Un alfa sustituto ~BinSung~

Doce

- Estoy nervioso Bin. - susurra inquieto el omega, mientras intenta esconderse en el fuerte abrazo de su alfa.

- Hey... cariño tranquilo.

- ¿Y si ellos no me quieren? ¿Y si ellos no me aceptan por...

El alfa calla los reclamos del pequeño con un beso profundo mientras intenta pasar tranquilidad por su lazo al cuerpo de su pequeño omega. Lleva dos días nervioso y es que hoy vendrán a visitarlos la familia de Changbin, claramente el alfa sabe que su madre adorara al morocho pero su pequeño compañero aún tiene inseguridades.

Se besan dulcemente por un largo tiempo hasta que los pulmones de Jisung reclaman oxígeno.

- Ellos te amarán. - susurra contra los labios del gestante.

-¿Por qué estás tan seguro?

- Porque yo lo hago con locura.

Un beso más y Jisung está seguro de lo que su alfa le dice, y es que Changbin entrega su alma cada vez que unen sus labios, le besa con tanta devoción que hace que se corazón se derrita.

No sabe en que momento empezó a sentir ese calorcito en el pecho cada vez que Changbin le ve, pero sabe ahora que haría lo que fuera para mantener a su alfa feliz y sobre todo a su lado.

Llevan recostados más de una hora y aunque a Jisung le encanta estar entre os fuertes brazos de Changbin sabe que deben salir del calor de sus sábanas para poder preparar el almuerzo ya que el hermano y la madre del chico vendrán a conocerlo.

El vientre de Sung ya está más grande de lo que normalmente un gestante de seis meses debería tener, las estrías se han hecho presentes a pesar de que se ha comprado una crema súper carísima éstas parecen no servir. A parte de eso se le dificulta hacer ya la mayoría de quehaceres por lo que el alfa ahora es quien se dedica al hogar y aunque sigue siendo torpe lo hace sorprendentemente bien.

Al omega se le escapa una risita cuando a Changbin maldice en voz alta, resulta que a pesar de poder cocinar casi de todo aún se le dificulta preparar un simple batido de fresas.

- ¿Por qué tienes que comer fresas? - cuestiona enfadado con la licuadora quien parece no querer cooperar con él.

- Esa pregunta solo te la pueden contestar nuestros cachorros. Son ellos los que consumen fresas a lo loco.

- ¿¡Cómo se pone esta cosa!?

- Ayúdame a pararme... ¡vamos, que esperas! - exclama el omega, Changbin rápidamente corre hasta la mesa del desayuno y ayuda a su omega a ponerse de pie.

Jisung camina sujetando el brazo de Bin rumbo a su futuro batido de fresas, al llegar junto a la licuadora, la coge y la coloca en un rápido movimiento, luego la enciende y le dedica una sonrisa a su alfa.

- ¡Sencillo! - dice por encima del estridente sonido de la licuadora.

Changbin le devuelve la sonrisa y deja besos en el rostro de Jisung. Al omega le encanta cuando el alfa le besa el rostro y luego terminan besándose apasionadamente Es muy satisfactorio para él sentir las fuertes manos de Seo acariciando su piel, su espalda y su vientre.

- Me encantas pequeño. - susurra sobre los labios de Jisung. - No sabes cuanto.

- También me encantas, pero justo ahora estoy muy, muy, muy ansioso por tomar mi batido de fresas. - dice el omega luego deja un beso en los marcados hoyuelos de Changbin y le empuja ligeramente para que pueda servir su delicioso desayuno mientras él vuelve lentamente a la mesa.

Cuando la comida está servida comienzan a comer tranquilamente mientras mantienen una conversación de lo más común, eso hasta que Jisung menciona algo que ha estado rodando en su cabeza desde hace varios días.