It's All Love: Reflections for Your Heart & Soul

Arriésgate

NUNCA TENGAS MIEDO DE COMETER ERRORES, TODO FORMA PARTE DEL PROCESO CREATIVO

Una de las mejores formas de conocerse a uno mismo es probar cosas nuevas. Cuando te propones hacer actividades nuevas, aprendes más sobre lo que te gusta y lo que no, e incluso puede que descubras algo que te apasiona pero no sabías.

Es bonito poder cantar siendo actriz, y cuando era más joven me encantaba cantar (incluso participé en el concurso de talentos de mi colegio en cuarto curso). Cuando tenía clases de canto, practicaba mucho con canciones de musicales porque fortalecen las cuerdas vocales, lo que hizo que me gustaran los musicales. Estas clases me hicieron amar la música a una escala gigantesca y me educaron sobre un nuevo mundo dentro de mi profesión.

Cuanto mayor me hago, más me doy cuenta de que cantar ya no es algo que me guste hacer, pero creo firmemente que hay que probar cosas nuevas en la medida de lo posible y permitirse ser creativo y libre.

A VECES MENOS ES MÁS

Los productores te dan su opinión en la propia sala de audiciones, así que tienes que darte el espacio necesario para adaptar tu actuación en función de lo que te digan. Si estoy demasiado metido en mi cabeza, si estoy demasiado apegado a lo que he ensayado, no puedo cambiar mi forma de actuar. Esta práctica se ha trasladado muy bien a otras áreas de mi vida en las que soy susceptible de pensar demasiado y tratar de controlarlo todo. Cuando se trata de conocer gente nueva, de arriesgarme en un nuevo proyecto o una nueva relación laboral, o de prepararme para un papel, también intento hacer caso a mis instintos. Prepárate, pero también permítete ser tú mismo.

ES IMPORTANTE PERDONAR, PERO ESO NO SIGNIFICA QUE HAYA QUE OLVIDAR

No es bueno guardar rencor y energía negativa después de una pelea con una amiga o con tu novio. Es mejor dejarlo pasar y arreglar la relación o seguir adelante, pero nunca olvides las lecciones que has aprendido en el proceso.

Cuando un chico con el que estaba hablando me estaba presionando, le dije que me sentía incómoda. Le dejé claro que sólo éramos amigos, pero él dejó claro que quería más que eso. Intenté dejarle lo más claro posible que no estaba interesada en tener una relación romántica con él, pero siguió insistiendo. Y fue entonces cuando me di cuenta de que tenía que poner fin a la amistad. Sabía que mi juicio sobre él era correcto y que tenía que seguir mi intuición.

SIEMPRE HABRÁ ODIO

Hace unos años estaba en una fiesta de Disney en Los Ángeles y me encontré con otra actriz que conocía. No sé qué tenía contra mí, pero estaba muy agresiva, instigando una discusión sobre nada. Yo decía una cosa y ella la contraria. Un rato después llegó Skai Jackson y estuvimos charlando un rato antes de que se fuera a hablar con otra chica. Miré y esa chica le susurraba algo al oído a Skai mientras me miraba directamente a mí. Skai no me dirigió la palabra durante el resto de la noche. Meses después, Skai y yo nos sentamos a hacer la colada. Nos dimos cuenta de que aquella chica, a la que ninguna de las dos conocíamos bien, había intentado sabotear nuestra amistad. Desde entonces somos buenas amigas. ¿No es curioso que las mismas cosas infantiles y mezquinas que ocurren en la escuela también sucedan en Hollywood?

No tienes que hacer nada para caerle mal a alguien. Lo que tengan contra ti, es cosa suya, no tuya. Los demás también tienen inseguridades y puede que no sean del todo felices. Mi sugerencia es que los pongas en tus oraciones, enviándoles amor y tratando de sentir empatía por lo que sea que estén sintiendo.

NO HAY CRECIMIENTO SIN DOLOR

Siempre me ha dado miedo correr riesgos. Y sin embargo, la carrera que elegí implica correr riesgos. Si no sales ahí fuera y vives nuevas experiencias, nunca aprenderás nada y nunca crecerás. Ya sea una relación complicada o un contratiempo, he aprendido de todas las experiencias que he tenido, las buenas y las malas.

Hace unos años, el chico con el que salía hizo algo que traicionó mi confianza y me pilló por sorpresa. Aunque la experiencia fue difícil en su momento -y créanme si les digo que me sentí muy triste y dolida- ahora estoy agradecida por ello. Aprendí lo valioso que es confiar en tus propios instintos. Estaba percibiendo muy malas vibraciones de él y me estaba dejando caer algunas indirectas sobre cómo a ella le gustaba mantener sus "opciones abiertas" cuando se trataba de relaciones. A pesar de la pulga detrás de la oreja, bajé la guardia. Dejé ir esa voz interior que me advertía de que algo no iba bien. Desde entonces me aferro a esa lección.