Hiashi: Team Sasuke

159 21 5
                                    

Amaneció sin ninguna pausa, sin ningún cambio. Como si nada estuviese pasando, pero realmente estaba pasando de todo.
Hinata se levantó de su cama, por muy tonto que pareciera hubiera querido desaparecer. Pero no, simplemente su cabeza se había decidido en jugarle sucio, y ahora a la frase del pelinegro que se repetía una y otra vez en su mente, se le había añadido el bendito refrán de Ino.
"Ojo por ojo, diente por diente".

Se dió un baño para tratar de no sucumbir ante su "yo" malvada que se había subido a su hombro derecho diciéndole en un susurro: "Si Naruto te engañó, engáñalo antes de dejarlo." Incluso su "Yo" buena susurraba pensativa en su hombro izquierdo: "Pues sí, la verdad es que se lo merece. Y además este S-Sasuke-kun está bien guapo"

¿Qué se suponía que debía hacer?

Se vistió y salió directo a la oficina. Estar sola en casa era sofocante. Cuando llegó a la empresa, Sasuke la estaba esperando frente a la puerta de la oficina.

– Buen día Hinata, es raro que llegues después de mí. ¿Ocurre algo?

¿Algo? ¡Ocurría Todo! Hinata tuvo que morderse el labio para concentrarse y pensar en una respuesta asertiva.

–N-No pasa nada, S-Sasuke-kun... Entremos.

Cuando entraron, una figura los esperaban ya adentro.

– ¡Hinata! Hija mía.

–Papá... ¡Papá! –La Hyuuga casi corrió hacia donde estaba su padre, y lo abrazó con tanta fuerza. Lo extrañaba muchísimo. – ¿Qué haces aquí Papá? ¿ Cuándo has llegado?

–Llegué esta mañana hija. ¿Acaso no puedo venir a ver a mi hija, y felicitarla por el buen trabajo que está haciendo? –Le hizo un pellizco de cariño en las mejillas de su hija y volvió su mirada perlada hacia el Uchiha menor. – Tú debes ser Sasuke, ¿No?

–Sí Señor, lo soy.

– Sólo dime Hiashi. Gracias por cuidar de mi hija –le palmeó el hombro con afecto y Sasuke recordó el vacío que sentía por sus padres– Espero que no te haya causado problemas.

–No. Todo lo contrario. Además, logramos obtener el proyecto gracias a ella. Es una gran Arquitecto.

– Eso N-No es del todo cierto. S-Sasuke-kun tiene una técnica muy avanzada y sus conocimientos en paisajismo dieron el toque que faltaba.

–Ok. Ok. Me agrada que conozcan sus puntos fuertes, porque en esa carpeta en tu escritorio hija, están una serie de proyectos que quiero que tengan.

–¿E-En serio?

–Sí. Así que para celebrarlo, quiero que sólo ustedes dos tengan una cena conmigo esta noche. Debo irme ahora. Te pasaré la dirección del restaurante y tú se la envías a Sasuke. ¿Bien?

–Sí papá.

–Nos vemos en la noche.
.
.
.
–¡Qué bueno que me llamaste Hina! –Ino revoloteaba por el closet de Hinata buscando por todos lados– ¡Uy sí! Este es. Y con estos zapatos... Ven ven Hina-chan. Ni pienses que irás en una falda más. Nop.  Hoy tienes que terminar de embobar a Sasuke.

–¿N-No crees que estás exagerando, Ino-chan? –Ella ni siquiera había decidido hacer nada. Es decir, bueno, su corazón era un caos, y su mente también. No tenía espacio para pensar en embobar, o en refranes, o en chicos demoníacos guapos. Bueno quizás en esto último, sí, un poco.

–Yo sé lo que hago. Sólo déjate llevar en mis encantos de hada madrina del mal. Jajajaja.
.
.
.
Sasuke llegó al restaurante y en la mesa que le indicó el mesero, estaba el papá de Hinata. Ella aún no llegaba.

–Hiashi... Un gusto volver a verlo.

– Sasuke... Llegaste temprano. Bien, mejor así. Siéntate.

–Hinata aún no ha llegado, es raro.

–Me llamó hace un momento y ya estaba cerca. Entonces, Sasuke... ¿Eres amigo de Naruto, no?

–Sí, desde niños. –Sasuke tomó agua de su copa y observó el restaurante, elegante, no tan lleno, con un diseño moderno pero acogedor. La mesa de ellos era circular de 3 sillas, estaban un poco alejados, así que se veía todo pero disfrutaban de la privacidad. Hiashi sonreía agradable, muy discordante de la imponente presencia que irradiaba, vestido de blanco y gris.

–Ya veo... Y... ¿Sabe él que estás enamorado de su novia?

El Uchiha casi se ahoga con el agua. Su mirada quedó congelada en la serena de Hiashi. Y su risa rompió el silencio.

–Tranquilo hijo. Sería imposible que estando tanto tiempo con mi Hinata no te enamorarías de ella. Y a decir verdad, no me gusta Naruto.

–¿Qué? –¿Esto estaba pasando? ¿El papá de Hinata le estaba dando su bendición?

– Bueno, a ella se le hará un poco difícil aceptar completamente sus sentimientos por ti. Pero no te rindas.

–Eh... –cuando vino a cenar, jamás pensó que tendría esta conversación con Hiashi, pensó que hablarían de negocios o cosas así no de ESTO. Ya ni valía la pena negarlo.– Ella no tiene sentimientos hacia mí.

–Bueno, hijo, no creo que se haya puesto así de hermosa para cenar con su papá. ¿No crees?

Sasuke miro hacia la entrada y ahí venía su perla. Usaba un vestido negro de encaje y tela negra que tapaba lo necesario hasta la mitad del muslo. La tela de los brazos era encaje transparente, y al parecer tenía parte de la espalda descubierta. Usaba unos tacones algo altos, y el cabello lo llevaba suelto, totalmente perfecto, con un suave maquillaje y sus labios de rosa, totalmente hermosa, elegante, sensual y provocativa. Todo en una.

–Si la ves así delante de Naruto, probablemente ya se haya dado cuenta de que estás totalmente embobado por ella.

Y sí que lo estaba. Totalmente embobado.

Hinata llegó, saludó y se sentó. Un sonrojo cubría sus mejillas, su padre la halagó y Sasuke no dejaba de mirarla. Se sentía hermosa. Hermosa como nunca antes se había sentido con Naruto. Con el Rubio se sentía bonita, normal... Pero con Sasuke a su lado viéndola como si pudiera comérsela ahí mismo, se sentía sexy, fuerte, deseada y poderosa. Cosas que nunca antes pensó que podía sentir.

– Bueno chicos, ya cenamos. Pero me gustaría que ustedes celebraran sus logros. Yo debo reunirme con un cliente luego de aquí. Pero, Sasuke... ¿Podrías llevar a Hinata a bailar? A ella le encanta, pero nunca se ha atrevido a ir a una disco. Cuando yo era joven iba siempre con su madre. Ahhh ... ¡Que tiempos aquellos!

–¡Papá!

–Para mí sería un placer llevarla a bailar. Conozco un buen lugar.

–No se diga más. Vayan, pasen una noche genial y nos vemos mañana de nuevo en la oficina. ¿Bien?

Hiashi se levantó, abrazó a su hija. Y luego a Sasuke. Susurrándole en el oído un "No te rindas, Soy Team Sasuke".

Notas Finales:

Uff ni les cuento
Sin PC
Con fallas eléctricas por montón.
Un calor sofocante.
Una familia que atender.
Perdonen el retraso. :(

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 03, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Secretos - Sasuhina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora