Astro Rey

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En el horizonte se alza con majestuosidad,
el astro rey, el Sol, en plena claridad.
Con su fulgor dorado, nos ilumina el día,
desplegando su grandeza con gran armonía.

Sus rayos se extienden como brazos de fuego,
acariciando la tierra con su calor, sin sosiego.
Ilumina los campos, los ríos y las montañas,
bañando de vida cada rincón, sin mañas.

El Sol, testigo silente de nuestro caminar,
nos guía en la jornada, sin dudar.
Con su luz, ahuyenta las sombras de la noche,
brindando esperanza,
sin ningún reproche.

Es fuente de energía, de vida y de calor,
un faro en el cielo que inspira fervor.
Sus destellos brillantes nos llenan de alegría,
y nos recuerdan que cada día es una valía.

En sus amaneceres, renace la esperanza,
un nuevo comienzo, una dulce danza.
En sus atardeceres, nos regala un canto,
un adiós poético, un sublime encanto.

Oh Sol radiante, eterno y luminoso,
testigo de amores y anhelos precioso.
En tu resplandor encontramos consuelo,
y en tu presencia, el abrazo más tierno.

Que tu luz siempre nos acompañe en el andar,
que nos guíe por senderos de dicha sin cesar.
Eres la estrella suprema, el faro de este lugar,
el Sol, nuestro eterno soñar.

El Libro de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora