Capitulo 5

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–Insisto, no sé de qué me hablas –ignoro sus palabras.

–Tenía mis dudas esa noche, tal vez estaba equivocado y era alguna clase de truco tuyo –coloca los codos en la mesa y apoyo su cabeza en sus manos– No peleaste y fue muy fácil atraparte, incluso ahora no escapas, pudiendo incluso usar tus alas, todo es debido a que estas en un cuerpo nuevo, lo cual no sería un problema, pero al estar en uno con tanto poder puedes incluso matarte tú misma, por no saber usar dicho poder.

–Tienes razón... No soy la verdadera Reina, mi mundo es muy diferente a este y de alguna forma creo que mi alma entro en el cuerpo de la Reina y no sé qué paso con la suya, pero no creo que sea correcto estar en su cuerpo –confieso angustiada– ayúdame a encontrarla.

Sin darme cuenta había confesado todo, era como si de alguna forma hubiera estado esperando una excusa para poder decirlo. Me sentía bastante frustrada y platicarlo había aligerado mi culpa incluso si no lo había solucionado, no quería ninguna respuesta o consejo en este momento, solo quería ser escuchada, ya que no le había hablado a nadie sobre esto desde que llegue.

–No lo entiendes, no me interesa qué le haya pasado a la Reina, te quiero a ti, tu alma... siento como si estuviera conectada a la mía –Lancelot se pone de pie y se coloca de rodillas frente a mí para poner su cabeza en mi regazo– lo que siento por ti... las palabras no alcanzan para explicarlo.

–Yo... no sé qué decirte, tus sentimientos son diferentes a los míos –Lancelot me mira, toma mi mano y la pone en su mejilla.

–Esperare... te quiero y si tengo que matar el alma de la otra Reina o a todo aquel que intente separarme de ti entonces lo hare.

¿Qué cosa dijo? Sé que es el ser más malvado que existe en este mundo, pero no puedo evitar quedar sorprenderme por todo lo que dice y más cuando lo hace de una forma tan segura y tranquila.

–¿¡Acaso no sientes remordimiento al decir esas cosas!? – me pongo de pie e intento golpearlo.

–No –toma mi mano antes de golpearlo– creo que con decir que soy el "Rey Demonio" es claro que no soy alguien bueno, trato a todos como lo que son... cosas inferiores a mí ¿acaso tú sientes lastima al matar una mosca? Claro que no, es pequeña, horrible y molesta. No me importan sus vidas solo lo útil que puedan ser para mí.

–¿Qué estás diciendo?

–Pero no te preocupes –besa mi mano– contigo es diferente, tú eres mi prioridad, tú no eres como el resto. Si el mundo está a mis pies yo estoy a los tuyos. No me interesa si todos me ven como un villano mientras tú me ames.

No sé qué decir o hacer, si uso mis poderes podría lastimarlo, pero es más probable que me haga más daño yo sola por no saber usarlos, incluso si uso mis alas y salgo de aquí ¿Qué tal si vuelo demasiado alto y no sé cómo bajar? No me fue bien la primera vez que intente volar. Me siento atrapada. Lancelot se arrodilla como si fuera a pedir matrimonio.

–¿No entiendes? Soy tuyo, dime qué quieres que haga y lo hare, mi vida te pertenece y te daré el mundo entero si eso quieres, ¿te casarías conmigo?

La sirvienta que había servido el desayuno había presenciado todo desde que llegamos y parecía que había puesto bastante atención en la conversación, ya que se miraba furiosa, su mirada estaba clavada en mí, me provocaba escalofríos. Ella se acerca e interrumpe a Lancelot para decir "Mi Rey disculpe mi descaro al interrumpirlo, no sé qué le haya hecho esta mujer, pero lo ayudare" antes de darme cuenta ella ya había sacado una daga e intento clavármela, pero de forma inconsciente use mis poderes levantando la tierra en la que ella estaba de pie y para lanzarla contra la pared.

Logré que la daga no se clavara en mi corazón como ella quería y aunque no me moví lo suficientemente rápido para evitarlo, aun así logro clavarla en mi mano, no soportaba el dolor, pero no podía distraerme estaba claro que ella quería asesinarme. Mi respiración se estaba agitando y comencé a sudar frio, Lancelot corrió hacia mí era la primera vez que lo veía furioso, miro a la sirvienta con tal desprecio y odio que solo vasto con esa mirada para que ella se detuviera.

–Mi Reina no me ha hecho nada –sujeta la sirvienta del cuello– pero sin duda yo sí te hare algo a ti por lastimarla

Decidí no detenerlo, esa chica intento asesinarme, no había duda de que más tarde buscaría la forma de terminar lo que empezó, no sé qué tenía planeado hacer con ella Lancelot, pero no quería interponerme, estaba herida y lo único que quería en ese momento era que el dolor se detuviera.

La sirviente no dejaba de moverse, se estaba quedando sin aire y Lancelot no la soltaba, la mirada que él tenía era tan aterradora y sombría nunca lo había visto así, en los días que estuve en el castillo pude observar en algunas ocasiones como mataba a quienes le causaban problemas, pero siempre lo hacía con indiferencia.

Ahora era diferente, es como si él realmente buscara que ella sufriera. No tardo mucho para que la chica dejara de moverse y Lancelot simplemente la soltó, no quise preguntar, pero estaba segura de que ella había muerto. De pronto, él giro hacia mí, me tomo en sus brazos y me miraba con tanta preocupación.

–Hay que ir a tu habitación –besa mi frente– el beso tenía un hechizo, te ayudara a dejar de sentir dolor, pero aun así debemos sanar la herida rápido. 

luz y sombra. La leyenda del Reino de las Hadas +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora