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- ¿Qué sientes? ¿Te lastimé? … Creo que dolió más la verdad que los golpes ¡responde! – volvío a tomar mi cabello jalandolo realmente fuerte. Quería arrancar mi cabeza – por ahora te voy a dejar que pienses en todo lo que dije , disculpame por la habitación tan incómoda, ya mis muchachos te pondrán cómoda. Regresaré después

Entraron unos hombres a la habitación y me colgaron con cadenas de las muñecas era en extremo doloroso y yo sólo podía gritar

- ¡Suéltame por favor! ¡Se lo suplico!

Ellos  me dejaron ahí. No tenía opción, no podía salir de ahí …

¿Diego Malvamaro?

¿Con quién mierda me casé?

- Regresé. ¿Cómo está doctora?

- Por favor suéltame

- Ese es el problema de las mujeres. Piden demasiado, yo le pregunté  algo y usted me pidió una cosa. Por eso las relaciones no funcionan – me bajó al piso y mis brazos ardieron – duele mucho ¿Verdad?

- Si

- Le traje comida, horrible pero es comida y no se puede perder. Siéntate quiero que mientras comas veas este video, te gustará tanto como a mí

- ¿Porque hace esto? Yo no lo conozco – no paraba de llorar –

- No es nada personal doctora, hasta bien me cae, pero su esposo… uf ese sí cruzó la línea y ahora tiene que pagar

- Por favor, se lo suplico

- ¡Cállate! Y mira esto – tomó mi cabello en sus manos y lo jalo forzandome a ver el celular.

Cuando comencé a ver el vídeo no hubo un dolor que se acercara.
Era Rodrigo… Era… es que no lo puedo decir

- Ese es tu esposo, y esa es mi hija ¿Te gusta? – me golpeó lanzandome al suelo – te hice una pregunta perra

- No… lo lamento lo lamento tanto yo no sabía no sé quién era su hija perdóneme

- Sí, tu no sabes ni quién es tu esposo… pero que mala suerte –

comenzó a golpearme una y otra vez, me daba golpes y patadas muy fuertes y yo me retorcía del dolor. Cuando se detuvo ví mi  sangre en el suelo

- Pobre y tonta doctora, su error sólo fue decir acepto. Te dejo el vídeo para que te torture tanto como a mí .
Esta vez puso el vídeo en la televisión inmensa de la habitacion.
Es que era Rodrigo de verdad, su voz su cuerpo, todo…
No había manera de editar todo eso…
Cada grito que la mujer daba era un gran tormento para mí.

Quería morirme en ese mismo instante.
Cuando ya no pude más con las pocas fuerzas que me quedaban empujé el televisor al piso y se destrozó

Ya no podía mirar el vídeo no podía orilo… era una tortura

¿ Ahora que me harán?



Diego



Desperté en la habitación y me sentía muy débil. Luego entró Jack

- ¿ Qué sucedió?

- Tuvo un infarto señor, cálmense

- ¿Qué? ¿ Dónde está Esmeralda?

- Señor está débil tiene que tranquilizarse

- ¡Me importa una maldita mierda! ¿Dónde está mi mujer?

- No sabemos aún

- ¡Mario la tiene! ¡La va a matar! Si le hace algo lo mato, lo estranguló, lo corto en pedazos

- Cálmense. Todos la están buscando

- Ese mal nacido – llore… por esmeralda, por lo que sucedió, por haberle mentido y por ser el responsible de su sufrimiento –

- La vamos a encontrar

- Jack .. señor despertó – dice Barry –

- ¿qué sucede?

- Nada…

- ¡Mientes! Dime la verdad Barry

- Am.. nada señor

- ¡Qué sucede!

- Yo… recibió este mensaje de un número desconocido. Es una foto

- ¡Muéstrame! – ví la foto de mi hermosa Esmeralda tirada en el suelo y se veía sangre en él- ¡Lo voy a matar!

- ¡No se puede levantar aún!  - llamaron al doctor y este con su enfermera me puso algo en la vena –

- La vamos a encontrar

- Sólo…
..


- ¿ Me sedaron ? – dije al despertar nuevamente –

- No tuvimos otra opción

- ¿Ya encontraron a Esmeralda?

- Siguen buscando

- ¿Ya es de día?

- Así es – me levanté y arreglé - ¿A dónde va?

- ¡ A buscar a mi mujer!

- Descanse un poco más

- No voy a descansar. No puedo hacerlo sabiendo que Mario tiene a Esmeralda ¡Tienes que ayudarme Jack!

- De acuerdo.. andando

Tomamos nuestras armas y fuimos con Barry en la camioneta

- Estoy tratando de localizar la ubicación del mensaje pero es difícil

- Dame sólo buenas noticias

- ¿Usted puede llamarlo?

- ¿Cómo?

- A Mario ¿Puede hacer que lo llame?

- No creo que sea tan estúpido

- Intente, tal vez

Tomé mi celular y marqué el número que tenía

Por favor responde

- ¡Al fin de dignas a llamar! – Barry me hizo señas para que lograra hablar lo más posible con el –

- Esto es entre tú y yo, deja ir a Esmeralda y mátame si quieres

- No. Las cosas no son fáciles. La vida no lo es

- ¡Tu mataste a mi hermano!

- Y tú a mí esposa e hija. Ahora te toca pagar hasta que no tengas más que perder

- ¡Mátame a mi! Quédate con todo, mis negocios mi dinero… pero deja a Esmeralda

- Aquí está. En shock por todo lo que hiciste, ay Diego como pudiste .. o debo decir ¿Rodrigo? – escuché un grito de Esmeralda a lo lejos, era de dolor –

- ¡Suéltala! ¡Maldito infeliz!

- ¡Lo perdí! – Mario había cortado la llamada –

- ¿No tienes nada?

- Un radio pero no es suficiente

- Pero es algo ¡Dime dónde está!

- Es a las afueras, casi llegando a la frontera quizás

- Vamos enseguida

- Avisaré al equipo

- Necesitamos todas las balas que sean posibles, vamos a matar a Mario y a su gente

- Es muy riesgoso señor ¡Debemos tener un plan!

- Jack tiene razón. Podemos hacerle mucho daño si lo pensamos bien

Comencé a toser, luego estaba el fuerte dolor de nuevo.

Aunque está vez no era tan agudo

- Recuestese – me acomodo mejor. Sería un largo viaje




- ¡Señor!

- ¿Dónde estamos?

- Llegamos al inicio del perímetro

- ¿Cuánto tiempo dormí ?

- Tal vez diez horas

- Está muy oscuro, no creo que sea pertinente buscar a ésta hora

- Señor la encontraremos mañana, tenemos que descansar

- Lo sé… vamos a un hotel y cenamos

Ellos comieron y yo no pude pasar bocado.

No con tanta culpa.

Prometo que te voy a encontrar

Sonó mi celular y nos hizo despertar

Miré la pantalla y era Mario

¿ A qué juega?

Barry conectó mi celular a su laptop

- Diego. No necesitas rastrearme. Te doy la dirección en dónde está la doctora, ve por ella

- Malnaci…. – colgó la llamada y me envió un mensaje con la ubicación –

- ¿Qué hacemos?

- Es una trampa

- ¿Qué tal que sí este alli? Mande a un equipo a que la busque señor

- Iré personalmente

- El equipo beta está por llegar, sólo quince minutos

Tomamos todas las cosas y salimos del hotel

No podía esperar.

Al llegar al lugar nos colocamos el chaleco antibala, tomamos todas las armas posibles y sólo entramos

En el sótano había una habitación y al derribar la puerta la ví

Colgada de una cadena.

Comencé a llorar y corrí a soltarla.

Estaba tan golpeada y débil

- ¿Esmeralda? .. mi amor – se desmaya y salimos del lugar.

La cargo hasta la camioneta y nos ponemos en marcha

- Está tan pálida, casi no tiene pulso – dije llorando –

- Vamos a llevarla al hospital

- ¿No llegamos a la mansión?

- Nos llevaría un día o más

- No podemos arriesgarnos – tragué y continúe hablando – tenemos que llegar como sea . Mario está cerca


Todo el camino sostuve su mano

No quería que nada le sucediera, y ya era demasiado tarde.

Al llegar inmediatamente el doctor la examinó

Los dejamos en la habitación y fui a la sala.

Tener a Esmeralda era quitarme un enorme peso de encima.

Pero algo trama Mario y no me agrada.

- ¿Cómo está doctor?

- Muy débil y deshidratada, pero ya despertó. Me llevo la muestra para sus exámenes. La veré mañana para su tratamiento

- ¿Está .. tranquila?

- Sólo llora, no logré sacarle una palabra

- Voy a ..

- Espere un poco, ella está muy débil y no puede agitarse demasiado

- Gracias doctor

- ¿Estás más tranquilo?

- Estoy más preocupado, pero ya tengo a Esmeralda

- Debe descansar fue una semana larga y difícil

- Lo sé. También descansen ustedes

Subí y pasé por mi habitación.
La mansión era mi casa y la de todos, ya que era un lugar muy grande con mucha habitaciones por si necesitábamos quedarnos.
Toda la seguridad, las armas y los hombres no eran suficiente para quedarme tranquilo

No quería enfrentar a Esmeralda, no quería porque temía de lo que me diría
..

- Señor, no quiere probar el desayuno

- ¿Le dijo algo?

- Sólo le dejé lo que le preparé. Pero tiene que comer

- Voy a hablar con ella

Respiré y toqué la puerta.

Al abrirla la admiro. Su mirada estaba perdida



Me acerqué a ella lentamente y tomé su mano.

Ni siquiera se movió

- Esmeralda… perdóname

Esperaba gritos, golpes o maldiciones incluso..

Pero ella ni siquiera se movió
- Te suplico que me perdones … yo no quise hacerte daño – besé su mano – dime algo… lo que sea

Su silencio mataba

Era como si… no estuviera aquí

- Esmeralda por lo que más quieras responde … - llore – perdón

No pude más y salí de la habitación..

Esto era tan doloroso

¿Perdonarías? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora