CAPITULO 4; SIEMPRE SERAS TÚ. (+18)

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*NARRA TOM*

Durante la fiesta me la pasé junto a George y August en la barra mientras Bill platicaba con los invitados y Heidi se reunía con las amigas que llegaban.

–¿Te has quedado muy pensativo desde que viste a _______?...– comentó August mientras tomaba su Martini para después darle un sorbo.

–¡Naaah!...– sonreí agachando la mirada.–¡Que es lo que dices!–.

Y es que fue imposible sacar la imagen de su cuerpo de mi mente.

Ella siempre había sido una chica con pequeños pero lindo atributos, pero apesar de eso siempre encontraba la forma de lucirlos.

Y ahora que la vuelvo a ver, no tenía nada de inocente, su cuerpo estaba tallado completamente por los dioses; su cara seguía tendiendo esa perfección junto con sus ojos azules, y su mandíbula perfectamente marcada al igual que su clavícula. Sus pechos se veían bastante bien perfecciónados junto con ese vestido negro; sus piernas se veían tonificadas.

Pensar todo esto causo que tuviera una erección sin querer.

Pocisione mi mano en mi bulto para disimular ante los chicos.

–¿Cómo se la están pasando chicos?– dijo Bill mientras tomaba asiento a un lado mío.

–¡El ambiente está genial y todo pero...– dijo George señalando el lugar.–¡Uno; no ha llegado la dama de honor, y dos... Las chicas no quieren entrar a la piscina!–.

–¿Dama de honor?– voltee a verlo mientras se me escapaba una carcajada.

–¡Claro, _______!– alzó sus hombros.–¿Dime qué no era la única chica sexy de la red carpet?–.

Sentí la necesidad de responder pero recordé que yo ya estaba comprometido con Heidi y apesar de todo lo que estuviéramos pasando, ella no merecía esto.

–¡Claro, guapísima que está la chica!– respondió Bill mientras sacaba un cigarrillo y lo prendía.

Los chicos empezaron a entablar una conversación sobre _____, autos, y muchas más cosas a lo que yo me exclui para voltear a ver todo el escenario de la fiesta, intentando calmar mi erección; hasta que ví que entró alguien por la puerta principal...

Era _______.

Lucia preciosa ante ls luz de la luna.

Caminaba con una seguridad con la que nadie la haría dudar de ella.

Una vez pasada la erección,no dije nada a los chicos y comencé a caminar en dirección hacia ella.

–¡Hola señorita!– dije mientras estaba pocisionado detrás de ella.–¿La puedo ayudar en algo?–.

–¡Si, estaba busc....– volteo y en seguida reconoció que era yo para después soltarme un pequeño golpe en el brazo.–¡No hagas eso!–.

Sonreí ante su reacción.

–¡Ven pasa, bienvenida a la mansión Kaulitz!...– dije extendiendo mis brazos para que viera la fiesta que había dentro.

–¡Wow, está bastante hermosa!...– dijo viendo cada detalle de la fachada mientras yo admiraba su cara.–¿Todo esto es casa de Bill y tú?...–.

𝔅𝔞𝔡 𝔏𝔬𝔳𝔢|| 𝔲𝔫𝔞 𝔥𝔦𝔰𝔱𝔬𝔯𝔦𝔞 𝔡𝔢 𝔗𝔬𝔪 𝔶 𝔅𝔦𝔩𝔩 𝔨𝔞𝔲𝔩𝔦𝔱𝔷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora