Un Plato Que Se Sirve Frío

22 2 64
                                    

Terminamos de cenar y cuando Thee ofrece ver una peli los tres juntos, tengo que rechazar la invitación y le digo que me voy a mi hotel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Terminamos de cenar y cuando Thee ofrece ver una peli los tres juntos, tengo que rechazar la invitación y le digo que me voy a mi hotel. Mi residencia la tengo en Beverly Hills, por lo que cada vez que estoy por NYC suelo ir a un hotel no muy lejos del ático de Thee. Si bien la mayoría de las noches las paso con ella, de vez en cuando —sobre todo cuando ligo con alguien— hago acto de presencia en mi habitación para que no manden a la policía a buscarme.

—¿Estás segura?

—Sí. Son demasiadas emociones y Rick no soporta mis ingeniosos comentarios cuando veo pelis.

—Para lo que vamos a ver esta noche, creo que voy a necesitarlos —indica Rick, recibiendo una mirada reprobadora de Thee.

—La última vez vimos uno de tus thrillers, ahora toca una de las mías.

—Un dramón cortavenas... ¡Quédate, Kay! Por favor.

Lo peor de todo es que me suplica de verdad. Eso me hace sonreír.

—Estarás roncando en un par de minutos, no te harán falta —lo consuelo.

Tras darle sendos abrazos a la pareja, salgo del ático. Tomo el ascensor, que para en la planta inferior. Allí se sube Lewis, el vecino de Thee que tiró la puerta aquel aciago día.

—¡Kay! Qué alegría verte, amor.

—Sí, hacía bastante tiempo que no nos cruzábamos. Entre las vacaciones y todo este lío... ¿Qué te cuentas? Por tus pintas, adivino que te vas de cachondeo.

—No, hija no. Me toca trabajar esta noche.

—¿Sigues en Folks+? —asiente—. ¿Sabes qué? Te voy a acompañar. Estaba pensando en irme a dormir, pero voy a tomarme un par de copas y a ver si me llevo a una piba conmigo. ¿Y tu novio...?

—Ex, ya. No funcionó. Él seguía coladito por su ex exnovio (ahora el ex oficial soy yo). En fin, lo mandé a donde picó el pollo y yo me quedé sin polla.

—Me parece que tú necesitas más la copa que yo.

—Ya me bebí todo lo que tenía que beberme. Me salió hígado graso y me tengo que cuidar.

—¡Dios! Vaya racha. ¿Nada de alcohol?

—Alguna copa esporádica está bien. Por suerte todo el deporte que hago compensa un poco, pero también tengo que mandar a tomar por culo el azúcar.

—Sólo falta que me digas que no puedes comer grasas o follar y estás para el botiquín eutanásico.

—Las grasas y todas esas mierdas debería también dejarlas, así que lo único que me consuela es encontrar algún hombre que me quiera.

—Hoy día no encuentras muchos de esos. Lo bueno de ser bi es que tengo un mercado muy amplio, pero para rolletes está todo de puta madre. En cambio, si quieres algo serio... ¡Mira! Si te hicieras bi, haríamos una pareja perfecta.

Prison KayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora