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Scott McCall se encontraba en el jeep de su mejor amigo, pues hacía unos cuantos momentos Lydia Martin había desaparecido del hospital.
—Sabes, yo debería estar recibiendo a mi hermana mientras mi mamá trabaja.—Aviso el moreno.

—La recibes después, hay que buscar a Lydia.—Dijo Stiles mientras le pasaba la bata que momento antes la pelifresa había usado.

—¿Está es la que estaba usando?—Pregunto el moreno a lo que el pálido le dio un asentimiento con la cabeza.—No dejaré que nadie la lastime, no de nuevo.

—De acuerdo, guarda esa cosa y busquemosla.—Hablo Stiles encendiendo el auto cuando frente a ellos aparecio Allison.

La llegada de Chloe se había postergado un día más, había avisado a su padre quien a su vez aviso a su madre. La joven McCall se había detenido para visitar la tumba de los jovenes que más traumas le habían generado.

—Yo también estaré dolida siempre...—Una mujer de treinta y dos años se posaba a su costado.—Fuiste valiente Chloe, vivimos lo mismo... mi ex novio y amigo también trataron de matarme.

—¿Cómo logras superarlo, Sid?—Pregunto Chloe mientras veía la lápida de la que alguna vez fue su amiga.

—Jamás lo superas... afrontas los hechos y vives con ellos, pero jamás lo superas del todo.— La mujer hablo, mientras le dedicaba una cálida sonrisa.

—Oigan, es hora de seguir el viaje... llegaremos en la mañana a Beacon Hills.—Una reportera atractiva caminaba hacía las chicas acompañada de un policía.

Chloe observó a los adultos que le acompañaban, su padre había insistido que lo mejor era que el oficial Dwight les acompañará mientras él hacía todo los tramites para trasladar a la castaña a la escuela del pueblo.

CAOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora