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Pav y Hobie llegaron por la tarde al departamento de los O'hara-Parker a petición de sus amigos, ayudarían a cuidar a la pequeña Mayday mientras Miguel y Peter... bueno, ya saben lo que harán los padres de la pequeña, crearle un hermanito o hermanita a la pelirroja, pues el celo del mexicano finalmente habia llegado. Por lo mismo pasarían la noche ahí como en una especie de pijamada como niñeras.

Antes de que el inglés y el indio llegarán a su hogar, Miles estuvo cuestionando más de un par de veces a Gwen sobre si creía que su pijama era lo suficientemente cool para que Hobie la viera, si le quedaba bonita o no, la rubia sintió molestia asi que no pudo evitar soltar el comentario de que Hobart en realidad dormía con los shorts y la camiseta más viejos y cómodos que pudieran encontrar en su armario debido a que no piensa contribuir al capitalismo comprando pijamas diseñadas. A Morales no le gustó que ella ya supiera eso del británico, pero ignoró ese hecho.

- ¿qué onda, Miles, Gwendy y Mini Parker? -Hobie llegó saludando.

- ¡Hobie! -saludó May con emoción, además de sus hermanos, el chico punk era su favorito.

La pequeña pelirroja alzo los brazos para ser cargada por Brown, quien no dudo en hacerlo de inmediato y despeinar las cobrizas hebras en su cabeza.

- ¿yo no soy tu favorito también Mayday? - preguntó Pav - ¿después de todas nuestras tardes de juego? Oh, mi corazón duele.

Pav no dudo en bromear al verla, la niña solo rió y le pidió al del afro que la dejara en los brazos del chico de cabello largo, quien no dudo en darle vueltas en el aire a la pequeña. Entonces finalmente el boricua pudo acercarse a saludar al alfa con un beso en la mejilla, quien no dudo en regresar el beso de igual manera y tomar al omega de la cintura, en cuanto a Gwen, fue saludaba con un pequeño choque de puños. Para Pav fue tan obvia la tensión entre los tres que tuvo que aguantar las ganas de soltar un comentario al respecto.

- bien, mini Parker, tu y yo vamos a ser equipo - sonrio amplio sentandola en su regazo para jugar Mario kart.

- vamos a ganar, siempre ganamos ¿verdad Hobie?

- claro que si, mini Parker

- no vamos a dejarselos tan fácil. - Miles se sentó al lado del británico retando de juego a su pequeña hermana.

- soy muy bueno en el Mario Kart, les apuesto a que seré el ganador - presumió Pavitr.

- suerte con eso, Pav. - comentó Gwen.

Y así comenzó la partida, luego una segunda, una tercera y una cuarta, los ganadores, justo como se esperaba, fueron el super dúo Hobart-May, quedando Pav en el puesto dos, Gwen en el puesto tres y Miles en el último. Después vieron películas de princesas con la pequeña, ella era una gran fanática de esos filmes, continuaron con un juego de fiesta de té para finalizar con uno del salón de belleza, claro que alejaron cualquier tijera real de las manos de la niña, sin embargo, cada uno acabó con un maquillaje bastante colorido aunque desalineado, y una manicura proporcionada por la pequeña. Cuando todos merendaban leche y galletas después de jugar la pequeña niña se quedó dormida en la mesa.

A todos les pareció adorable, Mayday era una de las infantes más tiernas que habían visto en su vida.

— ¿pueden llevar a May a su cama? — preguntó Gwen — Pav y yo vamos a limpiar el desastre de la sala.

— de acuerdo — Hobie cargo a la pequeña en brazos — vamos florecita.

Miles solo siguió a Brown sin chistar, viendo lo lindo que se veía con May en brazos, y quizás ya estaba alucinando demasiado, pero estaba completamente seguro que Hobie sería un padre increíble, era un alfa tan atractivo y su aroma a bergamota y lavanda como el clásico té aromatizado Earl Gray lo volvía loco, incluso creía que a veces las hormonas adolescentes se apoderaban de él por pensar que no le importaría que Hobart lo ayudará en su celo  aunque jamás nadie lo había hecho. Además ¿no parecían una pareja casada llevando a arropar a su hija para dormir? Definitivamente Morales ya tenía los pies fuera de la tierra.

Cuando la niña finalmente estuvo en cama el chico punk pudo notar que el omega no dejaba de mirarlo desde el marco de la puerta,  eso lo hizo sentir satisfecho, demasiado satisfecho. Así que hizo algo para avanzar más rápido las cosas entre ellos, apagó la luz de la habitación y se acercó al boricua para besar la comisura de sus labios esperando que ya tomara la iniciativa. Aunque no fue así.

Luego de aquel beso se miraron a los ojos unos segundos y al latino le ganaron los nervios, pero a Brown le pareció bastante tierno.

— vamos a ayudarlos a limpiar.

Miles simplemente asintió con la cabeza y lo siguió con un sonrojó notable, era casi un hecho que para el día siguiente la libreta del muchacho estaría llena de retratos del alfa.

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El celo siempre había sido algo bastante especial para nuestra pareja principal, no importa lo intenso o duro que sea, Peter y Miguel jamás desaprovechaban ninguna oportunidad para darle paso al romance, así eran ellos, más Benjamin, pues su omega a veces podía tener dificultades para expresar sus sentimientos, sin embargo eso no era impedimento para poder entender el amor que le tenía.

Y este celo era aún más especial, era el paso número uno a su primer bebé, no era que O'Hara no considerará a Mayday, Gwen, y Miles como sus hijos, solo... era algo completamente distinto. Por lo mismo, consideraron que la situación lo ameritaba, Parker se aseguró de reservar una habitación en un hotel lujoso e ir antes de que los síntomas dolorosos del celo le aparecieran a su esposo, bebieron algo de vino, comieron uvas y fresas, disfrutaron de ellos en una cita íntima como las que casi ya no solían tener por lo demandante que era ser padres.

Aunque el romanticismo pasaba a un segundo término cuando la fase más intensa del celo se presentaba y el aroma de su omega desencadenaba su ciclo de calor provocando que las cosas subieran de tono demasiado rápido a tal grado de no poderse quitar las manos de encima.

O'hara amaba las palmas grandes de su alfa conectar con su cadera mientras era embestido con fuerza y sin delicadeza, como Benjamin dejaba marcas de besos por sus muslos y clavícula cada que podía, y como a su pareja no le importaba gemir y gruñir del placer que sentía. Parker también tenía cosas que lo volvían loco de su omega, como los rasguños en su espalda que le indicaban lo bien que se estaba sintiendo, o las mordidas que dejaba en sus hombros, las caricias en su pecho, el como podía gritar su nombre con esa voz profunda cada que llegaba al orgasmo.

Peter ya había anudado dos veces en Miguel, una tercera vez iba en camino, el irlandés estaba aferrado a la espalda de su alfa, su piernas rodeaban su cintura y sus gemidos resonaban en los oídos del mayor.

no puedo más — dijo Miguel entre jadeos — sigue, Peter...

¿Sabían algo más? A Miguel le daba por hablar en español cuando se perdía en ese placer.

— claro que si, Miggy...

Te amo... te amo Peter.

— también te amo...

Su cadera aumento la velocidad y el ritmo, dando cada vez de forma más certera en el interior latino hasta llevarlo cada vez más cerca del clímax, ambos estaban cerca, podían sentirlo por los movimientos frenéticos de ambos y entonces el nudo se volvió a formar, llenando al omega por tercera vez.

Sus respiraciones agitadas se combinaron al besarse luego de llegar a la liberación mutua, sin embargo, él nudo los mantendría unidos por un poco más de tiempo hasta que se deshinchara por completo. Se separaron del beso y Miguel aprovecho para peinar el cabello alborotado de su alfa con cuidado y cariño, dejo unos besos más en su rostro y acaricio sus mejillas, siempre se ponía tan dulce en esos momentos.

— tomemos un pequeño descanso ¿si? — pidió Peter. Ya no tenía la misma condición que antes.

— de acuerdo — Miguel beso la punta de su nariz — pero aún la noche es joven, solo sera un pequeño descanso.

Parker soltó una risa nerviosa, si, sabia que eso era lo que le esperaba.

O'hara-Parker FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora