Capitulo 6

1K 92 10
                                    

Estábamos en mi habitación, Lancelot me ayudo a sentarme en mi cama, parecía que estaba más preocupado por la herida que yo.

–Escucha, necesito que hagas algo, es muy difícil, pero te servirá siempre.

–De acuerdo, ¿Qué debo hacer?

–Pon tu mano sobre la herida e imagina como dentro de tu cuerpo fluye la magia y dirige toda esa magia a la herida –sigo cada paso– siento un hormigueo en la herida.

–Déjame ver –se sienta a mi lado y le muestro– bueno, parece que lo hiciste bien, la herida desapareció.

Me quede con la boca abierta, ¿Cómo era posible que una herida tan profunda haya sanado así? No tenía rastros, no había dejado cicatriz, nada, es como si nunca hubiera pasado incluso el dolor se desvaneció al instante.

De repente paso por mi cabeza una pregunta "¿eso me habría curado el cáncer que tenía mi cuerpo original?" si regresaba y mi cuerpo estaba intacto tal vez podría sanar, pero... incluso si puedo regresar a mi otra vida, ¿podría seguir viendo a Lancelot? Me avergüenza incluso pensarlo después de todo lo que ha ocurrido, pero no me desagrada del todo de cierta forma tiene su encanto.

Él seguía sentado a mi lado, atento a mi respiración, a mi cuerpo, a mí... parecía que lo único que le importaba era saber que me encontraba bien y si había algo que me hiciera demostrara lo contrario se aseguraría de resolverlo. Sin pensarlo y dejándome llevar por mis sentimientos puse mi mano sobre la suya, nunca me había percatado de lo grande que era "estoy bien, no necesitas preocuparte más, me acostare un rato" dije con tal tranquilidad, lo cual provoco un suspiro de alivio en Lancelot.

Lancelot se pone de pie me dedica una sonrisa algo forzada, ya que se notaba que seguía preocupado, puso su mano en mi barbilla provocando que mi cabeza se hiciera hacia arriba obligándome a verlo directamente a lo ojos, pensé que haría algo, pero él solo se acercó y beso mi frente para después decir "regresare en una o dos horas a asegurarme que nada te haya pasado, descansa" se dirige a la puerta y me invade un sentimiento de tristeza, quiero que se quede, quería algo más que un beso en la frente.

–¡Luna! –me pongo de pie– ese es mi nombre... ahora que sabes todo creí que sería adecuado decirlo.

–De acuerdo, te llamare así de ahora en adelante... descansa, Luna –sonríe, pero ahora parecía realmente feliz. Él abre la puerta.

–¡Lancelot! –grite su nombre, no quería que se fuera, pero tampoco me atrevía a decirlo.

–Nunca me habías llamado por mi nombre –él me mira con ojos de sorpresa y rápidamente cierra la puerta.

Era verdad, desde que lo conocí ni una sola vez lo había llamado así y no era por educación, simplemente no quería que pensara que éramos tan cercanos y creí que de alguna forma eso ayudaría a seguir manteniendo cierta distancia entre ambos y parecía que estaba funcionando, pero ahora que dije su nombre no había marcha atrás. Un calor comenzó a invadir mi cuerpo ¿acaso era miedo? O es que estaba impaciente por lo que pasaría después... era la misma sensación que había tenido esta mañana al besarnos.

–Lancelot... bésame, no puedo dejar de pensar lo que ocurrió esta mañana y yo... –susurre avergonzada, pero con la esperanza de que alcanzara a escuchar mis deseos.

Lancelot corre hacia mí, se acerca a mi oído y susurra "no tienes idea de lo jodidamente caliente que me pone eso ¿acaso quieres más?" sin pensarlo asiento con la cabeza y siento como comienza a besarme el lóbulo de la oreja sus besos bajan por mi cuello y terminan en mi clavícula mientras sus dos manos se aferran a mi cintura y me acercan a él.

–¿Estas consiente de que si me dejas continuar no planeo detenerme? –me mira con tanta pasión y forma una sonrisa que refleja que tiene tanto deseo por escuchar decirme "sí"

–No quiero que te detengas

Sostengo su rostro, sus labios y los míos se rozan para terminar en un beso apasionado, percibo su desesperación es como si quisiera todo de mí. Puedo sentir como sus manos bajan a mis glúteos y los aprietan con fuerza para después subir una a mi espalda y que sus dedos la recorran de forma lenta y sensual, se aparta de mí y dice "puedo resistirme, lo he hecho todo este tiempo, pero sé que quieres esto tanto como yo" comienzo a sentir un hormigueo por todo mi cuerpo, él se da cuenta por mi reacción y pone una sonrisa retorcida.

Lancelot me lleva a la cama y comienza a quitarse su camisa yo simplemente observo deseosa por poder tocar cada centímetro de su piel. Él se acerca y comienza a desamarrar el vestido dejándome únicamente con mis bragas y sostén, al verme en ropa interior se queda algunos segundos observando mientras sus dedos rozan mi piel y su necesidad de hacerme suya se vuelve más fuerte.

Sus besos son tan intensos, baja por mi cuello y deja un rastro de besos hasta terminar en mi pecho, puedo sentir como uno de sus brazos se estira detrás de mí y desabrocha mi sostén liberando mis senos "quiero más de ti" me susurra mientras no para de acariciarme y contesto diciendo "tómame..." él responde tomando rápidamente mi pezón en su boca, lo besa y acaricia con su lengua mientras que una de sus manos acaricia mi otro seno y la otra baja de manera sutil hasta llegar a mi muslo, todo se siente tan bien que mi respiración se vuelve agitada.

Puedo sentir como su mano se abre camino entre mis bragas para bajarlas y su dedo comienza a entrar, separo más mis piernas y parece que verme tan vulnerable para él, dispuesta a ceder a mis propios deseos y los suyos por mera satisfacción hace que se excite más, le encantaba que por primera vez yo era quien estaba a sus pies. Un dedo se convierte en dos mismos que se deslizan dentro de mí curvándolos ligeramente y moviéndolos ansioso para llevarme al límite, lo cual me hace soltar un gemido.

–Di mi nombre, Luna, dilo –comienza a besar mi cuello– hazlo o me detendré.

–Lancelot, por favor, no pares –digo entre jadeos.

Ansioso por más coloca su mano libre en mi rostro obligándome a verlo para después besarme, rodeo su espalda con mis manos, no quiero que se vaya, necesito más de él. Siento que estoy al borde, su lengua y la mía se enredan, mis muslos comienzan a contraerse y mis uñas se aferraban a la espalda de Lancelot, no puedo evitar mover mis caderas y parece que eso lo ponía más duro.

–No te contengas, falta poco –susurra mientras pega más su cuerpo al mío y siento algo duro rozando mi pierna.

Él sabía estimularme, es como si hubiera estudiado cada centímetro de mi cuerpo y su cerebro hubiera gravado mis puntos débiles, no aguantaba más me deje llevar por completo, estaba demasiado excitada. Una de sus manos quita una mía de su espalda y entrelaza sus dedos con los míos mientras tengo un orgasmo, él me besa saca sus dedos de mí y los limpia con su lengua "te miras tan bien así, esto solo me excita más".

Se aparta de mí y desabrocha su pantalón "no te imaginas lo mucho que deseaba esto" me acerco a él colocando mis manos en su abdomen y besando sus labios "entonces continua" respondo.

"¿Estás lista para mí, para sentirme dentro de ti?" pregunta de una forma tan seductora, pero a la vez tan desesperada por mi respuesta, coloca su mano detrás de mi cabeza y entrelaza sus dedos con mi cabello para jalarla hacia atrás y obligarme a verlo.

–Por favor, date prisa –digo mientras me aferro a él.

luz y sombra. La leyenda del Reino de las Hadas +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora