No lo pensé y sólo fui a buscarla
- ¿Rodrigo? … ¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabes que…
- Tu madre fue muy amable en darme tu dirección. ¿Puedo pasar?
- Sí… adelante – ella estaba sin maquillaje, con su cabello despeinado, en lo absoluto esperaba a alguien.
Y me seguía pareciendo la mujer más hermosa del mundo
- ¿Estás bien?
- No…
- ¿Qué sucede?
- Tuve algunos problemas. Lamento tanto no haberte respondido, olvidé por completo nuestra cita
- Honestamente no te entiendo. Me buscabas sin parar y de la noche a la mañana te pierdes, y ahora estás aquí … no sé qué tramas
- Dimitri murió – no sé porqué le dije eso…
Pero necesitaba a alguien que estuviera ahí …
Me sentía muy solo y la quería a ella.
No contuve mis lágrimas y ella se lanzó a abrazarme.
Se sintió tan cálido su abrazo…
- Lo lamento tanto Rodrigo…. ¿Quieres decime qué sucedió?
- No… - ella sólo volvió a abrazarme.
Aceptó sin refutar mi respuesta.
Nos quedamos abrazados hasta que pude calmarme.
Esmeralda me dió un poco de agua y pude controlarme.
Porque el dolor seguirá ahí
- Rodrigo puedes contarme lo que necesites. Lamento mucho por lo que estás pasando
- Gracias hermosa. Pero realmente no … no quiero hablar mucho sobre eso.
- ¿Qué quieres entonces?
- Estar contigo – la tomé de la cintura y la besé con pasión.
Todo el dolor que tenía lo necesitaba liberar con ella .
No se resistió y solo comenzamos a desvertirnos.
- Creí que habías dicho que no volvería a pasar – reí –