Atrapada en una casa de locos [Cissamione]

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"¡Madre!" una voz familiar sobresaltó a Narcissa y Lucius, quienes habían salido de su burbuja de privacidad en el momento en que Voldemort partió su varita durante su impresionante demostración de magia.

"Draco, muchacho!" Narcissa se deslizó de los brazos de Lucius y besó el rostro de su hijo a través de las lágrimas.

El joven Malfoy trató de fingir que odiaba el afecto, pero su lenguaje corporal lo traicionó. Estaba claramente aliviado de encontrar a sus padres ilesos. Pero no tuvieron mucho tiempo para una feliz reunión familiar, porque Voldemort asintió a Bellatrix y la loca ordenó a las fuerzas cargar.

"Quédate conmigo", la hermana Black más joven agarró la mano de su hijo con fuerza, "nos protegeremos unos a otros".

Esperaron a que la masa los pasara primero antes de seguir a Voldemort junto con Bellatrix y sus Mortífagos de mayor confianza. Todavía no iban a pelear. Se limitaron a observar cómo las primeras filas de soldados eran utilizadas como carne de cañón contra los defensores de Hogwarts. Su único propósito era desgastar a los enemigos, reducir sus filas, herirlos y agotarlos. Solo entonces el propio Voldemort se mezclaría en la batalla.

"Iremos al Bosque Prohibido", dijo el Señor Oscuro en el momento en que las arañas emergieron de los árboles, "les daremos una hora para contemplar sus errores antes de retirar nuestras tropas".

Draco se aclaró la garganta, "también serán atacados de adentro hacia afuera. McGonagall había encerrado a los Slytherins de séptimo año en las mazmorras, pero los liberé antes de reunirme contigo.

El heredero de la Casa de Malfoy trató de mantenerse erguido cuando Voldemort se giró para mirarlo. Esperaba que el mago no mirara dentro de su cabeza para confirmar la historia, ya que habría encontrado a Draco haciendo todo lo posible para convencer a sus compañeros de clase de que dirigieran o apoyaran a la Orden. La mayoría de ellos habían decidido huir, no queriendo avergonzar a sus familias de sangre pura volviéndose contra ellos. Pero algunos habían decidido quedarse.

Por suerte para Draco, Voldemort simplemente asintió hacia él, "chico inteligente. Debo decir que me sorprende la familia Malfoy. Tal vez te he juzgado con demasiada dureza.

Narcissa apretó la mano de su hijo cuando todos siguieron a su Maestro al Bosque Prohibido y no pudo evitar pensar en Hermione. Ahora, con Draco a salvo en sus manos, esperaba desesperadamente que la bruja de Gryffindor no resultara herida en la batalla. Cuando un Mortífago herido apareció frente a ellos, solo para desmoronarse y caer muerto a los pies de Voldemort, el asqueroso mago parecía más divertido que disgustado. Claramente, Severus había tenido éxito en eliminar las limitaciones mágicas que existían dentro de la escuela. De repente, Voldemort se volvió hacia ellos y señaló a Lucius.

"Tú... encuéntrame Severus y dile que venga a la Casa del Bote cerca del Lago Negro".

El mago rubio inmediatamente se inclinó profundamente y desapareció en el aire, capaz de desaparecer también ahora. Draco se preguntó vagamente si Snape también había terminado el hechizo que impedía que los muggles vieran el castillo real ahora, en lugar de las ruinas espeluznantes, y solo podía esperar que todavía estuvieran ocultos a la vista. Una batalla de este tamaño definitivamente generaría algunas preguntas.

"¿Mi señor?" Bellatrix preguntó vacilante cuando Voldemort parecía perdido en sus pensamientos mientras miraba su varita dañada.

"Ve al bosque. Te encontraré allí", finalmente gruñó el hombre antes de desaparecer.

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Hermione gritó cuando vio que Lavender estaba siendo mutilada por Fenrir y alejó al desdichado hombre lobo de su antiguo compañero de clase. El hombre aulló cuando salió disparado por una ventana y aterrizó sobre su cráneo con un crujido repugnante. No tuvieron tiempo de comprobar si Lavender aún respiraba, porque un gigante se balanceaba con una viga que una vez había pertenecido al techo de Hogwarts y casi les arranca la cabeza.