Capítulo 7: Una parte de mí.

1.1K 166 8
                                    

A partir de ese día, Mina pasó a buscar a Chaeyoung todos los días para llevarla a la clase de fútbol

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


A partir de ese día, Mina pasó a buscar a Chaeyoung todos los días para llevarla a la clase de fútbol. Esto no fue problema para Renjun, ya que amaba pasar tiempo extra con su mamá y su noona.

Hoy se estaban dirigiendo al apartamento de Chaeyoung, Mina sujetando la pequeña manita de Renjun. La mayor golpeó la puerta y ambos esperaron a que las atendiera la bonita rubia. La puerta se abrió dejando ver a una Chaeyoung con los cabellos húmedos, secando su cabello.

─¡Noona! ¿Estás lista? ─Preguntó Renjun, mientras entraba y se sentaba en el sillón de Chaeyoung, sacándole una risita divertida a las mayores.

─Aún no. Tengo que secar mi cabello y podremos irnos. ─Respondió sonriente. Las manos de Mina rozaron las suyas y tomaron la toalla. Chaeyoung la miró confundida.

─Déjame ayudarte. ─Mina guió a Chaeyoung hasta una silla para que se sentara y le diera un acceso más fácil a su cabello. Con suma delicadeza, la japonesa secó sus cabellos dorados. La menor solo sonreía embobada, le parecía muy dulce lo que hacía Mina por ella. Al cabo de unos minutos, su cabello ya estaba seco.─ ¡Listo!

─Muchas gracias, Minari... ─Al escuchar ese apodo, la japonesa sonrió ampliamente y se ubicó frente a ella.

─Merezco un premio ¿No crees? ─Las mejillas de Chaeyoung se tornaron se un bonito color rosado, más su pequeña sonrisa que dejaba ver su hoyuelo. Lo pensó por unos segundos y luego, disimuladamente, señaló a Renjun. Mina comprendió lo que quería decir y habló captando la atención del niño.─ Renjunie ¿Me puedes decir qué ves por la ventana?

El pequeño asintió y pegó sus manitas al cristal de la ventana, observando detenidamente lo que había afuera. Mina sonrió, aprovechando esta distracción, y besó los labios de Chaeyoung, quien correspondió con una sonrisa divertida. No duró más que unos segundos, ya que se separaron ante la fuerte voz de Renjun.

─¡Afuera hay un pajarito en el árbol! ─Exclamó emocionado, señalando con su dedo a dicho animal y mirando a su mamá y a su noona.─ ¡Eso hay, mami!

─¡Vaya! Gracias, Renjun ¿Nos vamos? ─El pequeño asintió y, tomando las manos de Mina y Chaeyoung, salieron del lugar.

Hoy Mina no había podido quedarse en el entrenamiento del pequeño Renjun porque tenía una reunión en la empresa, por lo que Chaeyoung se ofreció a llevarlo a su casa hasta que la nipona pudiera ir a buscarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoy Mina no había podido quedarse en el entrenamiento del pequeño Renjun porque tenía una reunión en la empresa, por lo que Chaeyoung se ofreció a llevarlo a su casa hasta que la nipona pudiera ir a buscarlo. Obviamente, esto al niño le fascinó.

Cuando Mina finalmente acabó con la reunión, decidió ir primero a comprar algunos postres para su hijo y la bonita rubia que robó sus corazones. Sin duda Mina estaba enamorada, no lo iba a negar.

Una vez hechas las compras, la japonesa se subió a su coche y condujo hasta el departamento de Chaeyoung. Entró al edificio, saludó a los guardias, y subió en el elevador hasta el piso siete, dónde vivía la menor. Una vez frente a la puerta, golpeó suavemente.

No tuvo que esperar demasiado, pues al cabo de tan sólo unos segundos, Chaeyoung le abrió la puerta mientras cargaba al pequeño Renjun quien estaba dormido en sus brazos.

─ Veo que alguien está muy cómodo. ─Dijo Mina entre risas, acariciando el suave cabello del niño para luego saludar a Chaeyoung con un pequeño beso en los labios.

─ Llegó exhausto luego de la práctica. No parece que vaya a descansar hasta anotar un gol. ─Rió Chaeyoung, viendo como Mina cerraba la puerta y ambas se dirigían a la sala.─ Es bastante determinado.

─ Eso lo sacó de mí. Cuando quiero algo, no me detengo hasta conseguirlo. ─Agregó la japonesa, mirando a Chaeyoung con una sonrisa coqueta y sacándole un pequeño sonrojo.

─ Sin duda es un pequeño Myoui. ─La rubia trató de ocultar su sonrojo mirando a otro lado, dejando a Renjun descansar en el sillón y dejando un pequeño beso en su frente.

Ya con los brazos libres, se acercó tímidamente a Mina y los extendió, buscando recibir un abrazo que no se hizo esperar. La pelinegra la envolvió en su brazos y la llenó de besitos. Claro, todo esto tras haber dejado los postres que compró en la mesa.

La más baja se dejó envolver por la sensación de estar en los brazos de Mina, en su aroma, su calidez y suavidad. Suspiró sintiéndose ligera. Mina la hacía sentir amada.

─ Chaeyoung, gracias por cuidar y querer a Renjun como si fuera tuyo. ─Susurró acariciando los cabellos dorados de la chica que sólo sonreía contra su pecho.─ Debes saber que cada día me enamoro más de ti por la forma en la que lo tratas, cuando te veo jugar con él, ayudarlo en cosas tan simples como limpiarse. Cuando lo amas, amas una parte mía que no cualquiera podría querer.

─ ¿Sabes por qué me es tan fácil amarlo? ─Mina la miró y negó con la cabeza. Chaeyoung sonrió dulcemente y dejó un besito en sus labios.─ Porque te amo a ti.

─ Chaeyoung, yo también te amo. Gracias por aparecer en mi vida. ─Ambas se miraron fijamente por unos largos segundos, con hermosas sonrisas plasmadas en sus rostros.

El sonido del tierno bostezo de Renjun las hizo salir de su burbuja, mirando hacia el pequeño que se frotaba uno de sus ojitos y las miraba.

─ Mami, noona ¿Por qué tan felices? ─Una sonrisita se asomó en su expresión adormilada. Ambas mujeres se sentaron una a cada lado del pequeño.

─ Porque parecemos una familia ¿No crees? ─Renjun asintió al escuchar estas palabras de su mamá.

─ ¡Sí! Somos una familia. Mami, yo, noona y papá. ─Al escuchar esa última palabra, Mina hizo una pequeña mueca y miró a Chaeyoung, quien parecía decirle "no pasa nada" con la mirada.─ Papá me llevará al zoológico mañana ¿Verdad?

─ Es verdad ¡mañana irás al zoológico! Verás muchos animales bonitos.

─ ¡Veré los tigres, que son los favoritos de Chaeyoung noona! ─El pequeño saltó a los brazos de la rubia, quien lo recibió entre risas.

─ Toma muchas fotos de ellos ¿Sí? ─Le dijo su entrenadora con una preciosa sonrisa. Renjun asintió.

 Renjun asintió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ʀᴏᴍᴀɴᴄᴇ ᴇɴ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ᴇxᴛʀᴀ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora