8

118 10 0
                                    


Era muy temprano en la mañana cuando Grecia ya estaba preparada para el día. Se encontraba en la cocina buscando desesperadamente un contenedor para guardar las hamburguesas doble carne que había hecho especialmente.
Usaba un vestido sencillo de color negro con flores blancas junto a una chaqueta de jeans y unos tenis negros con plataforma alta, se había recogido el cabello en un moño alto y dejo su rostro libre de maquillaje, pero brillante a causa de sus productos para la piel.

¿A dónde vas con tanta prisa? — su padre ingreso por la puerta principal dejando sus llaves en una mesa cerca. — Pensé que podíamos ver una película juntos antes de tu entrenamiento.

Tengo un lugar donde estar, te llamare cuando salga.

No, tienes que decirme a donde te diriges, Grecia. Las cosas en nuestra familia están cambiando y quiero que me cuentes todo.

La morena suspiro cerrando los ojos, sintiendo un pequeño peso en su hombro, parpadeo unas cuantas veces antes de mirar fijamente la mano de su padre apoyada en su hombro izquierdo.

No te molestes, pero pensaba ir a visitar a Robby. Ayer llamé y pedí un espacio para poder verlo. — respondió finalmente esperando alguna reacción de su parte.

La preocupación de Ronald sobre su hija y aquel chico había estado atormentándolo durante esos días. Después de su arresto, el moreno mayor temía que su única hija se enamorará del castaño de ojos verdes, por lo que escucharla decir que lo visitaría en el centro juvenil, no le sentó para nada bien.

¡Te dije que no te molestarás! — grito un poco asustada de que no la dejase ir, su padre no era muy bueno escondiendo sus emociones, por eso se abrumo al ver que la expresión de Ron cambió.

No estoy molesto y no me grites. — Ronald la señalo con el dedo índice.

Mírate al espejo, tienes cara de estreñido, es obvio que estas molesto y no me dejarás salir de casa para ir a ver a Robby.

Sali temprano del trabajo para ver una película con mi hija.

Podemos hacerlo cuando regrese. — sentir que su plan no estaba saliendo como ella quería, hizo que a Grecia se le formara un pequeño puchero.

Ronald volvió sobre sus pasos, tomo las llaves de la mesa y abrió la puerta. — Te llevare ahí, hablaremos de esto más tarde.

El camino estuvo muy callado, pero algo le decía a Grecia que su padre no estaba molesto con ella por gritarle, sino porque se estaba interesando en un chico, aunque solo sean amigos.
Sin embargo, Ron le dio un beso en su frente en forma de despedida mientras la dejaba en la entrada donde un oficial la acompaño hasta la recepción.

Grecia se sintió un poco incomoda cuando le hicieron los procedimientos obligatorios para poder entrar a la pequeña sala de visitas. La dejaron sentada en una mesa donde apoyo lo que llevaba para Robby y su bolso con sus pertenencias a dentro.

Cuando el castaño apareció, la morena pudo ver un moretón en un costado de su rostro, pero su preocupación no evito que ella le sonriera al chico. Robby tomo asiento delante de ella correspondiendo su sonrisa un tanto emocionado por saber que ella seguía ahí para él después de todo.

Al menos aquí arreglaron tu estúpido cabello. — fue lo primero que dijo sacándole una pequeña risa al de ojos verdes, quién no dejaba de mirarla. — ¿Como estas?

Lo mejor que se puede estar aquí, ¿qué hay de ti? — pregunto esta vez él, los dos se sentían comodos con el otro a pesar de estar en ese lugar.

Long Road (Robby Keene) PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora