En lo profundo del Nilo (Moon Knight y tú) [TERMINADA]

Capítulo 35: Esto se acaba ahora

Narra ____________

Cuando Marc, Layla y yo pudimos salir del río y una vez que habíamos recuperado el aliento perdido por el esfuerzo de las últimas horas, nos dispusimos a encontrar a Jonathan y a Alexander, aunque eso son llevaba a la siguiente incógnita: ¿Dónde demonios se encontraban?

-¿Cómo vamos a hacer para encontrar a esa par de desquiciados? Estuvimos horas encerrados en la tumba debajo del agua, justo ahora pueden estar yendo hacia cualquier parte. –Sugerí, recargando mi barbilla en mi hombro.

Marc iba a decir algo y Layla lo observó confundida al notar que se quedó callado, pero fue porque Khonshu apareció, tomando la palabra.

-Yo sé dónde están. –Exclamó, formando con su mano un puño.

-¿Y cómo es que sabes eso? –Le cuestionó Marc.

-Bien, pues mientras ustedes estaban en su arduo viaje de introspección con este narcisista, –Dijo, señalando a Ra quién hizo una mueca de ofensa. –yo me puse a investigar hacia donde se habían ido ese par junto con Seth y por lo que logré rastrear, están cerca del distrito de Giza, no muy lejos de aquí. Y no sé qué planean hacer, pero será mejor que vayamos rápido a evitar que destruyan todo a su paso. –Finalizó, empuñando su cetro y señalando hacia el norte con su dedo índice, hacia donde se encontraba el distritito.

-No puedo creer que vaya a decir esto, pero por primera vez estoy de acuerdo con este sujeto. –Habló Layla, señalando al Dios de la luna, quien la miró en seguida.

-Oye, más respeto, humana. –Musitó Khonshu. –Dejaré pasar esto solo porque una vez te consideré para que fueras mi avatar si algo le sucedia a Marc, pero no voy a volver a permitir que me hables de esa manera.

Layla soltó una pequeña risa que fue acompañada por la mía, mientras que Marc llevaba sus manos a su rostro para cubrirlo. –¿Podemos irnos ya, alguien recuerda que tenemos que salvar al mundo de un Dios lleno de resentimiento y que además, es el Dios de la venganza? Vaya, eso no suena nada favorecedor para nosotros... –Murmuró Marc, pero Layla y yo seguimos adelante.

Los últimos rayos de sol ya se veían a lo lejos en el ocaso, el cielo tenía una combinación entre púrpura, azul y naranja, dados los reflejos de los últimos detalles de luz reflejados en las nubes. Ya casi se hacía de noche y nuestro momento estaba cada vez más cerca.

***

Con la luna llena justo al centro del firmamento y a casi nada de llegar a su punto máximo, las brillantes estrellas rodeándola y un viento particularmente fresco para estar en Egipto, nos encontrábamos ya cerca del distrito de Giza...

Después de que Khonshu nos guiara hasta llegar de nuevo al distrito de Giza, que no nos tomó más de treinta minutos llegar caminando, ya nos encontrábamos cerca de la zona poblada, quedaba a unos pocos pasos y si levantabas la vista, te encontrabas con una poderosa y majestuosa vista de las pirámides.

-Hemos llegado, por aquí es donde descubrí a esos idiotas resguardándose. –Khonshu nos explicó, llevándonos por entre unos callejones. –Deben subir, desde arriba se ve todo mucho mejor. –Nos sugirió, por lo que con ayuda de Marc para apoyarnos en subir por una de las escaleras fijas en el edificio, fue que tanto como Layla, yo y después Marc, nos encontrábamos en uno de los techos de los que parecía ser una casa de seguridad.

Yo empecé a buscar todo el lugar en busca de señales de Alexander, era él quien más me preocupaba, porque al liberar a Seth de la perla, ya se había vuelto su avatar y eso lo volvía el enemigo más peligroso.

Había recordado que Khonshu había dicho que Seth aún no tenía toda su fuerza completa y que solo necesitaba tiempo, pero hablábamos de horas y ese tiempo, se estaba acabando y mientras más segundos pasaban, más se recuperaba el Dios del caos ahora tendiendo un nuevo avatar y al darme cuenta de eso, teníamos que actuar rápido.