Secretos - Sasuhina

¡Viva el Whisky!

¿Qué había pasado?

No veía nada. No escuchaba nada… tenía los oídos embotados, su corazón le palpitaba en ellos sin saber muy bien por qué sucedía esto. Había sido un simple roce de labios con un Demonio, con una Criatura de la noche, no era para ponerse así. ¿No?

Sacudió su cabez y fue rápido al baño para refrescarse el rostro y tratar de reponerse.

¡Qué vergüenza! ¿Qué diría Naruto de esto? Pero era algo que no podía decírselo. Realmente no iba a estar con la consciencia limpia si Naruto y su amigo de toda la vida se peleaban. Además Sasuke sólo se estaba burlando de ella. La próxima vez que él se propasara con ella de esa manera tan… tan seductora, tan provocativa... ella le… le diría sus cosas de nuevo.

El sonido de su celular la trajo al mundo real. Era Naruto.

─ H-Hola N-Naruto-kun ─por su estúpida vergüenza ya estaba roja─ ¿C-Cómo estás?

─ Eso debería preguntarte yo a ti Hina-chan. ¿Estás bien? Tengo un buen rato llamándote, Dattebayo.

─ Lo siento Naruto-kun. He estado algo d-desenfocada. Acabamos de presentar el p-proyecto.

─ ¿Sí? Genial Hina-chan. ¿Cómo les fue? Dime que Sasu-teme no lo echó todo a perder.

─ No ─soltó una risilla de sólo imaginar a Sasuke echando todo a perder─ él lo hizo m-muy bien. Dijeron que siempre querrán t-trabajar con nosotros.

─ Eso es una gran noticia. Oye Hina, hoy es el cumpleaños de Sasuke. Le estoy haciendo una fiesta sorpresa. Pero nos hace falta la torta, ¿Podrías pasar por la pastelería y traerla?

─ C-Claro Naruto-kun. Demo, tendrás que darme la dirección de la casa de Sasuke-kun.

─ Sí, sí. Te la envío en un sms en un momento. Recuerda no le vayas a decir nada a Sasuke. ¿Ya vendrá para la casa?

─ Supongo que sí. Ok, es-esperaré tu mensaje.

Perfecto, ahora tendría que ir a la fiesta de Sasuke, hubiera podido decir que tenía un dolor de cabeza profundo. Pero ahora tenía la responsabilidad de llevar la torta, y ella era todo menos irresponsable. Se sentó en su escritorio y soltó un suspiro de cansancio. No quería pensar que su vida se estaba poniendo desastrosa por culpa de la llegada de Sasuke… pero ¡Era verdad! Y lo peor de todo era que le había quitado su pluma favorita. Volvió a lanzar otro suspiro. Estaba cansada.

─ Woah Hyuuga, dos suspiros en menos de un minuto... ¿Extrañabas verme?

Hinata alzó la vista y él estaba desde hacía un rato, al parecer, acomodado en la puerta frente a ella. Con su oscura mirada y su sonrisa cargada de arrogancia. Con su tez pálida y sus cabellos oscuros y peinados de una forma extraña. ¿Cómo podía ser tan guapo?

─ "No, no Hinata, no pienses eso. No caigas en sus redes. Ya sabes lo que decía la abuela, los demonios siempre son de hermosa apariencia para atraer a los humanos tontos y hacerlos sus presas. Y él es un demonio, no te conviertas en su presa."

─ Es-estaba cansada. ─Tragó fuerte y vió que era ya la hora de irse. Se levantó y tomó sus cosas y pasó al lado de Sasuke abriendo la puerta─ Ya me voy, estar c-cerca de un d-demonio, como us-usted, mucho tiempo es n-nocivo para la salud.