Capítulo 7.

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Alex se sorprendió con la pregunta, no sabía bien que responder sabía que su celo estaba cerca y no quería correr el riesgo de que golpeara estando a solas con la castaña, porque le sería prácticamente imposible detenerse y respetarla, así que muy a su pesar tuvo que negarse ante la invitación y aunque Sam no sabía las razones detrás de la negativa decidió no decir nada, sabía que la pelirroja estaba negándose por algo de peso

S – Muy bien, será en otra ocasión

De cierta manera lo agradecía, si bien no tomó la decisión estando en pleno celo, apenas ayer había pasado todo, así que todavía podía estar un poco influenciada por eso, por lo tanto, agradeció que se negara pues ella ya tenía la intención de decirle que la marcara, esto le daba la oportunidad de pensar con la cabeza fría

A – ¿Quieres ir a cenar el sábado?

Ofreció en cambio la pelirroja, estaban a lunes, así que tenía tiempo suficiente para pasar su rutina lejos de la castaña, Sam aceptó tenía una semana para poder pensar las cosas de forma tranquila, tomaría un poco de distancia para que la decisión fuese completamente meditada y nada acelerada, así que acordaron el sábado tener una cita y siguieron con su día

La semana pasó con velocidad, Sam había analizado todo y tenía la decisión tomada, por parte de la pelirroja su rutina no había llegado aún, pero sentía que aún faltaba tiempo para que llegara, así que ese sábado se bañó, arregló y vistió de la forma más elegante que podía para poder ir por la castaña y comenzar con su cita

Por su parte Sam estaba terminando de maquillarse justo cuando el timbre sonó, sonrió a su reflejo, estaba bastante complacida con el resultado que veía, tomó su bolso y bajó las escaleras para llegar a la puerta y ver a Alex, quien tenía puesto un vestido negro pegado, el cual trazaba perfectamente su figura, la castaña no podía apartar la vista de su compañera, estaba embobada con su belleza

Lo mismo pasaba con la pelirroja que desde que vio a Sam en ese vestido color negro, no podía respirar, sentía a su alfa brincar de la emoción, pero lo controló y sonrió a la chica extendiendo su mano para comenzar su camino

A – Estás hermosa

S – Lo mismo digo

Ambas caminaron hasta el auto y Alex abrió la puerta del copiloto para que la castaña subiera y se acomodara, una vez hecho cerró la puerta y caminó hasta la del conductor, se subió y puso en marcha el vehículo, el camino fue en silencio, uno cómodo, ese que te envuelve cuando te encuentras a gusto con la persona que te acompaña y cualquier ruido es innecesario

Llegaron a un restaurante bastante lujoso y bajaron, pidieron por la mesa reservada a nombre de Alex, las guiaron y comenzaron con la cena, la pasaron entre risas, historias, miradas llenas de sentimiento y algunos roces accidentales e intencionales, todo era envuelto en un aura de romanticismo, la cena terminó y Alex llevó a Sam a su casa y antes de despedirse la castaña tomó una decisión que sabía cambiaría su vida por completo

S – ¿No quieres subir?

Alex se puso un poco nerviosa por esa petición, si bien había podido controlarse hasta ahora, no estaba segura de poder seguir haciéndolo

A – Yo... no creo que sea tan buena idea, si lo hago yo no sé si seré capaz de mantenerme en control

Quería hacerle a entender a Sam cuales eran sus dudas, pero la castaña logró alejarlas todas con una sola frase

S – Lo deseo

La pelirroja entendió a la perfección lo que significaban esas palabras, ella también lo hacía, había supuesto un infierno tener que controlarse, pero ahora le estaban dando el permiso, aunque necesitaba rectificar

Amor e InstintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora