Amor e Instinto

Capítulo 8.

L – Eso no es lo que opina tu amiga la pelirroja

K – ¿Alex?

Dijo la rubia un poco confundida, ¿su amiga había dicho algo que hiciera sentir incomoda a Lena?

L – Si, justo ella, por lo que pude notar no le caigo nada bien

K – No creo que sea así

L – Pues yo fui quien escuchó y vio su rostro mientras me decía que era una tonta, que solo hacía estupideces y que era una arrebatada, etc.

La rubia no sabía bien como se sentía, por una parte, no creía que su amiga fuera a decir algo como a eso a la pelinegra, sobre todo porque ella sabía lo que Lena significaba en su vida, pero, por otra parte, si eso era cierto le enojaba que Alex no pudiese ser un poco empática con la situación que está atravesando la omega

Con Sam era diferente, ella estaba en su planeta cuando le explicaron todo y ella decidió venir, Lena no había tenido opción no solo había quedado varada en un planeta completamente extraño para ella, había descubierto que en efecto existe vida en otros mundos y la emoción que debió sentir por ese increíble descubrimiento se opacó por el miedo de ser atacada constantemente

Además, que de pronto se entera que existe una parte dentro de ella denominada Omega y que es la que está haciendo que todos los habitantes de Kriptón la quieran atacar y la única manera de que eso no pase es entregando su vida por completo a un Alfa, que pueda cuidarla yendo completamente en contra de sus ideales en la tierra, era algo complicado

Por lo que Kara había podido aprender de la pelinegra en todo este tiempo que la había visto sin hablarse por los problemas del idioma, era que Lena nunca se dejaba, no se acobardaba ante las cosas, a pesar del riesgo que podía correr había querido investigar el planeta, quería recorrerlo, conocer más, tenía esa vena curiosa y eso era algo que a la rubia le había encantado

Y es que Kara nunca había estado de acuerdo con este sistema Alfa y Omega, porque a sus ojos no era como tal una elección, al final de cuentas ellos nacieron ahí y desde cachorros les explicaban las cosas, cuando mostraban que eran los separaban y comenzaban a darles preparación de lo que deberían hacer conforme a su condición de dominante o sumiso

Al final de esta especie de curso intensivo para ser Alfa u Omega, te llevaban a una reunión donde conocías a las otras partes y luego de ciertos rituales terminabas unido con alguien, según lo que ella había escuchado, muchas de las veces las conexiones se hacían sin sentimientos de por medio y que hasta años después del apareamiento comenzaban a amarse, si es que pasaba, si no vivían sin amor

Esa era una realidad que a ella no le agradaba, en el fondo deseaba enamorarse y que solo cuando en verdad lo quisieran ambas partes acceder al apareamiento y las marcas, pero para ella las cosas eran más complicadas, por su rango y ascendencia, al ser familia directa del rey su formación era en extremo diferente, sus entrenamientos, clases, formación, todo

Desde el momento de su nacimiento su trato fue diferente, usualmente un Kriptoniano muestra si será Alfa u Omega a sus 11 años tiempo en que pasa la separación, hacerlo de esta forma permite que las personas no sufran, que su cuerpo madure y se prepare sin presión, sin dolor, disfrutando de una infancia como beta, un punto neutro hasta que su cuerpo decida el camino

Para la familia real no hay este lujo, desde los 4 años se les somete a pruebas, entrenamientos, incluso ella lo podría catalogar como tortura, que fuerza al beta a decidir, es un proceso doloroso, aterrador y en a los ojos de la rubia injusto, a los 5 años ya debe tener definida su identidad, lo que se espera es que sean Alfas, pero si en dado caso hay un Omega en la familia este tendrá que ser el mejor