Taehyung no pudo evitar una sonrisa al ver a Jimin vestirse. El hombre era guapísimo, y no tenía ni idea. El asesino estaba aturdido aún por todo lo que había aprendido en la última hora. Su compañero había sido una enorme sorpresa. Curiosamente, también una muy grata.
Mientras más tiempo pasaba con Jimin, más le gustaba el hombre. La particularidad que lo envolvía cada vez era menos extraña, con cada minuto que pasaba. Sobre todo, porque el sentimiento de probidad que Taehyung sentía cuando estaba con él era cada vez más fuerte.
—Estás muy callado, gatito.
Jimin se dio la vuelta para mirarlo, apuntándolo con su dedo. —Realmente tienes que dejar de llamarme así.
—¿Qué? ¿Gatito? —Taehyung se rio entre dientes mientras se levantaba y se acercaba para estar delante de él, el hombre se apoyó en su pecho—. Pero si eres un gatito.
—No es digno —insistió Jimin cuando pisoteó su pie.
—Tal vez, pero es más lindo que el infierno y así eres tú.
—¿En serio?
A Taehyung le encantó el pequeño color que llenó la cara de Jimin y la forma en la que el hombre lo miró. Sabía que no tenía ni idea de su atractivo, pero por suerte, él sí. Añadiendo el hecho de que el cuerpo del pequeño joven, básicamente, solo podía ser marcado por él, y Taehyung era un tipo feliz con eso.
Ahora únicamente tenía que encontrar la manera de mantenerlo con vida, porque no iba a permitir que el hombre muriera. Por lo que a Taehyung se refería, Jimin ahora le pertenecía, punto, y pelearía con quien tratara de alejar al magnífico pequeño de él.
—Oye, bebé —dijo Taehyung dando un paso atrás y comenzó a recoger su ropa— esta decisión de gobernar tu manada, ¿es algo que quieres?
—No lo sé. —Jimin se encogió de hombros—. Nunca he pensado en ello.
—Bueno, tal vez deberías hacerlo.
—¿Por qué?
—¿Por qué? —Taehyung frunció el ceño mientras trataba de cerrar el botón de sus vaqueros y se dio cuenta que no podía—. Maldita sea, Siento que he ganado veinte kilos.
—Probablemente lo has hecho. —Jimin se echó a reír y señaló hacia sus pies—. Obviamente has crecido.
Taehyung miró hacia abajo a sus pies, el shock se descargó a través de él, cuando vio las perneras del pantalón por encima de los tobillos. Miró a Jimin sorprendido. —¿Cuánto más voy a crecer?
—No tengo ni idea. Vas a crecer hasta que tu cuerpo llegue a donde sea necesario para que puedas protegerme.
—Puedo ver un nuevo vestuario en mi futuro —Taehyung murmuró mientras se ponía la camisa sobre su cabeza—. Me veo ridículo.