Capítulo 90: Veneno

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El día de Legión estuvo ocupado. Pero incluso durante su apretada agenda, no se olvidaba de ver a Luana cada vez que tenía tiempo. La razón no era solo para ayudarla, sino también para hacerse tiempo para descansar.

Era feliz sin importar lo que hiciera con Luana. Para él, pasar tiempo con ella equivale a descansar. Por eso le decía a Luana que me iba a descansar.

"Eso es todo por hoy."

Con un aliento cansado, Legión le dijo al mayordomo.

"Voy a descansar ahora".

El mayordomo asintió y le indicó el paradero de Luana, que le habían informado constantemente.

"Ella debe estar en clase con Madam Safia en este momento. Pero terminará pronto, así que creo que puedes irte temprano."

"¿Qué hay de la señora Safia?."

"Todavía le está enseñando, hizo la clase un poco más difícil, pero no parece que tenga malas intenciones".

"Mantenla en vigilancia. No creo que la familia Rusti hubiera enviado a alguien sin ninguna intención".

"Está bien."

Después de la conversación, Legión se levantó de su asiento para ver a Luana.

'Creo que ha pasado un tiempo desde que nos conocimos.'

Con el tiempo, muchas cosas cambiaron. Aunque la maldición no se levantó, Legión se enamoró de Luana. El emperador murió e Ingrid desapareció. Sin embargo, al ver las noticias sobre el Escuadrón de la Muerte del Reino, parecían estar trabajando duro.

No todo lo que cambió fueron buenas noticias, pero no fueron malas.

La posición del emperador era problemática, pero podía mantener a Luana a su lado por el resto de su vida. Legión dejó escapar una pequeña risa.

Cada día se sentía feliz por él.

Cuando Legión llegó cerca del salón de clases de Luana, vio a la señora Safia saliendo del salón.

"¿Su Alteza?."

Madame Safia miró a Legión, sorprendida.

'¿Por qué está tan sorprendida de conocerme?.'

Legión así lo pensó.

Lo siguiente pasó en un instante. Miró a su alrededor, sacó una bolsita y la tiró. Cuando se estremeció, la bolsa se abrió y el polvo salió disparado.

'¿Veneno?.'

Estaba nervioso, pero por un momento, Legión gritó.

"Luana, es veneno. ¡No salgas!."

Era inmune a los venenos, pero Luana no. Luego trató de averiguar el veneno que acababa de inhalar. Si fuera veneno, cancelaría la adopción de Luana por parte de la familia Rusti, y la señora Safia tendría que comparecer ante el tribunal.

Legión se sintió mareado, y luego escuchó que alguien le susurraba al oído.

Ya no amas a Luana.

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