❤️Capítulo 5❤️

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POV. Cassiel

Bajé del auto siendo seguido por la bella dispetto, abrí la cajuela de mi auto y saqué al hombre que traía arrastrándolo hasta la entrada de la Bodega de Bridget.

-¿Segura que tienes las herramientas necesarias aquí? -pregunté con duda, me parecía raro que Bridget Ricci con solo 18 años de edad fuera tan despiadada.

-Ya lo verás Bestia -dijo juguetona mientras habría la puerta y entraba en el lugar, la seguí llevando al hombre a rastras, el citio estaba algo oscuro, solo unos pequeños focos dejaban algo de visibilidad, observé a la dispetto acercarse a una esquina y entonces hubo iluminación en todo el lugar, habían como ocho estantes con Miles de objetos de tortura, sonreí mirando los látigos que colgaban en uno de ellos, me acerqué y los tomé -Buena elección Bestia -la observé, por un segundo me quedé sumergido en el intenso gris de sus ojos -son látigos de corriente.

-Justo lo que necesitaba -hablé y me dirigí al hombre que ahora me miraba lleno de temor, quité las cuerdas de sus manos y pies dejándolo libre de amarre.

-Será divertido verte en acción -dijo en tono burlón, no pude evitar rodar los ojos y sonreír con malicia.

-Mira y aprende futura esposa -me puse de pie y con un movimiento proporcione el primer latigazo de corriente al hombre, le di en el rostro haciéndolo soltar sangre -me encanta el olor a sangre -Mi voz sonaba ronca y deseosa por ver la sangre correr -mas te vale hablar antes de que te mate -dije entre dientes.

-Juro que no se nada -respuesta incorrecta, otro golpe, esta vez en la otra parte del rostro, yo me dilataba con la sangre corriendo por su rostro mientras el rugía de dolor -nos...contrató un hombre... encapuchado -hablaba con dificultad -solo cumplía con mi misión, no se nada más -le dí una patada en el osico.

-¡¿Quien los contrató?! -pregunté con rabia, sentía como me querían reventar las venas de la rabia que sentía -tienes que saber algo más.

-Te vez sexy Bestia -la voz de la dispetto me dieron más ganas de seguir con mi trabajo, joder que bien se siente estar torturando a un hombre delante de ella, me prende con cada una de sus palabras y su seductora voz.

-Esto no es nada dispetto -la lujuria era notoria en mi ronca y fría voz, y aún más notable era mi falo duro debajo de mis pantalones amenazando con salirse de ellos.

Le rajé la camisa al hombre y lo dejé de frente, si, los latigazos en la espalda duelen, pero en el pecho, eso es ya otro puto nivel, comencé a contar internamente cada uno de los latigazos que le proporcionaba, la sangre corría por su cuerpo como el agua de la lluvia sobre los árboles que están al aire libre.

-Vale, es mi turno de unirme a la diversión -habló la dispetto acercándose a mí con una daga.

-¿Podrías alcanzarme una pinza guapa? -pregunté y ella asintió acercándose al estante para coger una pinza y luego lanzarla en mi dirección.

Miré al hombre y atrapé una de sus manos, comencé arrancando sus uñas una por una, las de ambas manos, sus gritos no paraban, era una puta melodía tan placentera.

-Mas te vale hablar -la dispetto se puso a mi lado.

-Juro...que...no...se...nada...más -tenía que parar y respirar por cada palabra que pronunciaba.

-Bien, entonces no nos sirves de nada -acercó la daga a la boca del hombre, ella traía unos guantes puestos, abrió la boca de este y sacó su lengua para empezar a cortarla poco a poco haciéndolo sufrir demasiado -lastima que no puedas vivir para contar esto -Lo observo y luego comenzó a reír como desquiciada -cierto, que tonta soy, aunque vivas no tendrás lengua para hablar -me quedé embobado mientras la veía, joder como me prende, después de terminar con su lengua enterró la daga justo en el corazón del hombre.

Nel Cuore Della Bestia (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora