Nel Cuore Della Bestia (En Proceso)

❤️Capítulo 6❤️

POV. Bridget

Mi reflejo en el espejo me decía que debía ser fuerte en cada maldito segundo, mis ojos estaban rojos de tanto contener las lágrimas que luchaban por salir, los días se me habían ido volando y hoy tendré que casarme con una Bestia, una Bestia sin escrúpulos que se cree el rey del mundo solo por ser un puto Capo, pero yo le demostraré que en el ajedrez la Reina es intocable.

Doy un largo suspiro y me encamino a mi ventana, hay muchas personas de trages elegantes entrando en mi propiedad con sus falsas sonrisas y sus tratos de miedo, pero así es la vida de un mafioso millonario, si eres alguien poco observador no te das cuenta de a quien tienes a tu lado, pero si te gustan las observaciones sabes quién es tu aliado y quién es una bil sanguijuela.

-Señorita ya es hora -me dice una de las estilistas al entrar en mi habitación.

-Solo necesito un minuto más -traté de sonar fuerte, aunque en verdad me siento más débil que nunca.

-Principezza -entra mi padre y va en mi dirección para darme un abrazo por detrás, me volteo para mirarlo -te amo tanto -sonrío con nostalgia -espero que seas feliz.

-Por lo menos tendré conmigo a mi Piccola -eso era lo único que me reconfortaba de toda esta mierda -pero -callé mi boca cuando amenazaba la voz con salir débil.

-Las echaré muchísimo de menos -me abrazó con más fuerza, respiré profundo y lo envolví en mis brazos.

-También te echaremos mucho de menos papá -se separó un poco de mi, pude ver sus ojos húmedos y la tristeza reflejada en ellos, pero no me doblegué, Bridget Ricci no derramará una lágrima más nunca en la puta vida -Vendremos a visitarte seguido -negó y me dió un beso en la frente para dirigirse a la salida, me quedé un poco confundida.

-Tu deber ahora es estar arlado de tu marido -sin más salió de mi habitación.

-¡Esa Bestia todavía no es mi marido! -grité con rabia, y me di la vuelta abrazándome a mi misma.

-Pero pronto lo seré -me quedé quieta, joder por qué esa voz causó que mi cuerpo entrara en escalofríos, en tan solo una semana me a echo sentir cosas desconocidas para mí, cosas que jamás en la vida había sentido, es como si existiera un verdadero sentimiento entre ambos y esa necesidad de protegernos, es malditamente raro, pero se que de mi parte lo único que siento es odio, odio porque se prestó para esta absurda actuación, por eso juré entrar en su corazón, entraré en el corazón de esa Bestia y lo destruiré, le voy a demostrar que las Bestias también se enamoran y sufren por amor.

-Para mi desgracia -me giré a verlo, tan sexy, hacía tres días que no lo veía, después de ir a la empresa de mi padre tuvo que irse para atender un “asunto” que necesitaba de su presencia, y no regresó hasta hoy, mejor hubiera Sido que no regresara, me dirigí frente al espejo nuevamente mirando una vez más mi reflejo, ahora mis ojos estaban menos rojos, al ver que no se marchaba me di la vuelta una vez más -¿No piensas irte?

-Date la vuelta -ordenó, negué con la cabeza, no haría lo que el dice, tensó su mandíbula y se acercó a mí, me agarró bruscamente del brazo, traté de soltarme pero me fue imposible, su fuerza era mucho mayor que la mía, me dió la vuelta.

-Eres una Bestia -pude notar en el espejo como una sonrisa apareció en sus labios, acarició mi rostro bajando por mi cuello y hombro derecho, luego colocó un hermoso collar de diamantes en mi cuello, mi mano se dirigió al collar por inercia, lo tocaba con delicadeza -es muy bonito -sonreí -pero no la quiero -solté con rabia e intenté safarme el collar de un tirón pero el me detuvo.

-Ni siquiera lo pienses -me miró desafiante y luego suspiró, nuestras miradas no perdieron contacto a través del espejo en ningún momento.

-Esta bien Bestia -dije con la voz más calmada y un poco seductora, ya que tengo que hacer esto de todas formas, que comience el juego -Ahora deja que me prepare, nos casaremos en una hora -sonreí de lado.