El misterioso muchacho soltó un suspiro pesado y cerró los ojos nuevamente. Pareció meditar por un momento, manteniendo siempre una cansada expresión neutral.-Tenemos que dejar de encontrarnos así.-Murmuró levantándose. La lentitud en sus movimientos daban a entender que estaba dolorido. Finalmente permaneció arrodillado, observando en dirección de su hombro derecho para ver a la banda.
-Ni me lo digas.-Eli fue quién tomó la palabras, mostrando una sonrisa amigable que sus babosas imitaron.
-Les dije que tuvieran cuidado, esto más bien ha sido imprudente. Ninguno ha muerto, eso es bueno-el comentario fue por lo menos curioso, un ligero tono cómico logró quitarle lo siniestro-. ¿Se encuentran bien?
-Bueno: desapareciste dejando una advertencia, apareciste de la nada y nos encerraste en un agujero.-Habló el troll, aún cruzado de brazos dejando en claro su forma de pensar. Ambas miradas se cruzaron, pero no hubo ningún cambio en sus orbes celestinas.
-¡Kord! Sí, estamos bien, sólo un poco confundidos-el muchacho asintió suavemente, la respuesta le alivia-, tú eres el que está herido.-El joven misterios miró su brazo derecho, ahora un pañuelo rojo lo rodeaba en una venda improvisada.
Por la apariencia húmeda, no sólo podía deducirse que la sangre estaba fresca y probablemente continuaba escapando de su cuerpo, sino que ese pañuelo no solía ser de tal color carmín. Tras unos segundos en silencio el herido desvió la mirada a la entrada colapsada, ignorando el tema por completo.
-Debemos seguir adelante.-Afirmó el lanzador fantasma, incorporándose como pudo valiéndose de la fuerza de sus piernas.
-¿Por qué deberíamos hacerte caso cuando pudiste llevarnos a una trampa?-El suave andar que el joven había emprendido se detuvo ante la pregunta del topoide. Aguardó un segundo y observó al grupo por sobre su hombro.
-Debieron pensarlo antes: ya es demasiado tarde para eso. Créanme que jamás quise que llegaran aquí-habló con un ligero tono de frustración-. Lo siento, pero las cosas resultaron de esta forma y no hay nada que hacer al respecto más que avanzar-fiel a sus palabras, continuó adentrándose en el túnel-. De todos modos, no es como si podamos regresar; ya no hay marcha atrás. Tenemos que encontrar otra forma de volver a sus cavernas.
Sin más que decir, avanzó en el único camino, a sabiendas de que no les quedaría de otra que seguirlo tarde o temprano. Soltó un silbido, y su bestia reaccionó, yendo a recogerlo. Al llegar a su lado se agachó, y el jinete montó con menos cuidado de con el que la meca se levantó.
-Él tiene razón-reaccionó el pelinegro-. Si intentamos abrir la entrada, podríamos hacer colapsar el túnel sobre nosotros.
-Es lo que hay.-Aceptó el peliazul, llamando a sus mecas. Montó la suya y tendió la mano a su compañero, ayudando al Campeón del Este a subir.
Una vez que todos estuvieron montados y asegurados siguieron al lanzador fantasma a una distancia prudente, sin perderle el paso. No parecía tener prisa, pues su bestia simplemente caminaba.
ESTÁS LEYENDO
Más allá del subsuelo | Juneli
FanfictionQuizás en Bajoterra los crímenes violentos y actividades ilegales son un poco diferentes a lo acostumbrado a ver en otros lugares conocidos por los Shane, pero ¿qué pasaría si lo hicieran? Una puerta fue abierta entre dos mundos, permitiendo la entr...