-¡Ah!-Aspiró de manera bruta; desesperada. El respirar lo trajo a la realidad, notando así que se trató de un terrible sueño, verdaderamente horrible.
Se apoyó en su antebrazo izquierdo, elevando la parte superior de su torso. Estabilizó su cuerpo con la mano derecha, sintiendo el tibio suelo de madera.
Miró a su alrededor para calmarse, intentando recordar dónde estaba. La banda dormía a su alrededor, era acompañado por Trixie y Kord a sus lados, mientras el topoide estaba enfrente, dándole la espalda a la puerta del garaje. En el centro de ellos, descansaba el lanzador fantasma, al que ahora conocían como Kenai Hunter.
Notando el cambio entre sus compañeros, buscó con la mirada al muchacho que se había dormido a su lado antes de que el troll tomase su lugar. Efectivamente, Eli estaba ahora dormido bajo la ventana, sentado con la espalda en la pared y Burpy junto a él, dándole calor.
Suspiró con calma, expulsando la tensión. Se sentó en dirección a la ventana mientras cubría sus ojos tras la palma izquierda, sintiendo el peso en su frente.
-¿Estás bien?-La voz de Kenai resultó más inesperada que aterradora. Volteó la cabeza para toparse con su adormilada mirada celestina. Se apoyó sobre su antebrazo derecho, dedicando su atención al Campeón del Este.
-Sí-devolvió su vista al peliazul y se tranquilizó-. Sólo fue una pesadilla.-El lanzador fantasma siguió la trayectoria de las orbes avellana del pelinegro, antes de devolverla hacia él.
-Sonó a que pasaste un mal momento.-Con la conversación, Joo Joo terminó por despertar. Se levantó del plato dónde descansaba con sus compañeras y fue junto a la mano de su lanzador.
-Joo Joo.-Saludó, acariciando la cabeza de su pequeño compañero.
-¿Qué pasó?-Preguntó Kenai, recibiendo una expresión confusa tanto del lanzador como su babosa-En tu pesadilla.
-Cosas malas.-Se limitó a decir, desviando la mirada con desconfianza. El ojiceleste permaneció en silencio, considerando su siguiente acción.
-¿Qué le sucedía a él?-Finalmente, optó por la ofensiva. Al comprender que se refería a Eli, Junjie lo observó a la defensiva. Así, confirmó las sospechas del lanzador fantasma-¿Qué te sucedía a ti? Quizás debería decir, ¿qué les sucedía a ustedes?
El pelinegro entreabrió los labios con sorpresa, intentando escoger sus palabras mientras la pequeña babosa, en su cabecita, intentaba dar sentido a la conversación.
-¿Cómo?-Preguntó atónito, nuevamente, confirmando las sospechas de Kenai.
-Llámalo intuición.-Susurró con un extraño tono decaído, agachando la mirada. Por su parte, el ojimadera no dejaba de estar del todo perturbado por la exactitud de aquella intuición.
-Sólo fue una pesadilla.-Afirmó restando importancia al asunto, sin desear hablarlo. Los ojos claros de Kenai quedaron fijos en él, con una expresión neutral combinada con el silencio entre las llamas.
-Podría volverse realidad-advirtió, haciendo que Junjie y Joo Joo lo observaran en alerta, cuestionando si se trataba de una amenaza-. Prefería advertirles en la mañana, no quería presionarlos mucho la primera noche, pero considerando el momento-hizo una pausa, pensó sus palabras y continuó, ya no podía dar marcha atrás-. Aquí abajo, las personas no valen nada, pero son muy valiosas; desaparecen. Y tú, en especial, tienes un gran precio.
-¿Qué quieres decir?-Indagó en busca de detalles, sabía que el lanzador fantasma debería dárselos.
-Como roban a las babosas que son consideradas una rareza, ocurre lo mismo con las personas-empezó a explicar-. Como podría pasarle a ellos podría pasarle a cualquiera que cumple con su mismo perfil. Tú, por otra parte, eres una novedad; y llamarás mucho la atención indeseada.
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Más allá del subsuelo | Juneli
FanficQuizás en Bajoterra los crímenes violentos y actividades ilegales son un poco diferentes a lo acostumbrado a ver en otros lugares conocidos por los Shane, pero ¿qué pasaría si lo hicieran? Una puerta fue abierta entre dos mundos, permitiendo la entr...