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Los eventos de la tarde pasada no salían de su mente. Ella y su madre se encontraban en un nuevo estado de relación entre ellas y aunque eso haya pasado, Grecia noto que su padre no llego a dormir esa noche.

Un nuevo día escolar se presentaba, debía ir con su chofer gracias a que su auto estaba guardado en el garaje de la casa de su abuela. Vestía un top tejido color nude, unos boyfriend jeans claros con una chaqueta a juego y unos tenis rojos vibrantes.

Se colgó su mochila saliendo del auto y entró al instituto, hallando a Zoe junto a las chicas en los pasillos, esa mañana en particular parecía que los estudiantes estuviesen emocionados por algo que Grecia desconocía.

¿Por qué hay tanto alboroto? — pregunto después de saludarlas, se colocó al lado derecho de Yasmine observando el lugar.

Miguel regreso a la escuela, le hicieron una pancarta de bienvenida.

La morena asintió un poco descolocada, el timbre sonó, las chicas se separaron excepto por Yasmine y Grecia. Los casilleros de ambas estaban en el mismo pasillo, por lo que la morena se dirigió al suyo en busca de los libros que necesitaría en la primera hora.

A unos metros detrás de ella, Miguel y Demetri hablaban cuando la rubia popular se acercó a ellos unos segundos y luego se alejó.
La morena retiro la mirada de inmediato.

Mi primera clase es Tecnología, ¿Dónde carajos están mis notas? — susurro para ella misma.

El timbre volvió a sonar, indicando que llegaría tarde, por lo que se rindió cerrando su casillero con fuerza. Se volteo con rapidez chocando con Miguel, que no dudo en sostener la cintura de la morena atrayéndola hacía él. — ¿Estas bien? — pregunto el latino frunciendo el ceño cuando Grecia se apartó con la misma rapidez con la que chocaron.

Si, gracias. — respondió alejándose sin notar la mirada extrañada del chico Diaz.

Las clases pasaron muy lentas para ella, es por eso que cuando la hora del almuerzo llego, no se molestó en buscar a las chicas y decidió sentarse en la primera mesa vacía que encontrase.
Las cobras al verla ocuparon los asientos acompañándola, uno de ellos llevándole su bandeja de almuerzo.

Uno de los que perdieron su lugar en el dojo se acercó a la mesa, buscando asiento, pero Hawk se rio colocando sus pies sobre la única silla disponible. — Lo siento, la mesa está llena.

¿Y dónde me siento? — pregunto el chico confundido.

Allá, en la mesa de los rechazados. — Hawk señalo una mesa con dos pequeños y flacos niños.

Grecia no evito reírse junto a sus compañeros, había tomado su manzana dispuesta a morderla cuando otro se acercó a la mesa.
Para su sorpresa, era Miguel, ella sabía que el chico no la conocía muy bien y esa era la única razón de la mirada extrañada que le dirigía en esos momentos.

Supe lo que le hiciste a Demetri. — hablo el moreno adelantándose a Hawk — ¿Cómo pudiste?

Deberías agradecerme por vengarme. Ellos empezaron la pelea, nosotros la terminamos.

Eso no es lo que el sensei nos enseñó.

Grecia miro el intercambio entretenida, Hawk había volteado a verla al menos dos veces y eso Miguel lo notó. No sabía quién era ella y ya van dos veces que se la tropieza en un solo día, estaba un poco intrigado, quería saber porque le sonrió burlona a Hawk y si tenía algo que ver con su presencia.

Él ya no es mi sensei.

La morena los miraba concentrada, dando la primera mordida a su manzana sin despegar sus ojos de ellos. Luego Kyler llamo su atención ahora, tenía en sus manos el brazo enyesado de Demetri con un pene dibujado en él.
Chicos, miren a este tipo. Se pasea con un pito en la mano.

Long Road (Robby Keene) PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora