Capítulo 5

136 16 0
                                    

La peliblanca se encontraba tirada encima de su futón, solo una bata blanca cubría todo su cuerpo, una prenda perfecta para le época del año en la que más calor hacia.

Horas antes había sido encontrada por Azumi, quien al verla se puso a llorar y regañarla de forma intensa, no pensó que podía ser posible pero había logrado correr por todo el pueblo en su busca antes de el atardecer y encontrarla con éxito.

Las dudas le consumían la cabeza, habían demasiadas coincidencias y cosas que habían pasado en tan solo un par de días que lograron que dudara realmente del lugar donde se encontraba.

''No puede ser lo que estoy pensando ¿O si? Es decir... ¿Qué tantas probabilidades hay de que haya aparecido en un mundo donde casualmente hay demonios, glicinias, cazadores kakushi y una persona con una finca de mariposas apellidada Kocho y no sea el de Kimetsu no Yaiba? Ninguna.''

Sin poder evitarlo más, enfrentó la realidad directamente.

Se encontraba en su anime favorito y no podía hacer nada para cambiar ese hecho.

A juzgar por el simple hecho de que Shinobu seguía viva, significaba que aún no habían derrotado a la segunda luna superior, menos aún a Muzan Kibutsuji.

''Todos tienen algo escrito en su destino y tu tienes un destino que cumplir''

¿El suyo podría llegar a ser salvar las personas que en un momento inicial estaban destinadas a morir?

Aún recuerda cuando fue que vio por primera vez la primera muerte de un pilar, le había hecho llorar a mares a través de una pantalla. Era muy triste de pensar que si Kyojuro Rengoku en esta vida era alguien de carne y hueso moriría de forma tan trágica como lo hizo en su vida pasada.

No era solo el, habían tantas muertes que le habían parecido injustas y le hubiera encantado evitar a toda costa, solo que en su vida pasada era un hecho completamente imposible, pero si ella se encontraba en el lugar y el tiempo perfecto, podría...

Podría cambiar la historia.

Antes de que se diera cuenta del propio movimiento de su cuerpo, este ya se había levantado y caminaba con pasos agigantados hacia algún lugar.

Entonces cuando una puerta estuvo en frente suyo se detuvo y reflexionó sobre el lugar donde se encontraba.

''Este debe ser... el estudio del señor Tahakashi''

Toco tímidamente la puerta, recibiendo como respuesta un "adelante" que se escuchaba a duras penas por ser amortiguado con la puerta.

Entro a la habitación de su padre con una determinación grande albergada en su corazón, el cual podía escuchar palpitar a una gran velocidad.

Si, tenía miedo, no lo iba a negar... sin embargo tenía más miedo de no poder hacer las cosas bien, que lo que planeara hacer quedara en solo planes y no pudiera salvar a nadie del destino oscuro que tenían por delante.

- Padre, es un gusto poder verlo.

- Igualmente hija mía, veo que estás igual de saludable que siempre.

- Eso es gracias a los cuidados que me ha dado, realmente lo agradezco.

Una sonrisa se plantó en el viejo rostro, antes de girarse en dirección de la peliblanca y verla directamente a los ojos.

- Veo que tienes algo que decirme.

- Si, en realidad yo... -retuvo aire en sus pulmones para poder reunir toda la valentía que tenía dentro suyo para poder soltar las siguientes palabras- Quiero ser cazadora de demonios.

Cambiando la historia | Kimetsu no Yaiba / Demon SlayerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora