Trost se había vuelto una ciudad muy escandalosa, el mercado central era el doble de grande que años anteriores y la tecnología comenzaba a llegar, sin embargo, el verano seguía igual de crudo con el calor y ambiente seco, aguaceros sin razón y humedad posterior que solo atraía a los mosquitos por la noche.
Pero, eso había quedado en el pasado.
-¿Qué hace en el suelo? -Pregunté al pasar con la cesta de ropa sucia desde la habitación al baño mirando por curiosidad hacia la sala de estar de aquel inexplicable departamento de tres habitaciones, dos baños, un estudio y una cocina abierta junto a la sala de estar, que incluso, poseía una chimenea al estar en el último piso.
Jean estaba en el suelo, su mejilla estaba en la cerámica. En la mesa de centro estaban los papeles que estaba revisando hace menos de diez minutos, se había hasta amarrado en una coleta muy pequeña el cabello para que no le molestara.
-Sintiendo la gloria -Contestó moviendo la mano en un gesto que podía interpretar "No te preocupes, déjame existir".
Fui a dejar la cesta con la ropa sucia al baño y luego me dirigí hasta la cocina. El calor era soportable hasta cierto punto, estábamos en la hora que los rayos de sol calentaban nuestro nuevo hogar por dos horas para luego sentir el fresco de la brisa y como era tan espacioso el lugar, se enfriaba el ambiente.
De la congeladora saque la jarra con agua helada que teníamos, revise la parte de las frutas y verduras para sacar un par de limones y algo de menta. Podía sentir el sudor en mi frente, era algo compartido el sentir con el chico que estaba tirado en el suelo.
Coloqué dos vasos en una bandeja junto con la jarra de limonada ya lista; me encaminé hasta la sala y dejé la bandeja en un lugar seguro. Al tener las manos frías me acerqué a Jean que solo seguía mis pies con la mirada. Me agaché a un lado de él y le levanté la camiseta que tenía puesta.
-¿Qué está-... ¡Ah! Mikasaaaa. -No sabía si era un sonido de alivio y susto, pero que se relajó luego, lo hizo.
Coloqué mis manos en su espalda, directamente en su piel muy cálida. Podía sentir como sus músculos se tensaban y luego se relajaban por el tacto. Aproveché la ocasión para darle un pequeño masaje.
Jean estaba en una semana de receso, pero igual se dedicaba a revisar los fax que llegaban desde las distintas entidades gubernamentales para cuando volviera tuviera todo en orden.
Al estar en Trost, Connie y la madre de Jean eran visitas regulares en casa, teníamos más vida social y nos encontrábamos con ex compañeros de milicia, sin embargo, solo quedaba en un cordial saludo. Pero, la vida estaba tomando un rumbo llevadero, ameno y con un futuro próspero... Empezando por el hogar que ahora teníamos.
-Tus manos son lo mejor, podría estar todo el día dejándome tocar por ti. -Murmuró entre masaje y caricia que le daba.
-¿Así como tú me masajeaba ayer en la noche? -Bromeé deslizando mis manos desde sus omoplatos hasta el inicio de la pretina de su pantalón para luego bajarle la camiseta y taparlo.
-Eran masajes de amor ¿No lo sabías? -Comentó girándose en su puesto para quedar boca arriba y mirarme con una sonrisa.
Arqueé las cejas al escucharlo, siguiendo el ritmo de la conversación.
-¿Masajearme las piernas es por amor?
Una suave risa salió de sus labios. Me miró fijamente y se quedo en silencio unos segundos. Su mano llegó hasta una de mis mejillas dándole una suave caricia.
-Tú eres mi amor, todo es con amor para ti. -Dijo con una sonrisa en sus labios, sacó su manos y se sentó, quedando justo frente a mí.- Aunque suene cursi y sea algo raro que lo este diciendo.
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Jeankasa Week [ 2023 ]
أدب الهواة¡Bienvenidos a la JeankasaWeek 2023! Un bello evento realizado por la fanpage en twitter https://twitter.com/JeankasaWeeks <3 Hermosas prompt, las cuales serán: Día 1: Confesión Día 2: Elegirte Día 3: Usando su ropa Día 4: Domestic Día 5: "No p...