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Ya casi era una semana desde la pelea de sus padres y su mudanza definitiva a casa de su abuela. Grecia estuvo borrando todo rastro de su madre en su vida, cambiando sus costumbres y rutinas inculcadas por ella desde que era una niña.

Su guardarropa fue lo primero, más prendas oscuras y escotadas en su armario renovado al igual que desecho los maquillajes a los que era obligada a usar de vez en cuando.

Sería su primera navidad sola, por lo que decidió decorar su casa con pequeñas luces y unos cuantos copos de nieve para sentirse festiva esos días. Hasta tal vez haga una fiesta con los chicos del dojo para animarse.

Voy en camino, estoy limpiando la cocina y salgo para allá. — dijo aburrida cuando respondió la tercera llamada de Zoe en solo una hora.

Esta bien, solo quería decirte que Robby está aquí. — eso la sorprendió un poco. Creía que el chico volvería corriendo al dojo de los LaRusso. — ¿Sigues ahí?

Eh, sí, pero será mejor que me quede aquí.

No, vendrás a entrenar y me traerás esa chaqueta azul pastel que piensas donar. Te espero, bye. — finalmente colgó después de lanzar un beso.

Tomo su teléfono desvinculándolo de la bocina y agarro las cosas que necesitaba para la práctica, paso por las cajas que esperaban ser llevadas al centro de donación y guardo la chaqueta en su bolso de entramiento para luego apagar las luces y cerrar la puerta con seguro.

Otra cosa que ha tenido que cambiar, es su manera de conducir, a pedido de su padre. Lastimosamente, ya no podía sentir la adrenalina subir por sus piernas cada vez que aceleraba.

Cuando llego al dojo, ignoro a cada uno de sus compañeros, excepto a la rubia que la esperaba ansiosa. Zoe la abrazo con fuerza, como si llevaran meses sin verse, razón por la cual Grecia rodo los ojos divertida.
A unos metros, se encontraban Tory y Robby observándolas, pero solo Zoe lo sabía.

Papá hizo pancakes esta mañana, te envió unos en un tupperware. — menciono la rubia mientras ambas caminaban a la par hasta la zona donde estaban los casilleros.

Oh, gracias.

Debiste llegar más temprano, Hawk vio a Robby y casi lo despedaza con la mirada, pero el sensei intervino diciendo que era nuestro invitado. ¿Piensas hablar con él?

Grecia suspiro para luego asentir. — Creo que le debo una explicación.

Zoe la miro sin querer revelar lo que pensaba. — El sensei quiere reclutarlo, ¿sabes? Creo que sería una buena idea para acabar con los Miyagi.

Vaya... Mira cómo estás hablando. — sonrió divertida chocando su puño con el hombro de su amiga en forma juguetona.

Tory me está abriendo los ojos, hablando de ella, sé lo que paso en la comisaría y se siente mal por lo que insinuó.

Esta bien, Tory tal vez me hizo un favor de todos modos. No podía ocultarle a Robby todo lo que Sam me hizo en el pasado.

La rubia sonrió demasiado fuerte antes de volver a abrazarla con fuerza, las dos chicas se cayeron mientras se reían de ellas mismas.

¿Necesitan ayuda? — la voz de Tory interrumpió su momento, la morena asintió entre risas y levanto su mano. — Oye, siento mucho lo que paso ayer. No debí ponerte en esa posición, lamento mucho haberte presionado.

Olvídalo, Nichols. Hiciste bien, me causaste una crisis nerviosa, pero tenías razón.

Los ojos de Tory se abrieron en sorpresa. — ¿Le contaste?

Long Road (Robby Keene) PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora