PRUEBA DE BIENVENIDA.

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John.

Después de regresar a mi taller, luego de revisar ese vehículo destruido. Tanto Wa como Lili y yo terminamos mirando la televisión durante quien sabe cuantas horas. Cuando los tres nos entrábamos viendo un programa de cocina, llegaron repentinamente a mi taller los dos acompañantes de Lili y a penas la observaron sentada en el sofá junto a nosotros, le comenzaron a soltar tremendo sermón sobre  que no debería irse sin decirle nada a nadie.

Mientras ellos discutían, uno de ellos me observo sentado al lado de ella y me miró con demasiada ira, creo que en aquel momento él pensaba que yo era el responsable de que ella viniera al taller, y por si no fuera suficiente su mirada fulminante, también había comenzado a gritarme.

Obviamente yo no le devolví ninguno de sus gritos y honestamente no se porqué actuaba así, a penas la conozco, y además ella trato de explicarles de que ella solo había venido un rato al taller para pedirme que revisara el vehículo que ellos tres habían dejado abandonado en el desierto. A lo cual rápidamente agregue que si era posible arreglarlo, pero que necesitaríamos muchas piezas para lograr eso.

Sin embargo, parece que ellos no escucharon las explicaciones que ella les trataba de dar, bueno a excepción de uno de ellos, quien parece que si la escucho y simplemente se limitó a repetirle que no volviera a irse sin decirle nada a nadie.

No entendí muy bien el porqué la sobreprotegian de esta manera. De hecho, ahora que me lo pongo a pensar, no le he preguntado nada a Lily acerca del porque los estaban persiguiendo los bandidos del desierto. Pero, supongo que es mejor no sacar ese tema, después de todo no es nada sencillo hablar sobre el como es que casi te matan unos criminales en medio del desierto.

De todas formas luego de eso, Lily se despidió de Wa y de mi, para después irse del taller siendo acompañada por esos dos sujetos.

Al día siguiente, me levante temprano en la mañana y comencé con mi rutina diaria. Primero darme un baño y luego comenzar a preparar mi desayuno. Normalmente suelo servir desayuno para dos personas, pero el señor Tom no ha regresado de su viaje. Aunque según el mensaje que él me envió hace unos días, él debería de regresar pronto.

Una vez que ya termine con los dos únicos pasos de mi muy ardua rutina, me dirigí, con mi taza de café en mano, a abrir la puerta principal de mi taller

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Una vez que ya termine con los dos únicos pasos de mi muy ardua rutina, me dirigí, con mi taza de café en mano, a abrir la puerta principal de mi taller. En el edificio solo hay dos puertas, la principal, que es la más grande debido a que es por allí que entran los vehículos que tengo que reparar, y la otra que era una puerta más pequeña para que las personas pudieran entrar.

Me dirigí hasta la pared más cercana para presionar un botón que abriría la puerta. Sin embargo, este no hizo nada, lo intente de nuevo y nuevamente no paso absolutamente nada. Fue en ese momento en que mi mente recordo algo importante.

— carajo — solté mientras suspiraba con cansancio — tengo que recordarme algún día reparar esa puerta.

Luego de decir estas palabras, le di un último sorbo a mi café, para después levantar mi brazo libre y juntar dos de mis dedos, apuntándolos hacia la puerta principal. Una vez que tenía mis dedos señalando en esa dirección, procedi a cerrar los ojos y a respirar profundamente.

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