Palabras bonitas...

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El siguiente contenido contiene violencia sexual, agresion fisica y verbal, escenas explicitas y un lenguaje inapropiado.

Duxo salio del baño con una dificultad notable, al asomarse por la puerta pudo divisar a Aquino que se encontraba parado mirando a una pared, Duxo trato de salir con cuidado, estaba avergonzado por lo que acababa de pasar, ya estaba a unos pasos de la puerta cuando sintio los brazos de Aquino tomarlo por la cintura.

-Pense que habiamos quedado en algo- Dijo el chico que hace unos instantes estaba mirando a la pared.

 Duxo se estremecio, solto aquella manija color dorado que contrastaba con esa blanca habitacion, y agacho su cabeza, solo miraba al piso.

-No recuerdo que hayas dicho algo- Dijo aquel nervioso chico de ojos lilas

De repente el chico de ojos miel, tomo el negro cabello del mayor y lo jalo hacia atras.

-Tu no tienes que recordar si quedamos o no en algo, solo tienes que cumplir- Un tono amenazante fue el que uso aquel chico para dirijirse a Duxo.

Acto seguido Aquino empezo a morder el cuello de Duxo, sacando jadeos de sorpresa de este ultimo, empezo a masajear las caderas de Duxo mientras este trataba de resistirse a aquellos toques inapropiados, movia las manos de Aquino tratando de liberarse pero su cuerpo estaba cansado, no podia hacer mucho, aunque algo lo alerto pues sintio la mano del chico que estaba detras suyo, tocando sus gluteos, lo que lo hizo por instinto soltar un golpe, el cual dio directo en la cara del oji miel.

-Mrd!, Aquino perdoname yo no quer- Sus palabras fueron interrumpidas por un golpe en su estomago, que termino por sofocarlo y debilitarlo a un mas. Duxo cayo al piso pues sus piernas dejaron de responder, estando en este Aquino aprovecho y lo estampo contra una pared, lo que solo causo un dolor terrible en la cabeza de aquel pelinegro, despues de estos golpes Aquino jalo el pelo de Duxo para que este se levantara, al ver que no lo hacia empezo a patearlo en el estomago, Duxo no pudo mas y con ya sus pocas fuerzas se levanto tomando la mano de Aquino, la cual sostenia el cabello alborotado del mayor, Aquino al ver que Duxo por fin se puso de pie, lo tomo de la cara para que lo veira.

-Que te costaba pararte pequeña perra?!- Aquino se estaba saliendo de sus casillas.

-Po- por favor, Aquino, ya..- Ya no quiero- Duxo sollozaba mientras decia esto.

Aquino solto el pelo de Duxo dejandolo caer, y con uno de sus pies lo recosto en el piso tomando una posicion de superioridad, se inclino para dedicarle ciertas palabras a ese pobre chico.

-Mirame bien Duxo, Quiero que sea la ultima vez que me golpees, si lo haces de nuevo te ira peor que hoy.-

Duxo solo callo, no podia responder, sentia la sangre brotar de su boca, y las lagrimas de su cara.

-Me escuchaste?!- Grito Aquino con un tono de voz que demostraba la ira de este.

- s- Si- Fue lo unico que pudo salir de la boca de Duxo pues al decir esta simple palabra la sangre empezo a salir de su boca como si de una cascada se tratase, escupiendo un poco de esta en aquella blanca sudadera que llevaba el oji miel. Aquino se quito de encima de Duxo y lo tomo del menton, haciendo que este ultimo escupiera mas sangre aun.

-Abre la boca-

Duxo hizo caso a esto, no queria un golpe mas, estaba muy agotado como para seguir. Al momento que Duxo abrio la boca y la sangre broto, Aquino planto un beso el cual estaba plagado de aquella sangre, la boca de Aquino se lleno con la sangre del mayor, pronto ese beso se volvio uno mas dulce y tranquilo, haciendo que aquel chico de cabello negro entrara en una gran confucion, pero lo que lo confundio aun mas fue lo que dijo el chico de ojos color ambar, Aquino se separo limpiando la sangre de su boca y la que se habia salido de la boca de Duxo, lo tomo de las mejillas con una suavidad y dulzura que no era propia de el.

-No me gusta golpearte palomita, pero es por tu bien- Dijo aquel chico de blanca sudadera, estas palabras causaban una gran confucion en Duxo, el mayor no entendia, a Aquino no le gustaba golpearlo, pero lo hacia, pero...


Porque era por su bien?...


-Tienes que aprender a obedecerme Duxo, si lo haces no me tendre que ver obligado a golpearte, me entiendes?- Aquino hablaba con una voz dulce y tranquilizante, lo que solo confundia mas a el pobre Duxo, se sentia bien cuando Aquino le hablaba de esta manera, pero lo que decia no tenia sentido alguno.

-Te amo palomita- Fue lo ultimo que dijo Aquino antes de darle un calido abrazo a Duxo. Este solo duro unos segundos, pues alguien llamaba a Aquino, Aquino se levanto y salio para contestar aquella llamada, dejando a Duxo solo con sus pensamientos echos un desastre.

-Porque?... Porque?!, porque mrd me gusta!!!- Se repetia el pobre chico en su mente. -Me gusta que me trate bien, suena dulce y comprensivo, pero cuando algo falla es una completa bestia!-

El pobre Duxo se sentia como basura al gustarle aquella persona que por cualquier cosa lo golpea, y porque? por unas palabras bonitas, Duxo estaba confundido se sentia protegido entre los brazos de Aquino, pero le tenia miedo a que el pudiera matarlo, pero que podia hacer? el solo era una mascota para aquel chico que estaba fuera de la habitacion, sus sentimientos no eran de relevancia y haria todo lo posible para sacar a Aquino de su estupido corazon.

-Como puede gustarme alguien que solo busca sexo de mi?- Dijo Duxo soltando pequeñas lagrimas, las cuales se deslizaban por sus rojas mejillas, estuvo un buen rato llorando hasta que callo rendido, pues el cansancio, el dolor, y lo mal que se sentia mentalmente lo estaban matando...

De mi propiedad (Anti Duxino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora