Madurez

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Todo fue cambiando en la vida de la princesita.
Ya era una adulta y las cosas no le iban muy bien.
Sus padres tenían deudas y ella entendió que tenía que ayudarlos así que dejó los estudios y empezó a trabajar en un lugar donde pasó por muchas cosas, no la trataban muy bien.
-Allá adonde voy la gente no me acepta- decía ella.
Mi princesita estaba en un lugar donde no era cuidada, por eso se sentía sin valor.
-No entiendo porque tengo que pasar por estas cosas. Me siento como una rosa en el desierto, estoy en un lugar donde no puedo crecer.

Me dolía tanto verla así, la verdad es que la princesita casi nunca tenía suerte en lo que hacía

La princesita llegó a un punto en que ya no le importaba nada, le daba igual vivir o morir.
Eso me aterraba parecía como si hubiera perdido la perspectiva de la vida, como si ya no supiese lo que era vivir.
-Estoy tan cansada, ojalá todo esto se acabe pronto- ella no se refería al trabajo...

Mi niña, cuando la miraba solo conseguía ver una mirada muerta. Parecía una rosa deshidrata.
¡Seguía siendo tan joven y bella! ¿Porque estaba tan triste mi princesita? ¡Si pudiese decirle lo mucho que la amaba!

Pero a pesar de todo mi princesita continúo enfrente.
Así es como vivían los seres humanos todos en algún momento se rompían pero seguían en frente.
¡Que dura era la vida humana!

Todos estaban vivos por fuera pero rotos por dentro

Aprendí esto: no importa quien sea todos los seres humanos en algún momento se rompen pero siguen en frente o también se le puede llamar "Madurez"

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⏰ Última actualización: Jun 13, 2023 ⏰

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