Capítulo 86: Confesión y Talento

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Legion no era el único que estaba ocupado. Como estaba ocupado, a Luana le costaba dividir el día porque tenía que tomar clases para convertirse en emperatriz.

"Ugh."

Luana cayó sobre el escritorio y emitió un gemido. Aunque le gustaba que no tuviera nada que estudiar desde que se reencarnó.

Por lo general, no era difícil cuando regresaba y comenzaba a aprender de nuevo. Aún así, ella estaba bien con la teoría. Todo lo que tenía que hacer era memorizar el libro. El problema era la práctica, no la teoría.

"Danza, etiqueta, modales, instrumentos musicales, bordados".

Ruido sordo

Luana se golpeó la cabeza contra el escritorio.

¡Prefiero cocinar para ti!

Si ese es el caso, ¡Se divertiría mucho! Como ha vivido en un mundo de etiqueta, lo estaba haciendo hasta cierto punto, incluso si la cultura era diferente, pero otras cosas eran difíciles. Cada vez que bailaba, a menudo crujía, y el instrumento estaba fuera de ritmo y bordado.

"Uf".

Luana suspiró profundamente mientras miraba su dedo vendado.

¿Por qué solo las mujeres deberían hacer esto?. A ella no le gustaban particularmente los deportes, pero pensó que sería mejor aprender esgrima.

'No, ¿Por qué estoy haciendo esto en primer lugar?.'

¿No están en una relación contractual? Sin embargo, cuando recobró el sentido, se encontró tomando las lecciones de la Emperatriz. Ella dijo que lo haría, pero ¿Y Legión? Luana no tuvo más remedio que cuestionar.

'No, te lo habría dicho antes si no hubiera estado bien'.

Pero estaba nerviosa porque no había oído nada en particular.

'¿Realmente puedo hacer esto? ¿Está bien si me convierto en emperatriz?.'

En medio de eso, incluso pensé en qué pasaría si Legión también dijera que no podía hacerlo.

Aunque sabía que era una ilusión, no podía evitarlo.

Mientras apoyaba la barbilla en la mano y reflexionaba un momento, escuchó una voz familiar. Su voz era áspera, pero se sentía amistosa.

"¿Estás bien?."

Era Legión.

Mientras ella gemía, Legión parecía haber entrado.

Ante su voz preocupada, Luana saltó y lo miró. Resultó justo a tiempo. No se ajustaba a su gusto solo gemir con curiosidad.

"¡Legión! ¡Llegaste justo a tiempo!."

"Sí, gracias por darme la bienvenida".

¿Cuánto tiempo ha pasado?. Luana contuvo su deseo de saltar sobre él de inmediato y abrió la boca.

La pregunta tenía que ser resuelta primero.

"¿Legión está bien?."

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