(Para una mejor lectura recomiendo escuchar: "Morena" del cantante Darviin)
Pedro tenia colocadas sus manos en tu espalda baja, y tu tenías las tuyas en sus hombros, os movíais al son de la Musica.
Era una noche de verano, se escuchaban las olas de mar de fondo, hacia un pequeño airecito que movía levemente tu pelo, y hacía que el olor de mar llenara tus fosas nasales.
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Tu pelo estaba suelto, tenías pequeñas ondas, llevabas un vestido fino largo de color blanco y debajo tu traje de baño, con unas sandalias color marrón. Llevabas puesta una flor de color rosa en tu pelo, Justo encima de tu oreja derecha. Llevabas unos pequeños aros dorados.
Podías sentir tu nariz y tus pómulos levemente rojos por el sol de las horas anteriores, pero el resto de tu cuerpo estaba moreno, ya que tu color natural permitía que te pusieras morena bastante rápido cuando te exponías al sol.
Pedro llevaba puesta una camisa blanca con los primeros botones desabrochados, y su traje de baño de color azul. Su pelo estaba despeinado, pero Dios, se veía tan bien, con sus cachetes levemente rojos también.
- Que tanto miras _______?- rió el
- Esque eres hermoso, pero parece que no te des cuenta, estoy seguro que mas de la cuarta parte de mujeres que te han visto hoy lo han pensado. - dijiste y colocaste tu mano en su cachete para acariciarla.
El sonrió
- Tu si que eres hermosa.- sonrió y de sorpresa te cogió en brazos, como si se acabaran de casar, y fue corriendo a la orilla del mar.
- Pedro Balmaceda Pascal, ni se te ocurra hacerlo.- dijiste riendo
- Pero si ya estamos llenos de sal de la tarde.- dijo y se quito sus chanclas.
- Si pero ya estaba seca.- reiste
- Pues te tocará volver a secarte.- dijo y el y se fue adentrando en el mar.
Al llegar más hondo te soltó, pero aún podías seguir tocando el suelo de puntillas.
Soltaste una risita y lo miraste. Pusiste tus brazos al rededor de su cuello y lo besaste, el colocó sus manos en tus muslos y te apretó contra su cuerpo.
Paraste el beso después de unos cuantos Segundos. - Me debes unas sandalias nuevas, las que llevo las doy por perdidas con el agua.- le diste un pequeño golpe mientras soltaste una risita.
- Sabes que te amo verdad?- dijo el manteniendo vuestras frentes juntas.
Sonreíste.
- Supongo...- dijiste
- No lo dudes, nunca, te amo tanto, cuando entraste a mi vida me revitalizaste, te amare por siempre _____, mi morena.
~~~~~En otra escena, ya ha pasado una hora y han vuelto a la habitación de hotel~~~~~
Te encontrabas debajo de el, y el daba besos por todo tu abdomen, a lo que tu te mordías el labio inferior y ponías los ojos en blanco. Después paró, y te miro fijamente a los ojos.
- Estas segura?- preguntó
- Nunca he estado más segura de algo.- dijiste
Pedro entendió y sacó un condón del bolsillo de su pantalón. Lo abrió y se lo colocó
Se colocó en tu entrada y embistió, notaste como tus paredes se tensaban, soltaste un pequeño quejido.
- Todo bien?- preguntó el
Asentiste, secándote una lágrima de tu cachete. Era tu primera vez, y ciertamente dolía.
- Mi amor si pudiera hacer algo para aliviar tu dolor lo haría.- dijo el- quieres que pare?
- N-no, continua por favor
Así fue, continuó entrando y saliendo de ti, poco a poco ese dolor fue desapareciendo y en su lugar llegó el placer. Pasaron algunos minutos hasta que cambiaron tus quejidos por gemidos. Se sentía tan bien.
Lo notabas mas cerca que nunca, sentias que tenias a alguien con quien contar para el resto de tu vida, alguien que no te iba a dejar sola o a decepcionar, te sentías protegida. Cada vez que estabas con el, tu mente entraba en un especie de estado de relajación, todos tus problemas desaparecían y se hacían más amenos cuando los hablabas con el, te comprendía tan bien y daba unos consejos que nunca fallaban.