóname...- El ladrón estaba suplicando. -Me retaron a hacerlo-

Eso fue lo que me hizo volver a la realidad, mire al que estaba en el suelo inmovilizado era probablemente un adolescente que no pasaba de los 14 años y se veía realmente arrepentido, solté un suspiro y tome los discos.

-No deberías juntarte con personas que te retén a ese tipo de cosas- Le recomendé, en cierta forma me recordaba a Tommy. -Puedes soltarlo-

Mi héroe dejo de sujetar al chico y después de disculparse alrededor de unas 15 veces se retiró, fue en ese momento decidí que debía dar las gracias como era debido pero cuando voltea a ver al chico este estaba mirando al suelo.

-Esto...- Fui interrumpido.

-Mi celular ¿Dónde está?- Tenía una voz hermosa.

¿Qué rayos pensaba? Era un extraño.

LuzburWeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora