Capítulo 2. Casa

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— ¿Qué?— preguntó la pelirosa sin entender lo que su profesor pedía

— lo que escuchó, la quiero hoy en mi casa, tendremos una larga noche — respondió sin despegar la mirada de su alumna

— ¿Y a usted que le hace pensar que iré a su casa tan tarde?— preguntó con su ceja levantada

— supongo que lo que menos quiere es perder el año por el simple hecho de no saber factorizar, ¿O me equivoco? — preguntó él con una sonrisa en su rostro, la chica quedó en total silencio, lo que decía su profesor era la verdad— si..., Lo suponía. 

El timbre del cambio de clases sonó, Alya inmediatamente puso una sonrisa, se tenía que ir y él no podía impedirlo

— me toca participación estudiantil, no puedo faltar

Christopher tomó el borrador de pizarra para empezar a limpiar el gran pizarrón que estaba lleno de ejercicios

— ¿Pues que espera, señorita Harrison?

Alya guardó su cuaderno y su lápiz en la maleta, se paró para arreglarse la falda de cuadros y luego empezó a caminar hacia la salida ignorando completamente a su profesor.

[>>>]

— ¡¿Qué él te ha dicho qué?! — preguntó exaltada Liahna, su amiga.—¿Acaso es un pedófilo? ¡¿Quien hace eso?! ¡Dime, Alya! ¡¿Qué profesor pide semejante estupidez a su alumna?! Es que yo no te lo puedo creer.

— no lo sé, Lia, yo también me quedé muy sorprendida, ¿Pero que más puedo hacer? No me gustaría perder el año; si mi papá se entera, me llevaría a su infierno en Alemania, es lo que menos quiero.

— con ese profesor que tanta bronca te tiene, es jodido que..., Ya sabes

— lo sé, Lia, ¡Pero es que mi cabeza no me da para las matemáticas! Las matemáticas y yo, no somos amigas. — dijo, Lia asintió levemente

— ¿Que sería lo peor que te puede hacer Christopher? — preguntó de repente

— nada, supongo, no sé..., Siento que no es de las personas pervertidas, él es muy correcto como para hacer cochinadas con su alumna

— ah bueno, quizás, pero si..., Eso no fuera así, ¿Que pasaría?

— pues nada, yo no tuviera nada con ese señor, ¡Ni hablar! — dijo pero de pronto, hizo una pausa— aunque...

— ¿Aunque qué?— cuestionó Lia con curiosidad, Alya la volteó a ver y una sonrisa llena de malicia apareció en su rostro— ¿Que pasa? Me asustas, Alya

— ... aunque puedo aprovechar la situación

— ¿De que hablas? No estoy entendiendo, ¿Que vas a hacer?

— ya lo verás, querida Lia.

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— creí que no vendría, señorita Harrison — Dijo Christopher mientras le abría la puerta a Alya, ella llevaba una blusa pegada al cuerpo y una pequeña falda de mezclilla. Ella abrazaba su cuaderno y su lápiz, Christopher se hizo de lado para que ella pueda pasar, al estar adentro, empezó a visualizar todo el lugar; un lugar bastante grande y muy bonito a su parecer.— ¿Su mamá no le dijo nada por salir tan tarde? — preguntó, ella solo negó

— no vivo con mi madre, vivo con Lia y sus padres

Él asintió, sabía quien era Lia a la perfección, también era su profesor

— ¿Ellos no le dijeron nada? — volvió a preguntar y ella volvió a negar

— no, esperé a que ellos durmieran para poder salir de su casa. Oiga, profesor, tengo una duda

— ¿Cuál es?

— ¿Por qué citarme tan tarde en su casa? Sinceramente no le encuentro sentido alguno, bien pudimos tener clases después del colegio, ¿No cree?

— estoy ocupado todo el día—. Respondió— la noche es el único momento donde tengo libre, pensé que usted no tendría problema.

— oh ya..., ¿Ocupado con su novia? —preguntó mientras se acercaba a él. — no creo que le guste que esté en su casa tan noche.

— tu tranquila por eso — respondió — yo no tengo ninguna pareja, así que, no te espantes, mejor ven conmigo.

Christopher giró sobre si mismo para después dirigirse hacia las escaleras, Alya lo siguió. La llevó hasta una puerta, al abrirla, puedo notar un gran estudio.

Ella miraba a su alrededor muy atentamente, «¿Por qué hay tantos libros?» es lo que se preguntaba. Christopher la llevó hasta el escritorio que se encontraba en el lugar y luego habló

— siéntese, señorita Harrison

Alya asintió levemente y después se sentó en la silla que se encontraba al frente del escritorio, Christopher se sentó en el otro lado, pero antes, había llevado una botella de whisky, la había destapado y se había servido en un vaso. Alya lo miró con la ceja levantada

— ¿Y no va a compartir, profesor?

— no puedes tomar, aún eres menor de edad—dijo.— yo solo tomaré un poco para no dormirme. —Alya lo miró y después bajó su mirada hacia el vaso con whisky, todo le estaba saliendo a la perfección. Ella sonrió discretamente pero Christopher se había percatado de sus intenciones— no insista, no le daré

— no, tranquilo, no le estoy pidiendo nada

— ¿Y entonces...? ¿Que significó esa sonrisa?— preguntó, ella negaba con su cabeza.

— no..., Nada, no pasa nada, profesor.

— bien..., Saque su cuaderno, iniciaremos con las clases

Christopher tomó un gran trago de whisky y luego, dejó el vaso de un golpe sobre el escritorio, él sacudió su cabeza levemente.

—¿Está fuerte?— Preguntó Alya, Christopher solo negó.

— solo un poco.

—mmm...— Alya sacó su cuaderno y Christopher empezó a escribir en el pizarrón que se encontraba en el lugar algunos ejercicios de factorización.

— y bien, iniciaremos con el primer caso: Factor Común

Alya dejó caer su cabeza al escritorio, cerró sus ojos con bastante frustración, «¿Por qué llegar a tan trágico momento?»   Por lo visto, ella se divertiría después.


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— ¿Así está bien?— preguntó Alya cansada; ella ya había estado haciendo si quiera unos quince ejercicio sobre el mismo tema, el mismo caso de factorización. Christopher soltó un suspiro pesado, él también estaba cansado y aún más por los varios tragos que se había tomado. Él revisó detalladamente el ejercicio, luego negó inmediatamente

— No, Alya, debes entender que signos iguales se suman, no se restan.

— ¡¿Y yo como mierda voy a acordarme de eso?!— exclamó en voz baja

— esa boca, señorita Harrison — dijo Christopher mientras levantaba una ceja, Alya se tapó la boca rápidamente y luego se disculpó. — hagamos este ejercicio juntos para irle explicando paso a paso nuevamente, ¿Si?

— está bien.—dijo Alya, después hizo una pequeña pausa— profesor, ¿Me puede dar un vaso con agua, por favor?—pidio ella, Christopher asintió.

— si, por supuesto, ya se lo traigo.

Entre Nosotros || Alya & Christopher || EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora