Balbuceos de mi Corazón

La batería del amor

El amor.

Como describir algo tan puro, Algo que se presenta sin ser visto, algo que se siente sin tener que tocarlo.

Tal vez no tenga la madures para describirlo; sin embargo el amor no perdona. Si eres alto o más bajo o si tienes 40 o 10 años, no perdona.

Todos tienen una manera diferente de ver el mundo y , por consiguiente, una forma diferente de ver cada cosa, incluso el amor.

Yo lo veo como una batería. Una batería grande y hermosa, que nace totalmente llena de afecto y cariño, una que se alimenta de los actos bondadosos, amables, humildes y románticos. Pero nada es para siempre y las baterías se descargan.

¿Pero que puede desgastar algo tan maravilloso como la batería del amor? Te preguntaras.

Yo lo sé

Es el perdón.

Una vez traté de explicárselo a alguien importante para mí, le dije “el perdón te quita una parte...” y no me dejo terminar...no me entendió . Pensó que me refería a que quita una parte del alma, pero no es así, el perdón sana el alma; pero ¿que es lo quita el perdón? Pues, el quita una parte del querer.

Lo explicaré. Nacemos con una batería, llena y recargada y conocemos, a lo largo de nuestra vida, a muchas personas especiales, personas a quienes amamos; pero no todo es color de rosas, porque así no es la vida.

Con el amor a veces vienen las traiciones, el desinterés o los maltratos y aún peor, acciones que esa personas sabe que están mal y sin embargo las comete; para luego pedirte perdón.

Como toda persona buena, la perdonas y te sientes más tranquilo o tranquila porque esta arrepentido, y sanaste tus heridas.

Pero la cicatriz no se borra. Sabes que no es lo mismo y que nunca volverá a ser lo mismo. Se comienza descargar. Esa persona te vuelve a pedir perdón, la perdonas, sanas y se descarga mas. Se repite hasta que ya no queda nada.

Porque nada es eterno en este mundo, ni siquiera el amor. Porque aunque ames a una persona hasta el final de tus días, justo eso sucede, mueres o mueren ambos y con ustedes ese hermoso sentimiento.

Pero de algo estas seguro. Existió.

Existió esa chispa, eso que te causaba mariposas, eso que te hacía preocuparte por ese individuo. Tal vez no fue palpable, pero sabes que existió.

Y entonces encuentras a alguien o a algo más y reemplazas esa batería con una nueva, llena de pasión y emoción, y todo vuelve a empezar. No sabes que pasará; no sabes si esta batería también se descargará o si finalmente sea esta la duradera, pero continuas.

Así es el amor. Es algo que no se puede destruir o desaparecer de tu memoria o te tu historia, pero que si se puede descargar y desgastar

Y aunque eso pase sabes que estuvo ahí.

Eso debería hacernos valorar más el amor. Pero no.

En el mundo cada vez hay más traiciones, mentiras, maltratos e infidelidades. Más baterías dañadas.  Más baterías reemplazadas. Más baterías que desgastamos nosotros mismos. Porque podemos dañar nuestra propia fuente de energía. O, en lugar de que nos dañen la batería, somos nosotros quienes dañamos la de otros.

Si embargo sigue habiendo gente que quiere pedir perdón. Y todavía hay personas que se atreven a perdonar. Hay cosas que no podemos perdonar, porque ese perdón puede hacernos más daño del que podemos imaginar. No hacemos nada para que termine o al menos disminuya.

Y a todo esto, estamos aquí, algo que importa, que importa muchísimo.

¿Pero de que sirve estar, solo para vivir sin la batería del amor?

Keizyth Azuaje