Capitulo 1.

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Gritos desgarradores comenzaron a escucharse por todo el lugar, el ambiente se cubría con un aura de desesperación y muerte, se podía observar un humo espeso de color verde que significaba su perdición, millones de cuerpos comenzaron a desmoronarse, cayendo sin vida y cubriendo la mayor parte del territorio, quienes todavía no habían obtenido la suerte de morir corrían de un lado a otro sintiendo como si un fuego les quemaba desde el interior y terminaba con la agonía máxima

Era una escena digna de una de las más terroríficas y sádicas películas que nunca han sido creadas, era algo sumamente inverosímil el hecho de que algo intangible como lo era ese humo verde que cubría la atmosfera, había podido erradicar a más de la mitad de la población mundial de Kriptón, sellando con esas muertes el final de la raza Kriptoniana, puesto que el sector afectado había sido única y exclusivamente la parte omega, la encargada de la procreación, por ende, dejando un mundo habitado solo por alfas, iban a ser incapaces de sobrevivir

Kara Zor–el, líder máxima de las fuerzas militares Kriptonianas y la alfa más poderosa sobre la faz del planeta, se encontraba de pie observando y recibiendo mensajes por parte de los demás lugares, de cada una de las bajas, estaban en crisis, ¿cómo había permitido que esto sucediera? Habían estado tan enfocados en su guerra contra netigiapan, cubriendo cada uno de los frentes y concentrando toda la atención en la parte armada que nunca imaginaron que el peor ataque que recibirían sería un virus en forma gaseosa que atacaría a sus omegas

No había nada que hacer, no tenían una cura y el virus atacaba a una velocidad extrema que en solo 2 horas después de haber estado expuesto se provocaba el deceso, se convocó a una reunión en las instalaciones del reino, teniendo una conexión vía remota con quienes se encontraban en las diferentes regiones, el rey Kal–el, soberano de todo el planeta junto con Kara y el consejo de Kriptón, necesitaban encontrar una solución

Si no conseguían una forma de procrear, su raza estaba condenada a perecer, lo cual era prácticamente un hecho, puesto que el único planeta del que se tenía información sobre habitantes omegas era precisamente Netigiapan, el cual había sido destruido por Kriptón y como ataque de despedida habían acabado con los omegas de su planeta, por lo tanto, la situación era extremadamente desoladora

Luego de semanas de reuniones, planes, investigaciones, tuvo paso la resignación, la generación de jóvenes que existían en el planeta, era la última de la raza, así que estaban viviendo los últimos años de Kriptón, no tenían más que hacer que continuar con sus vidas el tiempo que restara, así lo hicieron, siguieron con el ritmo de vida al que estaban acostumbrados

Continuaban los entrenamientos, trabajos y rutinas, pero en el ambiente se respiraba un aura de tristeza y miedo, cada día que pasaba era un día menos para el planeta, algunos no pudieron contra esa idea y decidieron ponerle fin a su sufrimiento recurriendo al suicidio, otros más se volcaron a la rebeldía, hubieron levantamientos, guerrillas, más muertes, reduciendo aún más la población, pasando de más de 7.8 millones a solo 700 mil, eran cifras alarmantes, por lo que la guardia real tomó acciones, imponiendo una ley marcial que lograra recuperar el orden

Los que se salían de las normas eran encarcelados o condenados a tortura, mientras que los que se mantenían leales y firmes, continuaban en formación militar y con recompensas en cuanto a la calidad de vida, pero todos sabían que aquel estilo que llevaban era una mierda, pero poco o nada podían hacer, en la guerra nadie ganaba, solo había alguien que se mantenía por más tiempo

Luego de dos años completamente caóticos, se restableció la paz, pero había una idea que prevalecía en la mente colectiva, la triste realidad de la inminente extinción de su raza, en las últimas juntas con el consejo se había propuesto mandar naves a los diferentes planetas existentes fuera del sistema en el que se encontraba Kriptón, en busca de alguno que pudiese servirles para salvarse, así que una vez aprobada la propuesta, se entrenaron a las personas que serían parte del equipo de investigación

Amor e InstintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora