𝙏𝙀𝙍𝙍𝘼𝘾𝙊𝙏𝙏𝘼 𝙀𝙈𝙋𝙀𝙍𝙊𝙍⚊ HAIKYUU/KNB

SIETE

Yasuhiro no es alguien que busque el chisme.

El chisme lo busca a él.

Lo confirmó cuando cambiaba sus zapatos, y sin intención alguna, escuchó la conversación del dúo raro del Karasuno junto al armador de tercer año, y después, cuando se iba a ir, Kageyama pasa a su lado sin notarlo, y se da cuenta que Ukai también había escuchado la conversación.

―En mi humilde opinión.―Sale de su escondite, sobresaltado a los tres de Karasuno.―Me sentí decepcionado de ese ataque.

La cara desilusionada de Hinata habló por él mismo.―¿Qué?

Yasuhiro se acerca, quedando cerca de los tres y mirando hacia el cielo.―El ataque rápido que tú y el número nueve tienen, es grandioso...Pero, creí que ese ataque se podía lograr gracias a ambos, no sólo al número nueve.―Baja la mirada.―En otras palabras, Hinata.―Sus ojos gatunos se conectan con los ojos del menor.―Sin Kageyama, no tienes valor.

Ukai.―¡O-Oye! ¡Eso es-...!

―Mi intención no es ofenderte, solamente te digo lo que muchos pensaran de ti en algún momento con ese ataque rápido.―Detiene el regaño del otro.―Créeme, aprendes bastante rápido, y tienes mucho camino por recorrer, solo eres un mocoso de primer año, así que puedes crecer aún más en estos próximos dos años. Querer abrir los ojos, puede favorecer el ataque rápido, ya que si falla, puedes usar la otra mano, u otra parte de tu cuerpo para golpear el balón.

Hinata lo observaba con una sonrisa, Yasuhiro lograba ver la emoción que tenían sus facciones ante sus palabras. Con una pequeña sonrisa, continúa.―Hoy después del almuerzo, Karasuno tiene que volver Miyagi ¿Verdad?

Hinata hace un puchero, desinflando su emoción rápidamente.―Sí...

Yasuhiro posa su mano en la cabellera atardecer del menor, sacudiendo sus hebras, despeinándolas completamente.―En dos semanas empieza el campamento de verano, si me lo pides, puedo ayudarte a entrenar el remate ¿Qué dices?

Saltando en su sitio, con una enorme sonrisa, Hinata asiente con mucha más emoción.―¡Gracias, Kotei-san!

Asiente, despidiéndose y entrando al gimnasio, cambiando sus zapatos y juntándose con su equipo para continuar los partidos.

Después del almuerzo, las horas pasaron muy rápido. Al girar y ver el reloj del gimnasio, se dio cuenta que ya eran pasadas las tres de la tarde, y con los partidos culminados, el primer día del campamento de entrenamiento del grupo Fukurodani, llegó a su fin.

―La próxima vez nos veremos en la concentración de las vacaciones de verano. ―Yasuhiro estaba junto a su abuelo, despidiéndose del entrenador y el profesor de Karasuno.

―Sí, será un placer.

Cuando Nekomata abre los ojos y los observa divertido, Takeda y Ukai no evitan mirar a abuelo y a nieto, notando rápidamente el enorme parecido.―Esta vez será en serio. Será el último entrenamiento largo antes de las preliminares del torneo.

Takeda.―Sí, señor.

Nekomata da media vuelta y comienza a caminar.―Y recuerden que me acompañarán a beber todas las noches...Yasuhiro, acompáñalos a la salida.

―Voy.

Al caminar por los pasillos del gimnasio, Yasuhiro mira de reojo al nieto del rival de su abuelo.―Ukai-san.

Keishin se sobresalta ante el repentino llamado.―¡¿Si?!

Yasuhiro observa el camino, notando que cada vez se acercan al estacionamiento.―¿Puedo sugerirle algo? Digo, respecto a lo que ocurrió con el dúo de Karasuno.