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Nuevamente en el dojo entrenando, los estudiantes practicaban los nuevos golpes de defensa al estilo de Miyagi-Do. Cada uno de ellos mantenía un rostro inexpresivo a excepción de Grecia, que tenía el ceño fruncido y estaba harta de repetir el mismo movimiento una y otra vez.

Estos bloqueos son increíblemente específicos, están diseñados para evitar cualquier ataque. — Robby se paseaba entre los adolescentes vigilando sus técnicas cuando se acercó a Grecia. — Muéstrame encerar y pulir.

Los dos se colocaron en posición, el castaño atacó mientras que la morena aplicó la técnica del encerado y pulido.

Cuánto más aprendes Miyagi-Do, más difícil será vencerlos.

Excepto por un pequeño detalle. Todo su estilo es reactivo, sus movimientos solo son contra movimientos. — el sensei Kreese tomó su lugar frente a la clase. — Lo que quiere decir, que nosotros tenemos el control y podemos usarlos para poner trampas.

Robby se coloco delante de Tory. — Muéstrame pintar el muro. — la chica hizo lo indicado, pero terminó en el suelo debido una barrida de pies que el castaño le propinó. — Lo siento, es parte de la lección.

Grecia observó divertida como Tory le regresó los ataques tumbándolo al tatami.

¡Suficiente! — exclamó el sensei cansado. — Nichols, a mi oficina. Continúa la lección.

Para ser honestos, Grecia empezaba a odiar el hecho de que Robby tenía el mando de la clase, pero también se podía decir que quería desquitar la rabia que llevaba dentro al haber sido plantada por su propio padre un día antes.

Zoe a su lado podía sentir que algo andaba mal, su mejor amiga estaba más callada de lo usual y no se estaba riendo por la cara de sufrimiento de Kyler.

¿Me dirás porque estás molesta? — murmuró la rubia, esperando que solo la morena escuchara, pero al ver que Robby dirigió su atención a ellas supo que no era así.

No es nada. — suspiró y sin dejar de lado el entrenamiento, giro su rostro a la izquierda para verla mejor. — Papá no fue a verme como lo prometió y mi niñera se quedó a dormir por compasión.

Lo siento, ¿lo has llamado?

Quiero evitar eso, porque tendría que hablar con mamá y no estoy lista para escuchar su falsedad. — la morena terminó la conversación ahí, volvió su atención al frente notando la mirada de Robby en ella.

Aunque los dos habían olvidado su pequeña pelea, ella aún no le contaba que vivía sola en casa de su abuela. La soledad la estaba a punto de llevar a la locura.

Pensaba comprarse un gato, pero cuando estaba cerca de la tienda de mascotas pensaba en su madre gritándole que se alejara de esos sucios animales o tratándola de convencer de que es alérgica. 

¿Quieres hacer una pijama con Tory y conmigo? Para animarte.

Lo siento, Zoe, pero no pienso ser la tercera rueda. — se rio de la expresión de su amiga

Grecia se concentro nuevamente, el semi-circulo de practica se había sumido en un silencio que estaba atormentándola de manera lenta. Repetía los movimientos una y otra vez hasta que Robby termino la clase.

Al llegar a casa, después de haber pasado toda la tarde en lo de Zoe, entro por La puerta principal con una orden de comidas en la mano, para encontrarse con la sorpresa de una caja de regalo sobre la mesa de café.
Una pequeña nota mostraba que había sido su padre quien le envió aquel regalo en forma de disculpas, mas sin embargo, ignoro el presente y siguió su camino a la habitación principal que había reclamado como suya.

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2023 ⏰

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Long Road (Robby Keene) PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora