Mi maestro de Biología

Capítulo: 12

Saliendo de la universidad, Mayra decide acompañarme a casa. Nos despedimos de Jordan quien se fue con sus otros amigos.

Mayra: Me gusta el trío que formamos con Jordan.

Yo: Si, es genial. 

Mayra: Será por que es nuestro último año.-suspiró.- Dios, voy a extrañar todo.

Yo: Igual yo... pero, seguiremos juntas. Recuerda que te dije que ambas trabajaremos en el mismo hospital.

Me sonrió.

Mayra: Es verdad. Siempre tienes que animarme.

Yo: Es mi labor al ser tu mejor amiga.

Me abrazó de repente.

Mayra: Te quiero mucho.

Correspondí y la miré enternecida.

Yo: Yo también fea.-reí leve y seguimos caminando.

Mayra: Desde que te conocí supe que eras una gran persona, y lo eres. Me siento tan afortunada de tenerte, de verdad.

Yo: Vale, ¿por que tanta cursilería, eh?

Mayra: Solo quería que lo sepas. Pase lo que pase, siempre pensaré de ese modo.

La miré. Se veía algo preocupada, y tensa. Me detuve para verla mejor.

Yo: ¿Todo bien?

Mayra: Si..

Yo: Anda, que no soy tonta.

Mayra: Es que.. no sé.

Yo: ¿No dices que soy tu mejor amiga? pues, creo que merezco saber lo que te pasa. ¿Es por lo de tu mamá?

Mayra: Si, eso.

Yo: ¿Qué es lo que te preocupa? ¿Irás a verla?

Mayra: Todavía no lo he decidido.

Yo: Yo creo que deberías. Es tu mamá después de todo.

Mayra: ¿Y mi papá?

Yo: También a pesar de todo sigue siendo tu padre.

Hizo silencio. De seguro estuvo pensando.

Mayra: ¿Sabes? tienes razón. Ya no quiero ser la Mayra que es tímida con sus padres. Tengo 23 años. Soy mayor de edad, y tengo derecho a hacer muchas cosas que creo correctas.

Yo: Ya rugiste leona.-le sonreí.- Venga, sigamos caminando. Me está dando hambre.

Mayra: ¿Mañana que clases tenemos?-preguntó sentándose en mi sofá y tirando su mochila a un lado.

Yo: Mm... Deporte, Biología, Literatura y Geometría.

Mayra: Deporte. Ugh, siempre he odiado correr.

Reí y me senté a su lado.

Yo: ¿Que no estaban haciendo natación?

Mayra: Oh, cierto. Lo había olvidado.

Yo: Tu y tu cabeza de pez.-volví a levantarme para sacar una manzana del refrigerador.

Mayra: ¿Por qué no estuviste el lunes pasado?

Yo: Llegué tarde, y pensé de que me había llegado la regla. ¡También te lo conté!

Mayra: Ay, pero es que ando perdida últimamente. Entonces..

Yo: Entonces se te ocurrió la grandiosa idea de invitarlo, y obvio no lo iba a hacer.

Mayra: Pero la fuerza del destino pudo más.