Capitulo : O3

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Martes.

Ya es tarde. Me había quedado dormida.

Carajo, y mil veces carajo.

Tomé lo más rápido que pude mi Yogurt de fresa y salí corriendo de mi casa.

Felizmente llegué a tiempo.

Subí las escaleras y entré a mi salón.

No había nadie.

¿Donde está todos?

Rubén: ¿Señorita?

Me sobresalte un poco y lo busqué con la mirada.

Yo: Oh..profesor Rubén.

Rubén: ¿No la dejaron entrar?

Yo: Casi..al final, pude llegar a tiempo.

Rubén: Mmm..-se puso a seguir leyendo un libro que tenía en las manos.

Yo: ¿Donde están todos?-pregunto sentándome en mi asiento.

Rubén: En la piscina.

Yo: ¿Nos toca deporte?

Rubén: Si. Cambiaron de horario. Ahora tengo tiempo libre, por eso estoy aquí. Ya que luego me toca enseñarles.

Yo: Ya veo..-me acomodé el cabello.

De todas maneras, creo que hoy me había venido la regla.

Me puse a leer. La metamorfosis.

Mi concentración fue interrumpida por la canción Unicorn Zombie Apocalypse en un móvil. Pero no era el mío.

Rubén: ¿Si?-contestó-. No,no puedo hablar.Que no dije. Joder, ¿te vas a poner en ese plan ahora? Estoy ocupado, lo siento. Bueno adiós.

Lo miré de reojo. Parecía enfadado.

Se dio cuenta que lo observaba y el también me miró.

Rubén: Disculpa si escuchaste eso.

Yo: No hay problema. Las mujeres aveces somos muy complicadas.

Algo me dijo que era mujer. ¿Su novia tal vez?

El sonrió un poco y asintió como si no quisiera dar más detalles.

Seguí con lo mío.

Pasó una hora y terminé por fin de leer mi libro. Ha sido bastante interesante.

Lo guardé en mi mochila para sacar mi libreta y ponerme a dibujar. Algo improvisado.

Rubén: ¿Te gusta leer?-me pregunta de repente.

Levanto la mirada y sonrío leve.

Yo: La verdad es que si.

Rubén: ¿Que género te gusta más?

Yo: Mm..-pienso un poco-. Me gusta de todo, pero más las de ciencia ficción.

Rubén: Que bueno. ¿Y has leído Los ojos de mi princesa?

Yo: ¿La fuerza de Sheccid?

Rubén: Si, esa.

Yo: Ah, pues no.. Dicen que es bonita. Solo que no tuve tiempo de comprarlo.

Rubén: Yo la tengo. Si quieres puedo prestártelo.

Yo: Claro, gracias.

Rubén: Te la traeré el otro lunes ¿vale?

Yo: Vale.

Intercambiamos sonrisas y de nuevo seguimos haciendo nuestras cosas.

Sonó el timbre. Avisando de que terminó la primera hora.

Mi maestro de BiologíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora