Entre Nosotros || Alya & Christopher || EN PROCESO

Capitulo 15. Aventurita

- ¿Que hora son?

- Qué hora es.- corrige Christopher mientras tomaba un vaso con agua. Alya rueda los ojos

- ¡Bien, señor profesor!, ¿Qué hora es?- vuelve a formular su pregunta de manera irónica. Christopher ríe ante su acto.

- Ya son las doce.- responde- Creo que está más que obvio que te quedarás a dormir, ¿Cierto?, porque déjame decirte que no dejaré que salgas por esa puerta.

Alya dibuja una sonrisa en su rostro y se encoge de hombros. - bueno, realmente tienes razón, no traje mi uniforme de por gusto.

Christopher se sorprende.- Eres lista.

- Lo sé.

- Mañana tienes que levantarte temprano, así que, ya vete a dormir.- Dice antes de darse la vuelta y guardar el vaso ya lavado en el anaquel. Alya se rie y se cruza de brazos.

- No eres mi papá.- demanda.

- No, pero soy el adulto aquí.

- ¡Oh vamos! ¡Eso es demasiado anticuado!

- Claro que no.

- Claro que sí. - responde obvia. - No eres mi papá. - vuelve a decir.

- Ja, ¿A quien no le gustaría ser tu papá?- dice. Alya frunce el ceño y Chris rueda los ojos.- No tu papá literalmente. Me refiero que, ¿A quien no le gustaría ser Andrés Harrison Guschmer?, ¿Me entiendes?

- Ah, vale, ya la capté. - se rie- De hecho, tienes razón. Muchas veces he pasado por la calle y he oído hablar a mujeres deseando ser su esposa y cosas así, osea, what the fuck .

- Tu papá es reconocido por casi todo el mundo.

- Si lo es. Ha sido periodista en muchos países, y baste querido, déjame decirte...- dice pensando-, ¿Por qué terminamos hablando de mi papá?

Christopher se ríe.- No lo sé.- Luego, se acerca a Alya y la abraza por detrás, le deja un beso casto en los labios y la lleva a la habitación- Ojalá estar aquí no te traiga problemas con la familia de Mendi.

- Yo espero lo mismo..., aunque estoy casi segura que ella me salvará muy bien.

Unos pasos más y llegaron hasta la habitación. Alya había llegado a la casa de Christopher con ropa muy cómoda, así que, se acostó tal y como llegó.

Chris, por otro lado, se quitó cada una de sus prendas quedando en boxers. Luego, se metió debajo de las sábanas, a lado de Alya, y se acostó para después abrazarla por detrás.

- Buenas noches, muñeca.

- Descansa, Chris.

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- ¿Pero qué haces?- pregunta Christopher mientras ve a Alya irse hacia la puerta rápidamente.

- Llegaremos tarde, ¿No haz visto la hora?

- Claro que lo hice, y estamos bien...- rodó los ojos.- ven a desayunar.

Alya dejó su maleta tirada en el sofá, luego caminó hasta donde se encontraba Christopher y se sentó en una de las sillas. Chris le servía jugo de Naranja y Alya se frotaba los ojos.

- Muchas gracias...- le agradece con una sonrisa leve mientras recibe su vaso con jugo.

- No hay de qué, señorita. - sonríe y Alya hace lo mismo -. Se nota que te estas muriendo de sueño

Alya niega. - No tanto, estoy acostumbrada dormir hasta tarde. Normalmente, Lia y yo nos quedamos despiertas haciendo tareas o hablando de cualquier babosería..., ya sabes, cosas de chicas.

Chris asienta y empieza a desayunar. - ¿Si desayunas antes de ir al colegio?

Aly hace una mueca y niega. - No me da tiempo para desayunar, así que no. Pero no importa, no me he muerto y ya llevo años así, no te preocupes.

- pues si me preocupo, con razón sueles llegar toda moribunda y yo creyendo que consumías algo ilegal. - dice, Alya levanta una ceja y rie.

- No seas payaso.

Christopher ríe también, luego ambos guardan silencio para nada incómodo y se disponen a desayunar cada uno.

Al momento que Harrison termina de desayunar, Christopher se limpia la boca con una servilleta.

- Ve a lavarte las manos, que yo llevo esto. - dice y ella asiente y hace lo que le pide.

Ambos van hasta el auto y se adentran en él. Christopher lo pone en marcha, Alya baja el vidrio y asoma su cara por la ventana, observando las calles mientras el aire frío le pegaba en su cara.

- ¿Hoy no tienes evaluaciones o algo tareas? - pregunta Christopher y Alya lo mira mientras se queda un rato pensando.

- Am..., no creo que no..., ¡Ah, espera! - recuerda- ¡La tarea que mandaste! Lo he olvidado por completo. - admite mientras golpea su frente levemente. - Chris, revísalo la otra clase, por favor.

Christopher suelta un suspiro. - Bien, está bien..., pero no quiero que esto vuelva a ocurrir.

- Sí, te lo prometo. - responde feliz, después le deja un beso en la mejilla. - Eres el mejor.

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- Bien, señorita Harrison, hemos llegado.

- ¿No será raro que haya llegado contigo?

- No. No pasa nada - dice mientras se quita el cinturón de seguridad. Le toma la cara a Alya y deja plantado un beso en sus labios. - Ahora, sí. No se a que hora vuelva a besar tus labios- guiña el ojo.

- Lia me ha de estar esperando..., nos vemos luego.

Dice Alya antes de salir del auto. Al entrar al instituto, sintió una mirada penetrante, ya sabía que quien se trataba, así que prefirió ignorar y seguir adelante para encontrarse con Lia.

Ella estaba en la cafetería. Alya aceleró los pasos y se puso a su lado.

- Sentía como Luciana y las zorras de sus amigas me tragaban con la mirada.

- ¡Ami! Creí que te habías muerto, ¿Que tal la noche de anoche?- sonrió coqueta.

Alya rodó los ojos. - Pues nada, estaban sus amigos ahí..., Pero si logré que no revisara la tarea, algo es algo.

- Menos mal porque no me dió tiempo de hacerla.

- Tu hubiese dado tiempo si en vez de escribirte con Dereck, del otro curso, te hubieses puesto a hacer la tarea.

- No puedes reclamar, que hasta ahora no haz hecho ninguna tarea del Vélez.

- Ya no me preocupo, lo tengo comiendo en mi mano, Li. - sonríe. - Y tú tampoco tendrás que preocuparte. -guiña el ojo-. Oh, vamos, comete tu empanada rápido, que la de música ya ha de estar jodiendo. Nos va a cerrar la puerta.

Lia dio el último mordisco a su empanada y caminó tras de su amiga. - ¿Sigues con esa idea que está detrás de Christopher?

- Sí, pero es algo que me vale un comino, realmente.

- ¡Ahora dilo nuevamente hasta que te lo creas! Te enamoraste de ese señor, admitelo.

- Por supuesto que no, Lia. No digas tonterías. Él solo me va a ayudar a salvar el año y por fin graduarme. Luego, le digo bye , y hasta ahí llegó la aventurita con Christopher Vélez.