La venganza de la sombra contra los dioses

Capítulo 8: Entre las sombras

Era un nuevo día, y uno muy esperado por todos, ya que las pruebas para presentarse a paladín esperaban afuera, enfrente la iglesia. Cuando la mayoría de niños salieron y se pusieron en fila en frente de la joven ella dijo:

-???: Bueno chicos, espero que durmieran bien porque hoy tengo varias actividades que encargaros, pero antes dejadme explicaros el porqué de mi visita. Para empezar, mi nombre es Lydia. Y como vosotros, una vez viví en esta iglesia al cuidado de Jules y el resto del personal. Mi elemento es el de artes divinas así que una vez cumplí catorce años me llevaron a la academia un poco antes de tiempo por falta de estudiantes, y aunque fue difícil, actualmente estoy encargada de misiones de reclutamiento de jóvenes promesa y de subyugaciones de monstruos y bandidos. Hoy vine con la tarea de reclutar a cualquier posible joven que quiera ser paladín. Cada vez nacen menos niños con el elemento de artes divinas, así que este será el primer año que hagamos excepciones, si no, os hubiera tocado ser guardianes, médicos, o vivir de los torneos celebrados en coliseos. Bueno que me voy por las ramas, os explico que tenéis que hacer:

-Escondido entre árboles hay peligros, mas no temáis porque la luz os protegerá, buscadla, busquenla encuentrenla y tomenla, ella será la prueba de valía necesaria.

Lydia dejó a todos algo confusos con esas palabras, pero antes de que nadie hiciera preguntas siguió hablando.

-Lydia: Como dice la frase que recité, tenéis que buscar en este bosque objetos que escondí y dejé resguardados en zonas bastante difíciles de encontrar, pero estos llamarán a la persona merecedora de ellos. Tened cuidado porque en el bosque hay criaturas algo peligrosas, en esta prueba podéis elegir luchar, huir o esconderos de ellas. Mientras alguien tenga uno de los objetos podrá ir a la academia.

Un silencio que duró un minuto era doloroso hasta para las monjitas que escuchaban todo desde las ventanas, y solo sus murmullos rompían el silencio generado

-Zoru: Disculpa, qué pasa si más de una persona encuentra el mismo objeto.

-Lydia: Hmm… Buena pregunta… Bueno, sería complicado porque son ellos los que buscan a sus dueños, pero si por algún casual un objeto llama a más de uno tendrán que decidir quién se lo queda, no está permitido pelearos entre vosotros, pero sí tener un encuentro amistoso y vigilado por mí. ¿Bueno, estáis listos para salir a buscarlos? Pues, 3 2 1… VAMOS..

Todos los niños presentes se adentraron al bosque a una velocidad que parecía un rebaño de ovejas huyendo de un lobo. Mientras todos corrían, Zoru notó una mirada desde lo lejos en una colina donde se llegaba a divisar un pequeño agujero o madriguera un tanto inusual.

-Zoru: Lucky, Rin, yo voy por ahí, creo que hay algo. Nos vemos luego y mucha suerte.

-Lucky: Buena suerte también, pero seré yo quien lo encuentre antes. Vamos juntos, Rin. Así podremos protegernos en caso de que aparezca algo.

-Rin: Sí, bueno… En realidad no tengo tantas ganas de ser paladín, Lydia parecía tener un montón de trabajo, y yo tengo que buscar a mi madre y al resto de mi familia. Me quedaré esperando vuestro regreso aquí sentada.

-Lucky: Vaya pena, en el caso en que empiece a hacer frío recógete para no enfermar. Hasta luego.

-Rin: Hasta luego.

Rin se despidió con la mano mientras Lucky entraba al bosque y justo cuando lo perdió de vista escuchó algo detrás.

-???: Espero que nadie se haga daño ahí fuera, puede ser muy peligroso a veces…

Entonces Rin sintió un escalofrío en la espalda como el que ve la muerte por primera vez.

-Arzobispo Marcus: Hola querida, ¿qué haces tú aquí sola?

Lo dijo con una sonrisa escalofriante la cuál hizo a Rin arrastrarse un poco para atrás.

-Rin: Y-yo no tengo pensado participar…

-Arzobispo Marcus: ¿De verdad? Es una pena, las personas como tú son muy necesarias para curar a los demás en el campo de batalla. Y por cierto, no estés tan inquieta, no te voy a comer jo jo jo.

Se dió la vuelta mientras reía. La risa cada vez se escuchaba más lejos hasta que eventualmente cedió. Rin entonces soltó un suspiro de tranquilidad y mientras se agarraba el vestido por la parte del pecho, con una pulsación acelerada dijo:

-Rin: ¿Qué no va a comerme? Qué formas son esas de hablar conmigo. Si él supiera lo que vi esa noche probablemente intentará deshacerse de mí o llamarme loca y encerrarme en alguna celda….

Su expresión cambió enseguida de enfado a seguridad y luego a llorar de alivio por salir de ese encuentro sin ningún daño.

Mientras tanto, en una sala de la iglesia algo apartada del resto…

-Arzobispo Marcus: Entonces eso sería todo el dinero recaudado, espero que pueda darme un poco por el esfuerzo para poder contratar alguna p…

-???:  Tú, Marcus, tan asqueroso como siempre. Menos mal que callé tus estúpidos comentarios, pero como quieras. Igualmente pronto todos estos chicos serán “sacados” de aquí y tú y tus hombres deberéis dejar este lugar, así que, ¿por qué no lo disfrutas por última vez?

-Arzobispo Marcus: Sí, eso haremos. Muchas gracias , maestro. Pronto nos iremos de aquí, aunque no avisaremos a Jules ni a nadie más que mis compañeros.

-???:  Vale, como dijiste, esa paladín que vino de la academia se irá pronto, así que aprovecharemos cuando eso ocurra. Será todo más fácil para nosotros si la academia se sigue quedando sin estudiantes.

Ese día quedó pactado un encuentro que cambiaría el pueblo por completo…