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en el sector de prensa, quienes éramos argentinos, estábamos todos con la fe intacta, creíamos genuinamente que íbamos a ganar la copa.
habían algunos de otros países que nos apoyaban y otros que querían que gane francia, me sorprendió ver a varios latinoamericanos pensar de esa forma.
- ¿qué haces con la camiseta de lisandro, miranda? - dijo una vez llegó a mi lado gaston, claramente riéndose ante mi poca profesionalidad
era la final del mundo, no pensaba usar otra cosa que no sea la camiseta de la selección. más cuando mi novio estaba a punto de alcanzar la gloria máxima.
- no podía no usarla, es la final del mundial, los otros partidos bueno pero este si que no. además, es como una especie de apoyo a licha, lo necesita en estos momentos - dije sonriendo mientras continuaba moviendo los dedos sobre mi regazo
por más que quisiera aparentar otra cosa no podía, estaba de lo más nerviosa.
pude notar como las facciones de gaston se ablandaron un poco, que la sonrisa que portaba apenas me vio ahora no estaba tan firme. quise que la teoría de lisandro, tan estúpida como yo creía que era, no sea verdadera.
- ¿entonces es verdad que estas con él? - preguntó, aún con una sonrisa pintada en el rostro, mientras desviaba la mirada hacia la cancha, como si estuviera evitando un poco el contacto visual
- sí, pensé que lo sabias. tampoco es como si lo escondiera a puertas cerradas, estuviste varias veces con nosotros en una habitación
me sentí un poco mal, no me gustaba que las cosas se dieran de esa forma. no era conciente de sus sentimientos si no hubiera tratado las cosas de otra forma, siendo incluso más sutil.
- tampoco te quería preguntar, supuse que estabas ya estresada con todos los rumores sobre ustedes. de verdad, me alegro muchísimo por los dos
nos quedamos en silencio, esta vez ambos mirando hacia la cancha. se suponía que debía ser un día feliz, no quería que se quedase con malos pensamientos.
- ¿estas bien? - pregunté luego de debatirlo internamente, de alguna forma le estaba dejando saber que sabia sobre sus sentimientos hacia mi
me sentía una completa boluda al no creerle a lisandro, al final todas sus teorías eran ciertas. sin dudas cuando se enterara de la verdad se iba a poner insoportable.
- si, no te preocupes. ya se me va a pasar. te digo la verdad cuando digo que me pone feliz por ambos, él es muy afortunado
ninguno de los dos volvió a decir más nada, tampoco podíamos, era demasiada la exposición en un sector lleno de gente. me sentía mal por él, lo consideraba un buen amigo y lo que menos quería era hacerle daño.
todos mis pensamientos sobre el tema se fueron cuando anunciaron la entrada de los equipos a la cancha. mi concentración se la llevó el partido que la selección estaba por jugar.
