Capítulo 3. Pastilla Azul

144 20 4
                                    

Al momento de que Christopher saliera del estudio, Alya esperó unos para asegurarse que no volviera. Se acercó hasta donde estaba el vaso que aún contenía whisky, y de su bolsillo sacó una pequeña funda transparente que dentro había un poco de polvo que anteriormente era una pastilla azul. Alya abrió la funda rápidamente y echó la viagra molida en el licor. Tomó el vaso y lo empezó a mover levemente para disolverlo, dejó el vaso nuevamente en su sitio y ella volvió a su puesto fingiendo como si nada pasó.

Segundos después, Christopher apareció por la puerta con el vaso de agua.

- aquí tiene- dijo Chris entregándole el vaso con agua, Alya agradeció y luego tomó el vaso para beber el agua. - no sabía si prefería agua helada o al ambiente, así que le traje agua fresca.

- no se preocupe.- respondió con una sonrisa- está perfecta, gracias

- no hay de qué-. dijo, él se acercó nuevamente a su escritorio y se sentó.

<< Vamos, profesor, beba su whisky >> repetía Alya una y otra vez en su cabeza.

- ¿Ya no va a tomar?- preguntó Alya refiriéndose a la bebida alcólica que tenía Christopher, él asintió.

- lo haré pero ya mismo, y no insista que no le daré.-Alya sonrió y luego le contestó

- Le mentiría si le dijera que no se me antoja, pero tranquilo, no le pediré porque se que usted no me dará ni un solo sorbo, no perderé mi tiempo. Pero le daré un consejo.- Alya se acercó levemente a él y le dijo en voz baja- es mejor que lo beba usted en estos momentos antes de que yo tome el atrevimiento de beberlo.- Alya se incorporó nuevamente en su asiento y sonrió, Christopher la miró y luego sonrió también, de verdad que le gustaba el atrevimiento de la chica. Él tomó del vaso en un solo trago hasta dejarlo vacío.

Alya sonrió en su interior, al parecer algo se levantaría muy pronto.














[>>>]

—¿Y a usted que le sucede?— preguntó Alya levantando su ceja, ella intentaba no reírse, ya que, sabía lo que sucedía. Christopher acomodó el cuello de su camisa algo incómodo, aclaró su garganta y le respondió

— No pasa nada, señorita Harrison, continúe con lo suyo.— respondió 

Alya dejó su lápiz en el escritorio de un solo golpe, luego, se cruzó de brazos, ella ya estaba cansada pero no lo suficiente como para jugar con él por un momento.

— no seguiré—, dijo— ya estoy muy cansada como para seguir.

— Señorita Harrison, solo le falta esos dos ejercicios, luego se podrá ir, termínelos.—dijo él, Alya inmediatamente negó con su cabeza, se paró de su silla mientras Christopher la miraba con total confusión, en cuestión de pocos segundos ella se encontraba encima del escritorio, en frente de él y con las piernas cruzadas, lo miró y no puedo evitar soltar una sonrisa coqueta.—¿Qué le pasa? bájese en estos...— lo interrumpió 

— ¿Quiere que me baje?— preguntó, él tragó en seco. Alya no dejó que su profesor continuara y en un hábil movimiento ella había quedado encima de su profesor. Colocó sus manos en la nuca de Christopher para después mirarlo a los ojos de color mieles, sonrió para después acercarse a él hasta quedar a pocos milímetros de distancia. — Esto queda entre nosotros, profesor.   

Y esas fueron las ultimas palabras para que Christopher perdiera la cordura, Alya cortó la distancia mínima que tenían ambos en un beso profundo y lleno de pasión, a pesar de su corta edad, ella ya había experimentado mucho por lo tanto ella sabía lo que hacía.

Christopher inconscientemente llevó sus manos hasta la cintura de su alumna y las bajó levemente hasta los glúteos de Alya y apretarlos contra él. Alya soltaba gemidos ahogados y sentía como el miembro de su profesor se ponía cada vez más duro.

Alya se separó de él levemente, alzó su mirada y pudo notar las pupilas dilatadas de Christopher, ella sonrió en su interior, ya logró divertirse un poco, ¿Pero por qué no llevarlo a otro extremo? 

Ella se paró de él y se acercó hasta el otro lado del escritorio, recogió sus cosas y las guardó en la maleta. 

— Nos vemos, profesor.— se despidió ella y salió por la puerta sin que él lograra responder.


<<¿Qué acabaste de hacer, idiota?>> se preguntaba Christopher una y otra vez. Miró el reloj de su muñeca para después pararse con rapidez y seguir a la chica sin importarle el tremendo bulto que se encontraba entre sus piernas 

— ¡Alya!— la llamó, Alya quien ya estaba cerca de la puerta de la salida volteó a verlo .— No te puedes ir sola, es muy tarde y... — lo interrumpió. 

— ¿Está seguro que quiere que me vaya antes de resolver ese gran problema?— preguntó mientras se acercaba señalando hacía la entrepierna de Chris. 

—¿Pero que dices? pff, tu solo olvídalo

— no lo haré.— contestó con seguridad, para este punto, ella ya estaba muy cerca de su profesor.—¿ Y si..., nos divertimos un poco más, profesor?   

 — Alya...

— genial, como gustes, entonces me iré— Alya dió giró sobre si misma hasta quedar en frente de la puerta nuevamente, ella quiso avanzar pero sus planes fueron interrumpidos porque Christopher la había jalado hacía él, la tomó de la nuca y sin permiso, la besó.

Entre Nosotros || Alya & Christopher || EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora